Juan y Daniel decidieron visitar el pueblo en el cual Oscar estuvo todo este tiempo. Daniel pensó en llevar a Laura a ese cómodo lugar, pero... ¿Cómo? Luego del festejo Daniel volvió con Laura, y le contó todo. Laura al día siguiente se despertó emocionada y feliz.
-Hoy nos escapamos-dijo Laura con una voz anciosa.
-Por fin te decidiste-reclamó Daniel.
Prepararon todo para no tener que volver, pensaron en cada uno de los detalles. Todo iba saliendo de maravilla. Querían empezar su viaje ahora, pero eso no fue posible, no pensaron en cómo escapar.
Los días corrían muy rápido, ni a Oscar, ni a Juan, ni a Daniel, ni a Laura se les ocurría como salir de allí, pensaron y realizaron muchas ideas, pero ninguna era eficaz. ¿Habría una forma de escapar? ¿Por qué no podían pensar en algo útil? ¿Cuál era la solución? Esas y muchas preguntas más recorrían los pensamientos de aquellos seres. Luego de una semana de pensar y pensar se rindieron. Laura creía que el mundo había terminado.
Meses más tarde, el hermano de Oscar quien también estaba en el cielo llegó al pueblo y se presentó como el ángel de la guarda de Delfina, una amable niña. Daniel y el hermano de Oscar se hicieron muy buenos amigos.
Un año después, Oscar visita el pueblo con una gran noticia, su hermano era ángel de la guarda de una bella chica llamada Delfina. Daniel no entendía porqué José(el hermano de Oscar) le dio a conocer esa noticia tan tarde.
Daniel lo dejó pasar y diseneó junto a Laura el plan que los salvaría de aquella prisión. Todo fue por unos momentos color de rosas, Daniel y Laura habían pensado en hacer que Delfina fuera con los guardias y ahí avisarles que había un incendio dentro del pueblo. Ella se quedaría de custodia para que nadie saliera. Una parte de lo que les diría era verdad, si había un incendio. Ella también se quedaría como custodia, la parte de la mentira era que no iba a dejar salir a nadie(O al menos a Laura y a Daniel).
El plan funcionó, entonces Laura y Daniel pudieron salir.
-Al fin podemos escapar-dijo Daniel.
-Bien, ahora tenemos que alejarnos. Cuando se den cuenta de que no estamos nos van a buscar-dijo Laura nerviosa.
Para ellos era todo perfecto, pudieron escapar y estaban a punto de terminar su plan y a la vez sus años de prisión en aquel barrio. Ellos siempre lo sintieron de esa forma, una gran prisión. Sin embargo, para Delfina era mucho mejor morir que estar en el lío en el que estaba. Los guardias la echaron del pueblo, y ella no tenía otro lugar para ir. Salió en los diarios, no podía ni entrar a comprar algo porque aquellos hombres robustos y a puestos publicaron mentiras sobre ella. Dijeron que era una asesina y que robaba cosas. Por eso no se podía acercar a nadie.
Editado: 01.03.2023