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La persecución comenzó. Los chicos tenían buena condición física pero sus cuerpos estaban tan agotados y débiles que lo único que pedían era piedad, dormir y una comida en condiciones. Eran lentos, pero sus poderes lograban darles una gran ventaja.

Chloe arrancó dos cabellos castaños de la cabeza de Piper y con dos movimientos estos se convirtieron en lianas que usaba como látigos, golpeando a los doctores y haciendo que perdieran el equilibrio después de enredarla en sus pies.

Piper no podía hacer nada sino era a matar. Congelarlos de alguna parte del cuerpo podría causarles gangrena y eso caería en su consciencia por siempre, las sombras no eran una opción, no había lugares donde pudiese hacer nada con algo de sombras; además, si usaba las pocas que había supondría un gran desgaste para ella. Solo le quedaba correr y usar la violencia física si era necesario.

Daren llevaba ventaja. Usaba la energía que le había robado al búnker como látigos de electricidad haciendo la misma función que las lianas de Chloe.

Levi usaba su Photokinesis dejándolos ciego por segundos, además de silbar ligeramente y ensordecerlos con la Audiokinesis.

Todo marchaba bien para ellos, hasta que una gran horda de guardias se unió a la fiesta. Aquellos hombres y mujeres vestían un uniforme negro cubriendo completamente su cuerpo, además de llevar algún tipo de máscaras que hacían sus rostros irreconocibles para todos. Las fuerzas de todos era muy pocas, el usar sus poderes también significaba un gran desgaste, no había escapatoria por ningún lado.

* * *

Nelly estuvo a punto de decir alguna otra cosa, en el rostro de Byron se notaba felicidad por haber conseguido su objetivo. Pero antes de que alguno de ellos dijese algo el brazalete de ambos comenzó a emitir una luz verde. Ellos se miraron entre sí, sabiendo lo que el otro pensaba sin siquiera tener que pensarlo. Byron de dos clics enlazó una videollamada con los otros moderadores para saber qué era lo que ocurría. Los rostros de Adir y Leila no tardaron en aparecer frente a ellos, pero había algo que estaba mal, se veía que tampoco sabían que sucedía.

— ¿Qué demonios está pasando Byron? — el hombre tuvo que relajarse al escuchar el nombre.

— Justo eso mismo íbamos a preguntar — contestó de manera seca.

En el brazalete de Nelly entró otra llamada, era uno de los más altos en el mando, tenía un mensaje para todos.

— Encontraron a los niños, otra vez — la sangre de Byron viajó hasta sus pies para quedarse estancada ahí — Llamaron a las fuerzas armadas del búnker, ahora mismo están en persecución hacía el sur; usaran las armas en cualquier momento si se siguen resistiendo.

¿Por qué les informaban esto? ¿Les gustaba ver como las preocupaciones de los adultos crecía con forme las noticias? ¿O solo lo hacían para mantenerlos informados? Fuese lo que fuese, era una tortura para Byron, no quería que ninguno de sus niños sufriera nada más de lo que ya estaban sufriendo.

— ¿No pueden llegar a un acuerdo sin la violencia? — preguntó Leila. El superior negó lento.

— Hart dio la orden, no podemos hacer nada. Además ya perdimos una compañera por "no usar la violencia"

— Dakota tenía el arma — contestó tajante Byron.

— Si, — prosiguió e hombre en el brazalete de Nelly — y es una lástima que no supiese como defenderse con ella.

* * *

No sabían si todo estaba completamente perdido, o podían escapa de nuevo matando a alguien por accidente. Los chicos seguían defendiéndose como podían, esquivando cosas que les eran lanzadas y lanzado algunas otras en defensa; pero el usar sus poderes, correr, la adrenalina y el cansancio que ya llevaban encima no les hacía ningún favor. Ela sabía que estaban a punto de llegar a la bodega donde Byron le dijo que podrían esconderse un poco de tiempo, pero llevarlos ahí podría suponer un problema para el hombre que la niña quería como padre. Así que después de pensarlo meticulosamente por dos segundos enteros, dio vuelta al sentido contrario donde debió haberla dado, desviándose por completo de aquel seguro lugar.

— *¡Byron!* — lo llamó la psíquica con desespero — *Me acabo de desviar por completo. Antes de dar vuelta a la izquierda justo después del laboratorio 1206* — aquella chica esperó a que el hombre contestara rápido, pero cada segundo le podía parecer una eternidad.

Todos seguían luchando por seguir huyendo, pero todos comenzaban a acercarse más y más, no tenían alguna escapatoria, no podían seguir luchando sin morir en el intento, debían hacer algo drástico, pero Chloe se fue a extremos mucho más grandes. La rubia tomó sus lianas, las volvió a lanzar como estuvo haciendo por mucho tiempo y tomó a uno de los hombres vestidos de negro del pie. La planta creció a lo largo de su pierna, logrando que no pudiese zafarse por nada, y sin hacer otra cosa, comenzó a correr arrastrando a la persona bajo el traje negro.