Mina
Siento los rayos del sol pegar en mi rostro, y siento unos brazos rodear mi cuerpo con protección, y se que no son los suyos, abro los ojos y Marcus me abraza con fuerza como si temiera que alguien me arrebatara de su lado, últimamente se a comportado así conmigo, protector, cariñoso y dulce, cualquiera diría que se a enamorado de mi( y yo lo empiezo a creer), trato de alejarme, pero entre mas trato de salir de su abrazo mas fuerza hace, siento como este suaviza , miro su rostro y esta despierto, me mira y me suelta avergonzado.
-Lo siento- dice casi en un susurro
-Descuida, despues de todo debemos fingir estar enamorados- digo levantándome del asiento Ileyna y Lawrence aun están dormidos y el lugar de la anciana se encuentra vació- ¿Podrías despertarlos y preparar un poco de comida mientras voy a buscar a la anciana?- el asiente con la cabeza, salgo del coche y camino derecho, despues de un rato, la encuentro bailando y al hacerlo unas hojas bailan con ella y al igual que yo varios animalitos se acercan a mirarla, camino lento acercándome mas pero piso una rama haciendo que los animales se vallan del lugar asustados.
-Lo siento-me disculpo bajando la cabeza
-No te preocupes querida- dijo ella dejando de bailar haciendo que las hojas caigan enseguida, ella atrapa una con sus manos, la pone en su palma y cierra esta, enseguida brilla y al abrirla deja ver un diente de león.
-Wooow- digo asombrada y feliz como niña pequeña, y ella suelta una risa
-Pronto lograras hacer esto y mas- dijo soplando el diente de león.
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Regresamos al coche, los cuatro se encuentran desayunando la anciana y yo nos unimos.Al terminar de comer nos subios al carro y continuamos con nuestro camino,eran las 4 de la tarde cuando llegamos a una vieja casona esta tenia un pequeño establo, había 4 hombres y 4 mujeres haciendo sus quehaceres, salimos del coche y todos nos recibieron amablemente, aquella casa me traía recuerdos tristes de una parte de mi niñez...
Entramos y enseguida nos dieron de comer, una vez acabamos todos nos fuimos a nuestra habitación a descansar.
La verdad no me sentia cómoda en esa casa, la casa donde nos ocultamos por un tiempo... mis padres se sentían vigilados, sentían que estábamos en peligro, así que nos mudamos mucho y esta casa fue el ultimo lugar donde nos mantuvimos ocultos de todos, recuerdo que cuando llegamos nos habían dicho a mi hermano y a mi que no saliéramos a menos que fuera necesario...
No podía dormir, cada vez que lo intentaba venían esas imágenes... esas que oculte por años... la muerte de mis padres... y el como se llevaban a mi hermano, y yo me culpaba de eso... si tan solo no me hubiera quedado sentada en el piso en medio de los cuerpos sin vida de mis padres, llorando y abrazando a mi peluche pidiendo que no se llevaran a mi hermano...
¿Pero que hice?... nada solo me quede viendo como se lo llevaban de mi lado, mientras el me rogaba por ayudarlo, salgo de la cama y de la habitación tratando de no hacer ruido, bajo las escaleras en silencio y me dirijo a la puerta trasera que daba al patio trasero, me senté en el piso a mirar las estrellas sin importar que me ensuciara o que hiciera frío...
Meses antes de la muerte de mis padres, fueron estresantes, nos mudábamos mucho, íbamos de aqui para allá... siento las lagrimas salir, hace tiempo que no lloraba por su muerte, me acuesto en la tierra aún llorando, lloro sin control y me culpo por su muerte y el secuestro de mi hermano.
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Lawrence
Me levanto de la cama y salgo de la habitación, dirigiéndome al baño, al salir me topo con Marcus preocupado.
-No esta- yo lo miro sin comprender- ¡Mina no esta! ¡Desapareció!- al decir eso siento como el tiempo se detiene y la preocupación invade mi cuerpo, bajo las escaleras como alma que lleva al diablo, comienzo a buscarla por todos lados y grito su nombre, voy al único lugar que me falta, el jardín trasero,al salir la veo tendida en el suelo, corro asía ella para verificar que siga viva y por suerte lo esta.
-Mina, Mina -digo sacudiéndola, ella abre los ojos poco a poco, se levanta y se talla una de sus perlas azules, sus ojos están hinchados lo que me dice que lloro, ella me mira y me abraza comenzando a llorar.
-Prométeme que jamas me dejaras- dijo llorando como magdalena
-Lo prometo- dije acariciando su pelo, estuvimos así un buen rato hasta que se termino durmiendo en mis brazos, la cargo y entro a la casa, me siento en la sala y la coloco sobre mi como si fuera un bebe.