Lemniscata

MIEDO

Me desperté sobresaltada y cubierta de sudor. La pesadilla que acaba de tener había sido muy realista. Mi acosador me había encontrado, y había terminado lo que había empezado horas antes. Me levanté de mi cama, observando a Jake dormir en el sofá, para dirigirme al baño. Encendí la luz de este y abrí el grifo, por el cual empezó a salir agua fría. Con las palmas de mis manos agarré un poco de agua, que llevé a mi rostro sudoroso ¿Cuándo terminaría mi pesadilla? Por aquel entonces mi preocupación ya no era solo el Genar13, sino también mi acosador.

El miedo creció en mi interior, produciéndome una sensación de angustia, de ahogamiento. Sentí como el aire me faltaba. Estaba sufriendo un ataque de ansiedad, y la solución era tratar de respirar calmadamente. Me acuclillé en el suelo, rodeando con mis manos mis piernas, tratando de calmarme. Inspiré e expiré varias veces en vano, el único que consiguió calmarme fue Jake.

-Shhh, pequeña. Ya estoy aquí, nadie podrá volverte a hacer daño.-Me dijo Jake abrazándome desde atrás, creando con su cuerpo un refugio.-La Policía esta movilizándose por todos lados. Pronto encontrarán a tu agresor. Ahora tienes que descansar.-Me cogió en el colo y me llevó a mi cama, en donde me tendió con sumo cuidado. A continuación se acostó a mi lado, de forma que quedamos uno frente al otro. Finalmente me dormí, con mi rostro pegado a su pecho gracias a los latidos de su corazón.

Al día siguiente me dieron el alta, tras comprobar que todo estaba en orden. Al llegar a casa había un coche de la policía esperándome.

-Buenos días señores García. Soy el Inspector Leandro. Siento molestaros nada más llegar; pero creemos que hemos capturado a tu acosador-dijo mirándome directamente.

-Es eso cierto-preguntó mi padre.

-Hemos capturado a un joven que reúne varias características que Aria nos comentó. Solo necesitamos que vengas a verificarlo. Se que es precipitado en este momento porque...

-Hiré ahora. No quiero esperar más-comenté.

-Muy bien. Si hacen el favor de seguirme, os llevaré a la comisaría.

Durante todo el trayecto me sentí nerviosa. Tenía miedo de que no fuese el. Ya se habían equivocado una vez.

-Pase lo que pase hoy señorita Aria, queremos decirle que estaremos vigilándola en todo momento para evitar que algo así vuelva a ocurrir.

Una media hora después llegamos a la comisaría, en donde me llevaron a la misma sala que la vez anterior. En ella se encontraba un joven de pelo negro y ojos verdes con tonalidades marrones.

-Recluso 001 dea un paso adelante y diga su nombre porfavor.-dijo el Inspector con la ayuda de un micrófono.

Vi como dio un paso adelante, permitiéndome distinguir más su rostro. Se me hacía muy reconocible, gracias a que en la primera ocasión no había usado máscara;pero fue su voz quién me confirmo que era él.

-¡Es él!-dije en voz baja, sorprendida por el hecho de que a una de mis pesadillas se le pondría punto final.

-¿Estás segura?-me preguntó el Inspector.

-Jamás podré olvidar esa voz-dije

El Inspector hizo unos gestos a unos policías que entraron a la sala y se llevaron al joven.

-Para serte sincero, sabíamos que era el desde un principio, pues cuando lo encontramos todavía llevaba consigo la capucha y la ropa manchada de sangre con la pudimos hacer unos análisis y comprobar que era la tuya. Pero tu testimonio era necesario para verificarlo. Siento haberte hecho pasar por esto.

-Gracias-fue lo único que fui capaz de decir-Gracias por haber terminado con mi pesadilla.

-Me alegra haberlo hecho Aria.

Mis padres y yo salimos de la comisaría alegres tras lo sucedido. Al llegar a casa escribí un mensaje al grupo contándoles la noticia. Todos respondieron a excepción de Kevin. Mis padres y yo esa noche realizamos una pequeña fiesta, como cuando era pequeña. Vimos varias películas, cargados de palomitas, jugamos al parchís, a las cartas, al Trivial. La felicidad reinó en la casa durante unas horas, hasta que me llegó un mensaje de Kevin.

Kevin: Aria ¿Estás segura de que era tú acosador?

Aria: Estoy completamente segura Kevin. ¿A que viene esto?

Observé varios minutos el móvil esperando una respuesta por parte de Kevin, y la que me llegó nunca me la habría imaginado.

Kevin: El chico que resultó ser tú acosador es mi hermanastro. No me cabe en la cabeza que haya hecho algo así Aria. El no se veía de esa clase de jóvenes. Era muy buena persona y muy inteligente.

Me derrumbo en el suelo una vez más ante la mirada de mis padres.

-He mandado a la cárcel al hermanastro de Kevin. Mi felicidad ha hecho que Kevin esté triste ¿Por qué no podemos ser siempre felices todos a la vez? ¿Por qué la felicidad tiene que ser tan efímera en ocasiones?-sentí el abrazo de mis padres segundos después.

-Tú no has mandado a nadie a la cárcel cariño. No tienes la culpa de nada. El es el único culpable.-me dijo mi padre.



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En el texto hay: romance juvenil, secretos, drama

Editado: 07.09.2019

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