Lemniscata

C de cinco y compañeros

martes se mostró descubierto de nuevo, a excepción de unas pequeñas nubes, que daban al cielo un aspecto celestial. El sol brillaba con intensidad al igual que mi estado de ánimo. Hoy era el día en que Lena se mudaría  a mi casa. El dúo dinámico atacaría de nuevo. Estar con Lena era lo mejor. Lena era de esa clase de amigas a quien podías confiar todo secreto sin temer que se lo contase a otro. No obstante a pesar de la llegada de Lena, sentía un nudo en el estómago. ¿Qué pensarían de ella mis amigos? ¿Encajaría en el nuevo?. Lena era una mujer de carácter y directa, de esas que no tienen pelos en la lengua y que no temen decirte la verdad a la cara por muy dolorosa que esta pueda ser, y eso en ocasiones había hecho que tuviera algún que otro roce. A pesar de eso, era puro corazón. Era capaz de anteponer sus propios deseos por los de otra persona, sólo por ver feliz a otros. 

Cuando me levanté de la cama, miré el móvil y vi que tenía 4 mensajes de Lena. Le di a la opción de oír mientras me vestía con un vestido de color rosa pastel de tiras  al cual le añadí una camisa vaquera por encima atada con un nudo y me calce con unas bailarinas de tonos color pastel de tiras que subían hasta mi rodilla

- Aria, hoy es el día/ Puedes creer que viviremos juntas bajo el mismo techo/ Estoy ansiosa por verte y abrazarte. No te imaginas las ganas que tengo de verte/Por cierto espero que cuando llegue estén las palomitas preparadas, te tomo la palabra.- Decidí contestarle con un “Yo también tengo muchas ganas de verte. Esto te va a encantar. Y por las palomitas no te preocupes." Lo que Lena no sabía era lo de la fiesta de bienvenida que le esperaba cuando llegase. Al acabar de vestirme, me dirigí al baño donde me peine, sujetando el pelo en una coleta alta, dejando dos mechones sueltos uno a cada lado de la cara. Una vez arreglada bajé a desayunar con mis padres. Me decanté por un poco de leche con chocolioto (un sustituto del antiguo cola-cao) y una manzana. Mi padre estaba en la cocina preparando unas pancakes para el y mamá, mientras esta tenía en su mano el periódico. 

- ¿Algo interesante en el periódico?

- No mucho, lo mismo de siempre. Lo único que te puede interesar es que hay un espectáculo de baile en la ópera este sábado por la noche. 

- ¿Qué obra?-pregunté con la esperanza de que fuera el cascanueces.

- Romeo y Julieta.- No era la respuesta que esperaba. Pero la historia del amor prohibido de Romeo y Julieta y de su lucha que derivó en un trágico final se había convertido en una de mis favoritas después de que mi adorada bisabuela materna me lo regalara por mi 15º cumpleaños, después de haber pasado mi 7° operación en tan sólo 4 años. Una que me había dejado una cicatriz que cruzaba una parte de mi costado derecho. Cualquier otra persona habría quizá aborrecido esa cicatriz, pero para mí era una marca que significaba que había sobrevivido una vez más a la muerte. Esa cicatriz se debía a un trasplante de riñón que había recibido como consecuencia de mis numerosos fallos hepáticos. Después de desayunar, me lavé los dientes y me despedí de mis padres. Me dirigí al colegio, con la esperanza de que mis amigos pudiesen venir a casa para celebrar la bienvenida de Lena y de que esta les cayese tan bien como a mí. A la hora del recreo nos reunimos todos en la cafetería. Durante este les di la noticia y les supliqué que viniesen a mi casa para realizar una pequeña fiesta.

- Porfavor chicos tenéis que venir. Sé que os aviso con poca antelación, pero me enteré ayer. Lena es muy amiga de este tipo de sorpresas por lo que me gustaría pagarle con la misma moneda.

- Bueno, pues no se hable más, cuenta conmigo miraditas. Tengo muchas ganas de ver esa hermosa casa que Tina dice que tienes.

- Gracias Kevin.

- Cuenta conmigo también Aria.

- Te quiero Tina. ¿Que me dices Jake?

- Me encantaría ir, pero tengo que cuidar de mi hermana, mis padres trabajan por la tarde y la niñera tiene hoy el día libra por un problema familiar.

- Pues trae a tu hermana pequeña. No hay ningún problema.

- ¿Estás segura de lo que dices?

- Claro. Además le debo una clase de baile a tu hermana-le dije guiñándole un ojo.

- Pues ya está todo solucionado. ¿A qué hora tenemos que estar y que tenemos que llevar?

- Tenéis que estar sobre las 18:00, Lena llegará sobre las 18:30. Muchas gracias chicos sois los mejores. Por cierto la dirección es Calle mayor nº 7- les dije abrazándolos. Las siguientes horas de clase me las pasé cogiendo apuntes y pensando sobre la fiesta. Al terminar las clases me dirigí a casa dispuesta a decorar la azotea en donde celebraríamos la fiesta. Coloqué unas luces por las paredes, para dar ambiente para cuando anocheciera, de manera que pusiera “Bienvenida Lena” preparé la mesa en donde coloqué diversos entrantes los cuales cubrí para evitar que alguna gaviota obtuviera algunos de mis aperitivos como premio. Después de adornar todo, me dirigí a la habitación en donde me puse a leer un poco. Cuando leía estaba tan concentra, metida en mi mundo que podían pasar horas sin percatarme del transcurso del tiempo. Un golpeteo en la puerta de mi habitación fue quién me hizo percatarme de la hora que era ya. Las 17:30. Abrí la puerta y vi a mi madre cargada de bolsas.



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En el texto hay: romance juvenil, secretos, drama

Editado: 07.09.2019

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