La razón y el rencor, soberana traición,
terroncito de sal, influjo de dolor.
Veo en tus ojos la dulce tentación,
sin ti mi vida cambia de color.
Germina en mis entrañas un sesgo de pasión,
cultivo en el alma, la semilla del amor.
Maldita desilusión
Resuellan mis lamentos con pausada compasión
amargos sollozos de horrible terror.
Escondido en el alma, llevo tu dolor.
Plagado de temores está tu corazón,
partiste sin retorno del puerto del amor,
efímero tormento, sin causa ni son,
arde en llamas con inescrupuloso valor.
Tus ojos, mi delirio, dulce drogadicción,
si tan solo se carbonizase en un beso,
el espíritu y la razón.