Narra Clary
Cuando suena el despertador solo me dan ganas de lanzarlo contra la pared, pero luego recuerdo que se rompería como ya me paso una vez.
Me levanto aun con sueño y me voy directo al baño. El agua tibia me despertaría pero no contaba con que a mitad de la ducha se acabara el gas y el gua saliera congelada. Salgo y me visto rápidamente para entrar en calor.
Al bajar a la sala siento el frío ambiente así que decido hacerme una taza de café. No hay alma en pena por la casa, solo estoy yo y no se como sentirme al respecto. Me he acostumbrado ha estar sola por la casa, limpiando, comiendo comida chatarra o en ocaciones cocinando algo sencillo, pero no es como si me gustara del todo. La ausencia de mi papá es demasiado notoria y aunque mi vida era un infierno, el que no esté aquí causa muchos problemas.
El dinero que deja en la mesa no siempre es suficiente.
Reviso la cocina y queda suficiente gas para poner la tetera, nuevamente desayunaré café y alguna fruta.
Al terminar mi ya habituales acciones, es hora de ir a la escuela por lo que tomo mis cosas y me encamino. No me encuentro a Dean y se me hace raro, no hemos hablado desde ayer cuando tomó esa decisión.
La verdad es que sigo sin estar de acuerdo pero no es algo en lo que yo pueda entrometerme, si Dean se mantuvo distante de mi situación cuando se lo pedí yo haré lo mismo, aunque me sea difícil y me aterre.
Cuando me encuentro con los chicos sigo preocupada, ellos también preguntan por él. Decidimos esperar a que llegará y si no lo hacía lo llamaríamos en el primer recreo. A cada minuto miraba la hora, y ni al comienzo ni en la mitad de la clase llegó.
- Llámalo Clary- dice bruno
Me dispongo a llamarlo pero el identificador de llamadas me tira su nombre antes de que pueda marcar su número. Sonrío ante eso.
- Hey bestia, ¿Donde estas? Te has perdido la primera clase, no estuvo tan mal- le hablo
- Clar... me alegro que contestaras-dice serio logrando que yo me ponga igual
- Dean, ¿Donde estas?- ya no bromeo
- Tu sabes donde estoy niñata, bueno, donde estaré en unas cuantas horas más.
Lo comprendo de inmediato. No necesita decir más, puedo entender cada maldita palabra y el miedo aparece de nuevo junto con el enojo y el nerviosismo.
- No bromees Dean- él no dice nada- Pero nunca dijiste que sería tan pronto, pensé que seria en unos par días... yo no...
- Cálmate Clary. Fue precisamente por esto que no te lo dije, te pondrías igual o peor y...
- ¡¿Y como diablos quieres que me ponga?!- los chicos me miran preocupados
- Sé que debes estar enojada pero por favor entiéndeme. Era mejor así. Tampoco le dije nada a a los chicos, solo tú sabes a donde iré, por eso te quería pedir que les contaras un poco de mi. Solo lo más superficial lo demás me corresponde a mi contárselos. Aunque no quieran estar cerca de mi después, deben saberlo.
Luego de eso hay un pequeño silencio y Dean continua diciendo palabras para tranquilizarme. Me pide que le de el teléfono a Bruno, y lo hago. Bruno asiente por algo que le dice Dean y le pasa el teléfono a Lina que hace lo mismo. Cuando el aparato vuelve a mi, escucho nuevamente la voz del pelinegro.
- ¿Clar?
- Dime.
- Cuídate mucho. Quizás no podamos hablar mucho de ahora en adelante, pero tratare de comunicarme contigo. Si te pasa cualquier cosa, ve donde mi madre, ella te esperará a la hora que sea. Por favor, si tienes problemas ve con ella.
- Dean no puedo estar molestando a tu madre.
- Fue ella quien me dijo que fueras. Sabe que no la pasas bien.
- ¿Cómo...?
- Mi madre no es tonta Clar, ella conoce como luce un golpe. Esa vez en el parque cuando tu madre te... bueno tu sabes. Esa vez te llevé a casa a curar tus heridas, ¿recuerdas? Cuanto te vio dijiste que los cortes te los hizo un gato y que tus golpes se debían a que te habías caído, obviamente ella no te creyó. Yo no le dije nada, tú me pediste que guardara distancia del asunto y lo hice, no quería pero lo hice. Sin embargo, ella se dio cuenta por si sola de que algo no andaba bien. Así que prométeme que iras con ella si pasa algo.
- Esta bien Dean, lo prometo. Pero solo lo haré si es algo muy grave.
- Gggg... - gruñe un poco pero acepta mi respuesta- Me tengo que ir Clar, nos veremos luego.
- ¿Cuándo vuelves?
- No lo se. Espero que dentro de unos días pero estoy seguro de que no será tan fácil.
- Okey.
- Adiós, cuídate.
- Tu también. Y bestia...
- ¿Si?
- Te quiero- lo escucho respirar un poco agitado
- Yo también niñata, no te imaginas cuanto- mis ojos se llenan de las lagrimas que he contenido en toda la llamada, solo las dejo caer cuando escucho que ha cortado.
Los chicos me rodean en un abrazo protector y nos encaminamos a una banca. Lina me sigue abrazando lo que me calma bastante y me acuerdo de lo que me pidió Dean. Pienso en lo que puedo decirles y llamo su atención.
- Supongo que Dean no les dijo nada de porqué no está- ellos niegan y suspiro- Bien, me pidió que les contara unas cosas. Pero antes que nada, debo decirles que esto no puede salir de aquí y tampoco quiero que se dejen llevar por lo que sea que sientan luego de escucharme. Pase lo que pase, crean lo que crean, Dean no es una mala persona.