Narra Clary
Es muy difícil que las personas podamos mostrarnos tal cual somos frente a los demás. El miedo al rechazo, la vergüenza, todo influye en nuestra decisión de aparentar.
No pensé que Lina reaccionaria así ese día, en verdad me lleve una sorpresa, una de las buenas. Siento que nos hemos unido más después de todo eso.
Somos cuatro, ya no más los cinco que bromeábamos. Solo cuatro.
He podido superar un poco la decepción, obviamente no del todo porque perder a una de las personas que más querías no es fácil, pero me he resignado a que no es el fin del mundo ni nada por el estilo.
Como dijo Dean una vez, las personas van y vienen, unas se quedan y otras deciden irse.
- Yo no me alejaré nunca, estaré contigo siem...- dijo él un día, y yo lo interrumpí
- No, no lo digas. El "siempre" es una palabra tan vana, que se desvanece en el momento en el que hay que demostrarlo. Eso es lo que creo. Pero sí te diré que, mientras dure, tu sola presencia será una de las cosas más bonitas que me puedan haber pasado- dije sincera
Él guardo silencio, solo me miraba con esos ojos cafés. Veía tantas cosas en ellos pero no podría explicar ninguna.
- ¡Clary, de prisa!- grita Lina, agitando una de sus manos y con la otra prendida del brazo de Bruno
Nuevamente yo y mis pensamientos. Se me olvidaba que estábamos de paseo. La idea fue de Bruno, cuando se enteró de todo lo que pasó con Sara dijo que teníamos que despejarnos. Así que nos invitó al parque de diversiones.
Dean iba delante de todos, con sus típicos jeans oscuros, camiseta manga corta color crema y chaqueta en una mano, mientas que otra reposaba dentro del bolsillo delantero de su jeans.
Varias chicas se voltearon a verlo, susurraban entre ellas y le mandaban miraditas que me hacían querer golpearlas.
Entonces recordé lo del parque, aquel día de la ultima crisis de mamá. El beso. Ha pasado mucho desde aquel día. Como si llamara su atención Dean voltea a vernos.
- Ah si, ya voy- me entro vergüenza así que me apresuro a llegar al lado de los chicos
Dean no se mueve, y los chicos pasan por su lado, cuando yo lo iba a hacer él habla.
- ¿Pasa algo tomatito?- dice burlesco
- ¿Toma... que?- digo nerviosa
- Okey. fingiré que no estas completamente roja- dice con una risotada
En estos momentos quiera matarlo, enserio. Pero luego recuerdo que lo quiero y se me pasa.
Espera...
¿Qué?
Oh mierda. Mejor sigo caminando.
Él ríe aún más fuerte, acaparando más miradas, y luego se une a nosotros. Así comenzamos nuestro día.
Nos subimos a tantas atracciones que he perdido la cuanta, y he comido tanto helado que creo que perdí un grado en mi temperatura. Nunca la había pasado tan bien.
Bruno se pasado parte de la mañana diciendo malos chistes, que solo de lo malo que son nos hacen reír.
Salir con dos chicos guapos tiene su ventaja. Cuando almorzamos, la chica que nos atendió nos dio un pedazo de pastel de chocolate exquisito, y gratis. Aunque no despegaba sus ojos de los chicos.
Cuando mire por un segundo a la chica Dean ataco mi trozo, y yo le pegue con el tenedor al darme cuenta, para que no se comiera mi postre.
- ¡Hey!- dije
- No te distraigas o no comerás pastel- dijo divertido mirando mi pastel
Él ya se había devorado el suyo. ¡Eso si fue rápido! Por eso quería el mio. Los chicos solo nos veían de una manera extraña.
Nos íbamos a subir a la montaña rusa, yo iba a ir con Lina pero ella se levanto rápidamente y Bruno empujo a Den al asiento. Ellos se minaron cómplices y se fueron a los asientos del final.
- ¿Qué rayos fue eso?- dije
- Emm... No se- dice encogiéndose de hombros- Debieron darse cuenta, así que mejor dejamos de fingir.
- ¿Ah? ¿De que hablas?- estaba confundida
Él volteo a ver hacia adelante porque el carro a ya comenzaba a subir, pero regresó la vista nuevamente a mi.
- Hablo de dejar de fingir que no nos gustamos, que no queremos estar cerca el uno del otro- mi boca se abrió al igual que mis ojos
Eso si que no me lo esperaba.
- ¿O me equivoco Clary, y soy solo yo el que quiere estar cerca de ti y el que está sintiendo todo esto?- estaba muy serio pero se acerco peligrosamente a mi cara
- Yo... ¡Ay mierda!- no pude responder, por un lado porque estaba impactada y por el otro, el carro había descendido rápidamente haciendo que me sorprendiera tanto que me tuve aferrar a la barra de protección frente a mi.
Mi corazón latía muy rápido y no era solamente por la montaña rusa. Escuchaba los gritos de todos, algunos de miedo y otros de diversión. Los de Dean se unieron haciéndome saber que lo disfrutaba y contagiándome a mi también la alegría.
Luego de unas vueltas el juego se detuvo y nos bajamos.
- ¡Eso estuvo de pelos!- dijo Bruno
- Me encanto- comente
- Creo que voy a vomitar- hablo Lina, pero se notaba que estaba muy feliz
- Creo que se ha convertido en atracción favorita- dijo Dean y todos nos reímos