Light and darkness

Vida nocturna

Mi nombre es Kevin y trabajo en un casino todas las noches. Mi trabajo consiste en atender a los clientes y servirles bebidas mientras juegan. El ambiente aquí es oscuro y lleno de humo de cigarrillo, pero me siento vivo en medio de todo el caos y la emoción del lugar.

Conocí a algunas personas bastante cuestionables aquí, como mis amigos Sam y Jake, que también trabajan en el casino. Nos divertimos juntos, pero sé que no son las mejores influencias. A veces, salimos a beber juntos después del trabajo y hacemos cosas que no deberíamos hacer.

Hablando de beber, esa es una de mis adicciones. Me gusta beber más de lo que debería y a menudo me encuentro bebiendo solo en casa. No sé por qué me gusta tanto, pero me ayuda a olvidar todo lo que me hace sentir mal

En realidad, no tengo mucho que me haga sentir bien en este momento. Me siento atrapado en esta vida nocturna, con su promiscuidad, desenfreno y caos. Me da la impresión de que no hay salida para mí, pero no puedo admitirlo ante nadie.

A veces, en medio de todo este ruido, recuerdo las historias que mi abuela solía contarme cuando era niño. Era una gran narradora. Me contaba historias sobre héroes y valientes guerreros que luchaban por la luz en la oscuridad. A menudo me pregunto si alguna vez podré ser como esos héroes en las historias de mi abuela.

A pesar de que mi abuela murió hace varios años, todavía la extraño y me gusta recordar las historias que me contaba. Me ayudan a desconectarme de la vida que llevo ahora y me hacen sentir un poco menos solo.

Sin embargo, cuando la realidad vuelve a golpearme en la cara, me doy cuenta de que tengo que encontrar una manera de salir de este ciclo de autodestrucción en el que estoy atrapado. Pero por ahora, el sonido de las máquinas tragamonedas y el olor a tabaco y alcohol son las únicas cosas que me mantienen en marcha.

Finalmente, llegué a casa cuando ya estaba amaneciendo. Me di una larga ducha para quitarme el olor a tabaco y alcohol que impregnaba mi ropa y mi piel. Al salir de la ducha, me miré en el espejo y no pude evitar cuestionar mi vida.

¿Realmente esto es lo que quiero para mí? ¿Esta vida de caos, alcohol, promiscuidad y desenfreno? ¿No hay nada más que pueda hacer con mi vida?

Me vestí y me acosté en mi cama, tratando de dejar de lado esos pensamientos oscuros.

Esa noche, tomé una decisión. Sabía que no sería fácil, pero necesitaba cambiar mi vida. Necesitaba dejar atrás las adicciones, las malas amistades y el trabajo en el casino.

Con esa determinación, cerré los ojos y finalmente caí dormido, con la esperanza de que el mañana sería el primer día de mi nueva vida.

 




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