"Desánimo"
Sus ojos permanecían cerrados mientras sus oídos eran invadidos por la música de los audífonos. Sentía el sol caerle de lleno, pero no le interesaba, estaba a gusto ahí.
Suni pensó que tomar sol en la piscina se podría bien volver una de sus actividades favoritas.
Ni siquiera sabía que hora eran, pero como no tenía nada que hacer entonces tampoco le importaba. Intuía que eran las cuatro de la tarde, más o menos.
Se acomodó en la reposera y subió un poco más el volúmen de la música con la intención de irse totalmente a otro mundo gracias al sonido. Tenía sueño, y no le extrañaría quedarse dormida en cualquier momento.
Un par de ojos la observaban en la lejanía con total desprecio. La pelinegra se preguntó si la mocosa sabía nadar, no pudo evitar soltar una risa de burla.
— Seguro que no —musitó con una sonrisa torcida en los labios.
La odiaba, no tenía una razón coherente a decir verdad, sólo sentía que no toleraba a la cría malcriada esa.
Miró a todos lados y notó que los jardineros hoy no estaban, así que se mojó los labios con impaciencia y comenzó a caminar hacia Suni. Cuando llegó, la vio con el rostro ladeado respirando apacible, al parecer se había quedado dormida.
Se mordió el labio traviesa y levantó con cuidado el respaldar del asiento, sólo un poco, y al instante sólo las ruedas delanteras quedaron como soporte.
Suzy entrecerró ligeramente los ojos con maldad y rápidamente empujó varios pasos la reposera hasta tirarla a la piscina, con Suni y todo.
Al instante salió corriendo un poco más allá para no levantar sospechas. Vio cuando la chica salió del agua viendo hacia todos lados, así que ella fingió sorpresa y se acercó corriendo.
— Suni, ¿estás bien? —preguntó mirándola desde el borde.
La castaña asintió todavía algo desubicada y comenzó a nadar hasta la orilla para salir, así que Suzy se inclinó un poco estirando la mano.
— Déjame ayudarte —ofreció.
La adolescente la miró un momento quitándose el cabello pegado a su rostro y terminó aceptando, pero sin previo aviso su cabeza fue hundida en el agua nuevamente.
Suzy estaba arrodillada mientras le agarraba el cabello y la mantenía bajo el agua, ahogándola.
— Quédate quieta, pequeña Suni —susurró viendo como la chica manoteaba al aire, intentando salir pero los dedos de la mayor estaban sujetando su cabello así que tampoco podía escapar por debajo del agua.
A los segundos, Suni ya no se movió y comenzó a hundirse, pero Suzy la mantuvo flotando y enseguida comenzó a gritar usando sus habilidades de actuación.
— ¡Hyunjin! —llamó fingiendo desesperación —¡Hyunjin!
Cuando vio al chico salir al jardín, comenzó a tirar de Suni para sacarla del agua.
El morocho al verla, enseguida salió corriendo hasta llegar a ella.
— Rápido, ayúdame —pidió la pelinegra jalando del brazo a la menor.
— ¡¿Qué mierda pasó?! —bramó él desesperado. Agarró el otro brazo y entre los dos sacaron a Suni que salió con peso muerto —. Suni, despierta. ¡Joder! Por favor, despierta —suplicó el chico mientras la movía.
Se preparó para el RCP, pero repentinamente Suni abrió los ojos y sin previo aviso se sentó y empujó a Suzy al agua, causando que cayera de espaldas a la piscina.
Tosió un poco, pero se levantó sin dificultad mientras Hyunjin la miraba arrodillado en el suelo sin entender qué demonios estaba pasando.
— ¡Tú! —gritó la chica desde la piscina. Quería salir y golpear a esa maldita cría —. ¡Hyunjin, dile algo! ¡Mira lo que hizo! —exigió en un chillido mirándolo.
Suni sonrió mientras se estrujaba el cabello sin importancia.
—Él no me dirá nada —rió divertida. Bajó la vista y miró al mencionado —. ¿Verdad?
Él negó instantáneamente con la cabeza mientras se colocaba de pie. Suni le sonrió y acarició su rostro gentilmente, pero al instante él también terminó dentro de la piscina.
Los dos mayores miraban a la adolescente desde el agua, mientras ella se acuclillaba al borde y los miraba divertida.
— ¿Creen qué pueden jugar conmigo? Se piensan que por ser una cría de dieciséis años pueden pasarme por encima —comentó sonriendo irónica.
— ¡Eres una bastarda! ¡Espera a que salga de aquí y te agarre! —chilló la mayor haciendo el ademán de caminar hacia la castaña, pero rápidamente Hyunjin la sujetó del brazo.
— Ah, ah, ah —negó con el índice de forma burlesca y sonriente —, en este lugar mis garras son más grandes que las tuyas, no vaya a ser cosa que te topes de frente con ellas —amenazó.
Suzy apretó los dientes con cólera mientras el morocho sólo desviaba la vista sin poder decirle nada. Se merecía aquello, sentía que Suni se estaba desquitando con él por lo que sucedió y si eso la hacía sentir mejor, entonces él aceptaba cualquier cosa. No podía evitar sorprenderse por lo dura y altanera que se había vuelto, ¿dónde quedó la Suni callada y amable? Quizá era su culpa que ella se estuviera comportando así, no podía culparla.
De todas formas, siendo la odiosa que era ahora, no podía evitar verla igual de perfecta que antes, o incluso hasta más.
— Disfruten su baño —deseó finalmente la chica mientras metía la mano al agua y les tiraba un poco, soltó una risa baja, maliciosa, y se alejó caminando apacible mientras se terminaba de quitar el exceso de agua del cabello.
— Maldita mocosa de mierda —masculló Suzy mientras iba hasta las escaleras y salía hecha una furia. Miró al chico que salió tranquilo mientras intentaba quitarse el agua de los oídos —. ¿No dirás nada? ¿Qué demonios te ocurre? Nunca hubieras aceptado algo así, esa pequeña perra estaría degollada.
— No le digas así —dijo sin mirarla, la advertencia estaba por todos lados —. Ella es tu superior aquí, así que mantente alejada.
— ¿Superior? ¡Ja! Claro —soltó con ironía.
Hyunjin suspiró cansino.
— Sólo mantente alejada de ella.