El gran y basto imperio se tornó de luto, en el horizonte la bruma amenazaba por expandirse entre todo el mundo y en los corazones de los habitantes el dolor de su pérdida se hacía presente. En el palacio real un manto color oscuro se cernía sobre aquella caja donde reposaba el cuerpo sin vida de ese gran hombre. Las falsas lágrimas se escapaban de los ojos de los príncipes y princesas, mientras que la emperatriz era consolada por uno de sus hijos.
Había muerto el emperador.
En su vida fue un hombre que gobernó de manera eficaz esta gran nación, pero los días no pasan en vano y el peso de los años se enterró en su espalda hasta que ya no pudo respirar. Se declaró un mes de luto en donde nadie podía salir de sus hogares y debían copiar sutras. Pasado ese tiempo y cuando el dolor ya no era tan intenso, fueron llamados los dieciséis hijos que el emperador había de tener.
Era hora de elegir al próximo gobernante que tomaría todo el poder sobre Jerala . Como yo era la 8va princesa debía estar presente aunque fuera una gran pérdida de tiempo. Me llamaban la "princesa olvidada", como mi apodo lo deja implícito, mi padre nunca me amó y jamás fue ni siquiera una sola vez a visitarme. Para él, yo no era la 8va princesa ni tampoco su hija. Me dolía mucho como mis demás hermanos se burlaban de mí y me humillaban en frente de los demás.
"Bastarda", "hija no filial", "no mereces ser llamada princesa y menos que me digas hermana",
Esas, entre muchas más eran las palabras que escuchaba muy a menudo de mis hermanos.
Con el tiempo, los fui olvidando y mi comportamiento se volvió mucho más frío y distante. Casi nunca me relaciono con los demás herederos ni me interesan ninguno de ellos. Hoy, es el día en que cualquiera de esos malagradecidos se convertirá en el emperador, dependiendo de lo que mi padre haya dejado plasmado en su testimonio, pues fue él ,quien decidió antes de morir cual se quedará con el trono. Vine solo hasta aquí por curiosidad, no es que me interese ver como cada uno de esos buitres se pelean entre sí cuando digan el nombre del escogido.
Ni siquiera me tomé la libertad de arreglarme para la ocasión, odio tener que estar vistiendo esos estúpidos quimonos tan apretados y calurosos cargados con demasiados adornos que dejan aturdidos los ojos, además de los escandalosos peinados que debíamos usar todos los días. Muchas fueron las quejas y los regaños que recibía por estar "mal vestida" que la verdad ya no me importaban. Para resumir mi vida, era un completo desastre frente a los ojos de las demás doncellas "correctas".
Llegué al gran salón y sin perder mucho tiempo me senté en uno de los primeros asientos, podría así presenciar mejor el espectáculo.
- Hermana, tienes mucho coraje al venir ¿Acaso alguien como tú tiene la esperanza de convertirse en emperatriz?- Expresó la 5ta princesa con una sonrisa de burla y desprecio en el rostro
- No querida, solo venía a ver quién de esos bastardos se convertirá en el próximo rey patético - Dije mientras señalaba a cada uno de mis hermanos incluyéndola a ella.
- Perra como te atreves...
En ese momento la emperatriz entró y todos hicieron silencio. La hermosa mujer caminaba erguida a través del largo pasillo hasta llegar al trono donde tomó asiento.
- Que la gloria y bendición de los dioses esté siempre con todos vosotros-
Expresó con gran elegancia aquella mujer de unos sesenta años mientras hacía una leve reverencia. Los allí presentes hicieron lo mismo en señal de respeto, yo,solo me incliné un poco, estaba deseosa de que esto terminara lo más rápido posible.
-Como todos vosotros ya lo sabéis, hoy es el día en que se dará a conocer ,quién tomará este tan importante cargo. Estoy completamente segura de que el antiguo emperador escogió con gran sabiduría al próximo gobernante de Jerala,también doy por hecho que será un rey ejemplar así como lo fue su padre.
El eunuco se acercó y abrió con sumo cuidado aquella preciosa caja adornada con flores de oro y demás piedras preciosas. La emperatriz tomó un pergamino que había en su interior y lo desenvolvió lentamente, entonces prosiguió a leer. Estuvo, literal, una hora leyendo aquel estúpido papel. Estaba a punto de largarme cuando comentó que ya era hora de decir el nombre.
- Por ende, le otorgo el trono así como las riquezas y todo el poder del imperio a.... -
Puse los ojos en blanco esperando el nombre, estaba un poco ansiosa por saber cuál de estos estúpidos será el escogido. La emperatriz abrió los ojos como platos y casi se atraganta mientras miraba con detalle el pergamino
- La... La...a la 8va princesa de Jerala, Kumiko... Lue