Tomar aire se vuelve una tarea difícil después de que mi pecho se estrella contra el suelo, recobro la compostura y retrocedo.
-Quiero pensar que no fuiste tú quien la invitó
Me dice con clara furia en su voz, trato de mantenerme serena, tartamudear solo la sacaría de sus casillas
-No, ella insistió
Aunque en parte es verdad es cierto que en realidad de haberme negado ella lo hubiese aceptado, pero eso a oídos de mi mamá significa que yo la invite así que una mentira piadosa a cambio de ahorrarme una una paliza no parece tan mala idea, se acerca con la mano alzada y trato de prepararme para el impacto pero en cambio sólo escucho el suspiro de mi mamá para después sentir su fría mano acariciando mi rostro, abro los ojos y encuentro su rostro que me mira con una pequeña sonrisa
-entiendes porque hago esto?
Me quedo en silencio, no quiere que conteste
-Porque te quiero y quiero lo mejor para ti mi amor
Acaricia mi cabello pasando sus delgados dedos entre el
-El mundo allá afuera es cruel, no todos van a ser amables contigo
-Si,mamá...
-Muy bien...
Pero antes de que pueda destensar mis músculos toma mi cabello y lo tira hacia atrás
-Pero si me vuelvo a enterar que trajiste a alguien a casa de nuevo, no pienso dejarlo pasar, entendiste?
Asiento en medida de lo que su agarre me permite
-De acuerdo, ahora haz la comida, o esperas que la haga yo?
Niego con rapidez dirigiéndome a la cocina, después de una media hora la comida ya está en la mesa, una mesa de madera algo desgastada en medio de un comedor que da directo a la cocina, todo es muy sencillo y hasta cierto punto pequeño, pero es para lo que nos alcanza y no es tanto problema debido a que somos sólo dos personas, aprovechar lo qué hay en la alacena pero tampoco usar demás es un hábito necesario.
La hora de la comida pasa en silencio y ya terminada la mujer que tengo por madre sale de nuevo a “trabajar” aunque en realidad no creo que exista algún trabajo que haga que regreses oliendo a alcohol, de igual modo no le doy vueltas al asunto, solo tengo que dejar limpio, la cena lista y estar dormida para cuando regrese.
Una vez termino de asear la casa me dirijo a mi habitación abriendo mi laptop -Una vieja de segunda mano que conseguimos en oferta, está algo sucia y la pantalla está algo rota de la esquina inferior derecha pero fuera de eso funciona bastante bien- lo pienso por un par de segundos y abro una pestaña buscando la Banda que Sarah mencionó un par de horas atrás, es una chica bastante agradable por lo que me interesa saber un poco más de ella, decido escuchar un par de canciones mientras hago mis deberes y estudio un par de temas que vienen en la guía de estudio, sin embargo ese “par de canciones” acaban volviéndose dos álbumes completos al final es una muy buena Banda.
Observo la hora y recojo rápidamente mis cosas, preparo una cena bastante sencilla y limpio la cocina, no tengo hambre por lo que termino yéndome a dormir sin cenar, me recuesto y por fin después de un largo día me permito relajarme e imaginar un mundo donde aquella mujer que tanto me detesta, en realidad me ama, cuando llega la noche me permito bajar la guardia, es el único momento en el que mis sueños me protegen poco a poco el dolor de los golpes se hace más presente y me doy cuenta de que respirar es algo doloroso desgraciadamente el dolor me regresa al mundo real, el mundo donde tengo que demostrar que soy la mejor constantemente, un mundo donde el más mínimo error trae consecuencias espantosas...un mundo donde en realidad...jamás me he sentido amada, dejo que pequeñas lagrimas escapen por mis ojos y el dolor en mi pecho, en mi corazón, es aun mas inmenso que todos los moretones en mi cuerpo juntos.
Un dolor demasiado grande...
Para un corazón tan joven...