Entre mis deseos más oscuros, el siempre estaba presente con su hermosa sonrisa que me hacia incluso ponerme nerviosa, tenía un toque de inocencia pero también de peligro.
Sabía que no podíamos tocarnos pero si podíamos pensarnos, pero incluso yo tenía mis deseos y pensamientos más oscuros pero como lo deseo, no deseo a nadie más pero al desearlo es peligroso e incluso prohibido porque me puse esos límites que no podía romper.
Solo yo sabía lo que pasaba entre mis deseos más oscuros.