Lo Que Nunca Esperas

Capítulo 36

Estoy en el baño de mi cuarto poniéndome un atuendo de toda la ropa que Levid me regalo.

Me pongo una falda negra a cuadros, unos converse rosas junto con una blusa del mismo color ligeramente escotada y dejo mi cabello suelto.

Me maquillo rápidamente mirándome al espejo y sintiendo mi corazón latir con fuerza al saber que Jack está detrás de la puerta, en una habitación vacía, donde estaremos totalmente solos esta vez, sin tener que pensar en que Levid y Alberth están escuchando alrededor…

Levid…

Muerdo mi labio inferior.

No debo de hacer nada, no voy a hacer nada, no debo lastimar a Levid, él no lo merece, él es el que menos afectado debe salir de todo esto.

Me odio, me odio ¿Por qué no puedo controlar esto que siento por Jack?

Suspiro agitadamente y salgo al fin del baño.

Jack se encuentra parado frente a mi armario buscando algo con tranquilidad cuando noto que tiene mi ropa interior en las manos examinándola detenidamente y abro la boca totalmente indignada.

-¡Jack!- grito corriendo hacia él y quitándosela de un tirón mientras él me sonríe juguetón- ¿¡Como mierda abriste el armario!? ¡Tiene llave!- le informo y él suspira mirándome como si fuera tonta, poniendo los ojos en blanco.

-Giselle, podría abrir la oficina principal de la casa blanca ¿Crees que tu armario de academia pueden mantener tus cosas realmente cerradas?- se burla cerrando las puertas- Además…- murmura mostrándome la llave que cuelga de su mano la cual le arrebato.

-¿Sabes? deberías de comenzar a poner más atención en tus clases, te la he quitado hace mucho tiempo y ni siquiera lo has notado- asegura.

Jack me sonríe juguetón y sus hermosos ojos azules me evalúan mientras una sonrisa se le dibuja en el rostro la cual quiero quitarle de una bofetada.

-Y podrías hacer el honor de decirme ¿Por qué me has quitado la llave? ¿Y por qué buscabas en mi ropa interior?- gruño tratando de mantener la calma.

Jack me mira inocentemente.

-Pero Giselle, yo solo estaba tratando de ver que es lo que tenías en tu cuarto, solo estaba tratando de ver que no hubiera nada peligroso, además, no vaya a ser que algún loco se le ocurra poner una cámara en tu habitación- dice guiñándome un ojo y abro la boca de la sorpresa mientras lo señalo.

-¡No serias capaz!- digo asustada y él solo se recuesta en mi cama provocativamente mientas posa ambas manos en su nuca con una sonrisa.

-¿Me crees capaz de semejante violación a tu privacidad?- pregunta negando con la cabeza- Sabes que sería incapaz- se burla.

Siento la sangre hervir mientras aprieto mis puños.

-¡Eres un maldito degenerado!- grito lanzándome contra él para darle una bofetada, desgraciadamente para mí, creo que eso es lo que él esperaba o lo que estaba tratando de provocar ya que a unos cuantos centímetros de su rostro aparta mis manos con habilidad  de su rostro desestabilizándome mientras se quita del camino y termino cayendo de bruces a la cama seguido de una sonora carcajada de su parte a mi lado mientras se levanta.

Sé que no puedo ganarle si nos enfrentamos físicamente, así que usare el arma que toda mujer puede utilizar y que en mi caso, es sumamente fácil de aplicar.

Suelto un quejido y llevo mis manos a mi rostro soltando un pequeño sollozo como si estuviera tratando de aguantar el llanto y dejando mi rostro en total anonimato.

Jack me toma por los hombros al instante.

-¿Giselle te lastimaste?- pregunta horrorizado Jack tomándome por las manos para apartarlas de mi rostro, pero una vez que lo tengo lo suficientemente cerca le doy la bofetada que tanto deseaba, utilizando toda la fuerza que me es posible.

Jack me mira sorprendido mientras le sonrío de oreja a oreja.

-Nunca subestimes a una chica- le digo con firmeza.

Jack parece paralizado un momento por lo que acaba de pasar mientras hace un gesto que jamás le había visto en la vida, parece realmente  impactado y sorprendido así que comienzo a reír con fuerza.

Jack sonríe de medio lado notando lo que acaba de pasar y me toma las manos con fuerza poniéndolas a cada lado de mi cuerpo y sonríe acercándose a mi cuerpo.

-Eres realmente increíble- dice con una sonrisa sincera- Igualmente yo gano- asegura ejerciendo fuerza contra mi cuerpo provocando que caiga hacia atrás y él aun con mis manos inmovilizadas, pega su cuerpo al mío subiendo en mí- Porque ahora te tengo justo donde quería- asegura con suficiencia.



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En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

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