#21

Es para èl.

Entre las mil y una cosa que podría decirle solo le sonrió. Entre los besos que podría darle solo lo observó.
Está ahí, tan cerca que parece lejano. Tan cerrado a mi querer que duele.
Por las noches cierro los ojos pensando en su calidez, su manera tan brusca de hablar, la frialdad en su mirada y lo dulce de sus abrazos.
Y es que no es para mí, su vida, sus pensamientos, la capacidad de solucionarlo todo con inteligencia. Es demasiado, casi tan perfecto e imperfecto que no logro diferenciar que parte me agrada mas.
Me hace enojar, es molesto y arrogante.
Me hace sonreír es gracioso y amable.
Cada partícula de mi cuerpo reacciona cuando se acerca, cuando me habla al oído. Mi respiración se vuelve lenta y pesada con el rozar de su mano con la mía al caminar.
En momentos solo me imagino el estar solos al sonido de Wonderwall , abrazados, sin que nadie me pueda dañar y es que cada vez que me acurrucó en sus brazos siento seguridad, calma, felicidad.
¿Quien iba a decirme que alguien como él podría hacerme sentir tan bien?
Lo único que se es que lo quiero y a pesar de no ser correspondido prefiero hundirme en esto que tenemos que sumirme en la oscuridad de extrañarlo, de alejarme y no verlo más.
¿Que estoy prolongando el dolor?
Es evidente pero entre sufrir ahora o después, prefiero tener esperanzas de no sufrir jamás.