Lobo.

Pasado (19)


—¿De verdad tienen que irse?

—Sí, a Almery también le afecta el eclipse y además Ameth está tras nosotros por la ausencia en las reuniones del consejo —contesta Ágatha para después abrazarme—. No dejes que te impidan salir, ellos...

—Ágatha no —la voz de Almery interrumpe sus palabras—. Debemos irnos antes de que el eclipse comience.

—¿En dónde está Gregory? —suelto provocando que ambos se tensen—. He evitado preguntar a la espera de que alguien me lo diga, pero veo que eso nunca va a pasar. ¿Quiero saber dónde y por qué no está aquí?

—Eira, mi hermano...

—Si vas a mentirme mejor cállate —hablo cansada.

—Gregory está en Eisenberg, es lo mejor para un lobo artificial. No es como yo o Alix, a él pueden hacerle mucho daño, así que lo mejor para protegerte y protegerlo, es que se mantengan lejos uno del otro —explica Almery mirando sobre mí hombro—. Deberías estar, Elliot quiere hablar contigo.

—¿Qué es un lobo artificial? —le pregunto al tiempo en que le tomo del brazo para impedir que se vaya.

—Alguien que fuera creado y no nacido como uno —responde zafándose de mí agarre—. Mi padre conoció a Gregory en el bosque, los vampiros lo habían atacado, perdió mucha sangre y la única forma de prolongar su vida, era infectándolo.

—¿Hace cuánto tiempo fue eso?

—Hace cincuenta años —dice antes de alejarse hacia su camioneta, llevándose con él a Ágatha.

—Eira, entra. Mi padre quiere hablar contigo —anuncia Eiden desde la puerta.

Veo la camioneta de Almery alejarse y perderse por el bosque.

—Eira, por favor entra.

Me giro en su dirección y soltando un suspiro hago lo que me dice. Eiden de inmediato cierra la puerta tras de mí con llave.

—¿Por qué la cierras con llave?

—Seguridad, es todo —responde con una sonrisa—. Mi padre te espera en su despacho.

Asiento con la cabeza y camino hacia el despacho. La puerta se encuentra entre abierta y el olor a humedad llega a mis fosas nasales.

—Pasa Eira —la voz de Elliot me hace pegar un salto hacia atrás—. Te estamos esperando.

Empujó la puerta suavemente abriéndome paso y encontrándome con Stella y Eliot sentados en un sofá color rojo.

—¿Qué pasa? —les interrogo, pero ambos solo me señalan la silla frente a ellos.

—Antes de que suceda algo más, debes saber la verdad por completo —informa Stella tomando la mano de su esposo—. Elliot sabe todo sobre Alix y va a contarte de una vez por todas toda la verdad sobre su pasado.

Elliot parece dispuesto a hablar, pero el sonido de golpes arriba provoca que me levanté de mi silla asustada.

—Toma asiento Eira y escucha la historia del porque antes de que Alix, Koray y todos nosotros naciéramos, ha habido tanta guerra y quienes son los culpables de esta, pero comenzaré desde el principio cuando el consejo de Aglor estaba también integrado por vampiros. El padre de Vladimir fue el primero y único en su clase en formar un pacto con todos los demás seres sobrenaturales para evitar más guerras y muertes —hace una pausa—. Su hijo y el hijo del Alpha prosperaron en una gran amistad, logrando de muchos creyeran en la unión seria permanente entre ambas razas, hasta que una mujer aprecio.

»Amina Lowell hija de cazadores conoció a Milor y a Vladimir en un baile en el castillo real de los Cobognerwotf. Nadie supo que la aparición de esa niña derrumbaría la gran alianza y es que cuanto más crecía, más hermosa se hacía y Vladimir no tardo en enamorase de ella. La cortejo durante mucho tiempo, pero Amina tenía su atención sobre alguien más, sobre Milor.

—¿Estaba enamorada del mejor amigo de Vladimir? —pregunto sorprendida.

—Sí, pero Milor sabía que su amigo también lo estaba de ella y no quería poner en riesgo su amistad, sin embargo, sus esfuerzos dejaron de funcionar el día que se dio cuenta de que lo que él también sentía por ella era más que un simple enamoramiento, Amina era su única. Ella era la mujer destinada para él —Elliot respira profundo como si lo que fuera a contarme a continuación fuera difícil—. Milor tomo el puesto de su padre a la edad de sesenta años y Vladimir sucedió de igual forma a su padre, sin saber que su propia amistad y la paz estaba apunto de acabarse.

»Milor había empezado a cortejar a Amina a escondidas y para cuando todos se habían enterado ya estaban comprometidos. Vladimir se sintió traicionado, y aunque su amigo le explicado de su lazo con ella, eso no impidió que se revelara y provocó una guerra por culpa de su odio. Vladimir desapareció después de masacrar y destruirlo todo, dando suficiente tiempo para que Milor y Amina se casarán, concibieran su primer hijo y este creciera por más de una década como un digno heredero.

—¿Cómo se llamaba su hijo? —pregunto interesada.

—Su nombre era Alix y mientras todo prosperaba y el consejo se esforzada para mantener la unión y la protección, Vladimir un día volvió, pero no solo, ahora a su lado venia un ejército más grande que el anterior, ahora su único propósito era asesinar al que un día fue su amigo y a la mujer que una vez amo. Fue cruel y despistado, no tuvo ni la más mínima compasión en matar frente a Alix a sus padres —el padre de los gemelos traga con dificultad—. Y no solo se conformó con arruinar la vida de un niño, si no que también arruinó la de su hijo. Le transmitió todo su enfermizo desprecio por Milor, Amina y su hijo. Koray se volvió el reemplazo de su padre, arrastro cada gota de odio, rencor y sed de venganza de este cuando ni siquiera debió hacerlo.

—¿Koray es el hijo de Vladimir? —pregunto atónita. 
  
—Así es. Por Koray es que la cadena de luchas, guerras y masacres no termina —corrobora Elliot con la voz quebrada—. Muchos hemos perdido cosas y personas valiosas en nuestra vida por culpa de un odio y venganza injustificada. Alix también perdido, tal vez mucho más que todos nosotros. Su madre, su padre, sus abuelos, todo lo que más amaba y veneraba en su vida.




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