Los Amores de Alba

Capitulo 11 "Cenicienta"

Al ver cómo me dejo la estilista de la empresa me siento una mujer diferente, sonrió para mí. El vestido era largo, de la cintura para arriba consistía de un encaje con perlas plateadas con mangas cortas y la cintura para bajo era de un color azul rey y mi peinado consistía en una coleta alta con pequeñas ondas en ella.

Me sentía bien

Escuchó como la puerta es abierta y de ella sale una Rebecca muy atractiva, igual el vestido de ella es Azul rey, ya que Ale así nos lo pidió.

  • Valla princesita – me alaga – te vez maravillosa Alba.
  • Gracias, igual tu eres una tentación – no mentía

Parecía una modelo, su piel blanca hacia que ese vestido resaltara en ella y más su cabellera rubia cayendo detrás de sus hombros.

  • Gracias – se da una vuelta para mí – en fin tenemos que irnos Alejandro ya está en el evento.

Asiento y tomo mi bolso.

 

(…)

 

Al ver a Sol quise hacer un grito de emoción al verla, lucia espectacular en ese vestido rojo. Mi amiga realmente tiene todo lo que un hombre busca, culo y tetas.

  • Estas divina Alba – chilla de emoción asiendo que su jefe levante su vista hacia a mí.

Admito que me puse nerviosa de verlo, pero el luce jodidamente bien, aparto mi vista de el inmediatamente y sonrió hacia mi amiga.

  • Tu igual – al llegar por completo de su lado, veo que Alejandro se acerca hacia a mí y Rebecca.
  • Es hora de entrar – musita viéndonos de arriba abajo sin ningún descaro.
  • Se te van los ojos, galán. – chistea Rebecca con sarcasmo.

Él sonríe y saca de una pequeña caja dos brazaletes de flores azules y nos lo coloca en nuestra muñeca izquierda a ambas.

No me sorprendía que mi jefe sea de esta manera, cuando lo tratas sabes que es un galán que vive de mujeres, pero sea lo que sea es un caballero total.

  • Esto hará que las identifiquen – susurra – tienen que estar atentas y ver que ellos están realmente interesados en firmar con nosotros.

El ignora por completo a Sol y a Santiago, solo fija la vista entre nosotros.

  • ¿Entendido? – asiento – bien, es hora de entrar.

Al ver a Sol veo que ella está escuchando las instrucciones de su jefe, que para mi sorpresa no deja de verme. Trago en seco y vuelvo a evitar su mirada.

La noche era larga y sin contar que todavía falta la cena familiar de mi novio.

 

(…)

A lo largo de la noche estuvimos hablando con varios ejecutivos y compradores de la marca, teníamos que hacer las cosas bien ya que Alejandro se miraba que esta noche era verdaderamente importante.

Faltaba una hora para ir hacia la casa de la abue de Damián, si seguía demorando no alcanzaré a llegar a tiempo.

“¿Ya vienes cariño?”

Al ver el mensaje lo ignoro y me apresuro hacia mi jefe, para dar la información e irme hacia Damián.

Veo que Alejandro está conversando con Rebecca que veo que ella esta un poco cabreada.

  • El embajador chino menciono que está interesado en firmar con nosotros y no con Chevrolet en este año – menciono cuando estoy muy cerca de ambos.

Veo como el asiente y me sonríe para tomar mi hombro en forma de orgullo.

  • Solo falta esperar – menciona Rebecca – eres buena en tu trabajo.
  • Solo es ser bonita y escuchar en silencio. – menciono las palabras que ella alguna vez me dijo.

Veo su rostro lleno de admiración y vuelve a tomar de su bebida.

  • Y si – menciona Ale y me confundo con sus palabras – puedes ir.
  • ¿Qué? – contesto sorprendida y aun confundida.
  • Tu novio llamo y me pidió que te dejara ir temprano – menciona sin apartar la vista de mi – hiciste un buen trabajo, puedes ir.

Admito que sus palabras son como un golpe ¿Por qué Damián me hacía esto? Acaso no le había dicho que iría, ¿Por qué le abro a mi jefe?

  • Sí, claro – menciono casi en un susurro – gracias, nos vemos el lunes.
  • Hasta el lunes – me responden ambos.

Sin más me alejo de ellos y voy rumbo por mis cosas para irme del evento e ir hacia mi novio.

Y dejarle claro que basta de meterse en mis asuntos. Soy una mujer independiente no necesito que este en un lugar donde no lo llaman.

 

(…)

 

Me siento algo estúpida al llegar con un largo vestido de noche aun sencilla noche familiar, pero no quería ir a mi casa y tener que cambiar de ropa.

Veo las luces del hogar encendidas y sin más avanzó de manera rápida, pero para mí desgracia termino resbalándome con mi propio vestido.

Todo sucede de una manera tan rápida y estoy lista para sentir el golpe del piso… pero para mí sorpresa no siento nada.

Al abrir mis ojos veo el rostro de Noah muy cerca del mío, estoy encima suyo y las manos de el están aferradas en mi cintura.

Escalofríos en mi piel

Ver tan de cercas sus ojos marrones me hace sentir una emoción electrizante por todo mi cuerpo.

  • Lo… lo siento – musito con nervios, veo que el jadea de dolor pero aun así no me suelta.
  • No pasa nada, cenicienta – su voz es ronca.




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