CAPÍTULO 3: EL CONTRATO
Si decían que cuando crecieras las cosas se volvían más complicadas pues están en lo cierto, pero no solo cuando creces las cosas se vuelven complicadas, las cosas siempre son complicadas, ¿Saben porque?, perder mi sueño sin si quiera haber podido ocurrir, ese día en la noche después de que mis amigos entraran me llamaron para informarme que ya no dirigiré la película, que el productor no podía tener una falta de respeto tan grave como el rechazo de la directora y que esto dejaría mal vista a una película seria, mezclaron lo laboral con lo personal, pero que se podía hacer, después de no podía hacer nada, me tildaron de mil formas diferentes y dejando al estúpido de Corey como la víctima.
No me importaba cuanto hablarán de mí, sino que me quitarán un empleo que yo ya tenía.
—Vamos Meg, eres una buena directora conseguirás un nuevo empleo —dijo Mitch animándome ya que estaba con el humor por los suelos
—Si claro —murmuro triste, ya que no podía decir nada más que eso
Alex me dio una gran abrazo de oso panda felpudo, así le decíamos a los abrazos para animar a alguno de nosotros, eran reconfortantes y muy buenos para estos momentos, quería llorar pero no me permitiría mostrarle a los demás que había perdido esta batalla. Luchare para poder ser lo quiero realizar películas era una vocación y una pasión la cual anhelo completamente, aunque todo se fue al caño por qué rechacé al productor y dueño de la cinematografía, lo intentaría una y otra vez. Y por si la dudas, sí me tiré a mi jefe y miren lo mal que me salió.
—Dany tu eres abogado —Luc estaba viendo a Dany, él aún se notaba devastado pero estaba hay para mí, ¿Como no podía amar a estos chicos? Si son un amor— ¿Tienes un contrato, no?
—Por supuesto que tengo un contrato Luc, pero él es el dueño de la cinematografía, el rompimiento de alguna cláusula no les hará el más mínimo daño y menos perder a una directora, ya que muchos querían este trabajo —expliqué, aún abrazada de Alex
Dany se acercó y se sentó a un lado mío, creo que estaba meditando o buscando alguna solución.
—Pues les costará muy caro haberte sacado de la película Meg, mañana los destruiremos —aseguró Dany
— Me parece bien, se lo merecen y si necesitan mi apoyo en algo solo avísenme y le partiré la cara al idiota que te quito el empleo a Meg — Alex podía ser un dulce chocolate y también un hermano protector
Lolo agitó una barra muy grande de chocolate en mi rostro y para ser específica una barra de Hershey, realmente eso sí podía levantar mi estado de ánimo, estire mi mano para tomarlo pero la movió y no pude cogerla, eso era guerra declarada.
—Dame el Hershey, Hastings —le dije a él pelinegro que disfrutaba molestando—, sino quieres que alguien salga herido
Rio más fuerte dejando a la vista dos hoyuelos profundos en cada mejilla, se me antoja a meter mis dedos en esos agujeros tan tiernos.
—Al parecer tu tristeza se disipó a ira, es un buen comienzo —tomo su mentón—, pero no tanto como para darte esta grande y rica barra de chocolate
—Me debes una barra de chocolate, una muy grande y deliciosa, así que suelta la barra —hable entre dientes
Mis amigos rieron y Lolo me dió la barra resignado y burlándose de mis estados de ánimo, todos disfrutaban viendo cómo me enojaba o ponía triste, pero mi inestabilidad anímica se debía a mi sueño roto.
Oí el suspiro de Mitch, era tarde muy tarde y todos teníamos que trabajar o bueno ellos ya que, yo estaba despedida. Había planeado tanto para mañana y nada de eso se cumpliría, no puedo sacarme eso de la cabeza, está ahí carcomiéndome haciendo que me sienta peor, tal vez en un mundo paralelo hubiera tenido una decisión diferente aún podía tener mi trabajo de directora.
—Debo de ir a la cama o estaré como Meg en la mañana —informo Mitch, viendo el reloj de su muñeca
—Ja ja ja —dije sarcásticamente—, que gracioso Mitch, que gracioso
Alex beso mi coronilla y me dió otro abrazo.
—Tienes razón Mitch —Luc se acercó y me dió un beso en la mejilla— te quiero Meg y solo dime y vamos a golpearlo
Otro hermanito celoso, adoro a mis hermanos de otra madre, los amo con todo mi corazón.
—Yo también debo de ir al trabajo —susurro Alex— pero te prepararé un gran buffet para ti solita
—Y yo compraré mucho Hershey, si eso te hace sentir mejor, incluso te llevaré a la fábrica, ya sabes para recordar viejos tiempos —habló Lolo con un guiño
Ambos habíamos ido un par de veces a la fábrica Hershey era lo más increíble de la vida, todo de chocolate era el gran paraíso y lo disfrutaba al 100%, podría decirse que era uno de mis lugares favoritos.