— Summer, ya empezaremos en 5 minutos — le recordó Henry, aunque la intentaron convencer de que no se presentará y descansará después de tomar los medicamentos que le habían recetado, ella no accedió.
Si, se sentía débil, pero quería demostrar que podía más que está enfermedad, quería que Samuel la viera tocar el piano, quería mostrarle al mundo que, a pesar de las tristezas, podías ser fuerte.
Pero, justo ahora, su corazón estaba roto. Él no había llegado, las luces comenzaron a apagarse lentamente para dar pie al evento. El orador ya había dado la segunda señal de que todos los invitados estuvieran en sus lugares, pero su esposo, el amor de su vida; aún no llegaba.
Una lágrima recorrió su mejilla, cerro los ojos e intento aliviar su destrozado corazón. Había pensado mil maneras de decirle sobre su enfermedad, de decirle que la vida se le estaba yendo y pensó que después de la presentación una charla amena sería increíble.
Pero si no podía cumplir una simple promesa de asistir a su evento, ¿Cómo podría tomar la noticia de su cáncer? ¿Qué haría si él se enterara que su cuerpo se estaba apagando al igual que sus ilusiones? Justo ahora ya dudaba más en decirle la verdad, me quizás la apoyaría o quizás la abandonaría justo como ahora. Su corazón estaba en una encrucijada, decirle o no a Samuel. Confiar en él, o dejar que el tiempo pasará y ocultárselo definitivamente.
Ella quería ver su compromiso con ella, quería que el demostrará que su amor y sus promesas valían más que cualquier cosa, pero, tristemente, una vez más él le había fallado.
« Será mejor si no te confieso nada Samuel, al final de todo, siempre elegirás a los demás sobre de mi » Sus suposiciones habías sido ciertas, Mitzy trabajaba en su compañía y no solo eso, como su maldita asistente.
El prometió no mentirle nunca, y justo desde hace tiempo, ya había roto otra promesa. ¿Cuántas mentiras más le ha dicho? ¿Debería seguir creyendo ciegamente en Samuel? O simplemente dejarlo ser, de todas formas, sentía que ese amor que una vez profeso por ella, ya no existía o quizás nunca existió.
« Al final, siempre la escoges a ella como hace 10 años Samuel » pensó, con su triste y doloroso corazón.
— ¿Summer? ¿Segura que quieres tocar? — pregunto Henry por segunda vez al verla perdida en sus pensamientos mirando al público detrás del telón.
— Si, debo de hacerlo Henry, no quiero que todo lo que me esté pasando me deprima más de lo que ya lo estoy — respondió con voz entrecortada, se giró para mirar a su primo y sonrió.
— Entonces te apoyaré en todo lo que quieras hacer — tomo sus manos y las acaricio, Summer se veía increíblemente hermosa hoy. Se puso un vestido azul brillante sin mangas, se ceñía a la perfección en su delicado cuerpo, aunque la recordaba más llenita, se dio cuenta de lo mucho que ella había bajado de peso, quizás debido a la enfermedad.
— Gracias Henry, eres mi familia ya agradezco que estés aquí conmigo — le dio un abrazo, uno que ella realmente necesitaba.
— Siempre estaré para ti, aunque el mundo esté en tu contra, yo seré tu caballero con armadura que no dudará en protegerte — Summer sonrió de lago, riendo ligeramente. Lo miro y se dio cuenta de que si primo había cambiado demasiado.
Ya no era ese chico tímido, delgado que ella recordaba. Ahora era todo un hombre sumamente atractivo, esperaba que el pudiera encontrar a quien amar en el futuro y verlo casarse, él era como un hermano para ella. Aunque él no tenía ese mismo sentimiento y muchas veces deseo no se su familiar, tenía entendido que, cuando una persona no es para ti, simplemente no lo es, aunque lo quieras a la fuerza. No pasará.
— Bien vamos a dar el gran espectáculo, que el presidente nos espera — Summer intento animarse a sí misma, debía ser fuerte y demostrar que no estaba rota por dentro. La música sería su fiel compañera está noche y por medio de la cual, expresaría todo aquello que con palabras no podía.
— Eres la mejor pianista del mundo, así que mi señora — le extendió su brazo para que lo tomara — será un honor tocar con usted está noche.
— Y usted el mejor Violinista y si es un placer para usted tocar conmigo — ambos soltaron una carcajada y caminaron al escenario para ponerse en sus lugares.
Las personas iban y venían, todos los músicos estaban en sus puestos. El director Scott estaba muy emocionado, así como el resto de la orquesta, si todo salía bien el presupuesto aumentaría y podrían tener mejores oportunidades para el futuro. Mejores instalaciones, mejores clases, poder ser maestros y buscar aún más talentos y enriquecer la música en el estado de California.
Summer se sentó ante el inmenso pero hermoso piano de cola Steinway & Son, paso sus dedos por las teclas mientras cerro los ojos, quería sentir el poder de este instrumento llenando su alma. Sabía que tenía vida propia y quería ser uno solo con su amado instrumento. Miro al director y a su primo Henry que estaba de pie cerca de él.
Los murmullos en la parte de afuera ya anhelaban escuchar la melodiosa música de esta noche la cual querían que llenarán sus corazones. Sería un evento icónico, todos estaban llenos de emoción.
— Saben que es un evento que... Todos hemos ansiado a lo largo de los meses. Demos lo mejor de nosotros y mostremos el poder la música — dijo con entusiasmo el director Scott — démosle vida y emoción al momento ¡Telón arriba!
Mientras el telón iba subiendo los aplausos no se hicieron esperar, tanto el presidente como los demás líderes estaban entusiasmados por este momento, habían ido a muchas presentaciones, pero, la orquesta de California siempre los sorprendía.
— Les damos la cordial Bienvenida a este momento tan especial para La orquesta sinfónica del estado de California, Señor presidente es un placer tenerlo aquí junto con los demás senadores y sus esposas. Esperemos que disfruten la velada — el público aplaudió y el director dio inició al evento — Disfruten, para animar el ambiente el Mambo #8...