Capítulo 50 — Buenas y malas noticias

— ¿Y qué noticias son Michelle? — pregunto un tanto dudoso Samuel, presentía algo en su corazón, pero esperaba no fuera verdad.

— Chicos... Seré directo — expreso acomodándose los lentes, estaba sumamente nervioso más por qué la felicidad estaba llegando para esta pareja después de tanto dolor.

— Ya dinos Michelle, me estás poniendo nerviosa — dijo Summer, sus ojos cafés demostraban la felicidad de saber que sería madre de un pequeño fruto del amor de ambos.

— Summer... — hizo una pausa y suspiro — la leucemia ha regresado y está vez... Más agresiva, no solo los vómitos y los mareos son por el embarazo, Summer estás en riesgo inminente y, temo que por los medicamentos tu bebé no podrá sobrevivir.

— ¡No eso no es verdad! ¡Tu dijiste que todo iba bien! — exclamó ella dejándose llevar por el coraje y el dolor — ¡Dijiste que ya estaba mejor!

— Amor tienes que calmarte — Samuel la abrazo lo más fuerte que pudo mientras la veía derrumbarse —¿Estás seguro de eso Michelle? ¿No te equivocaste?

— Sam, lo revise muchas veces no solo hice una prueba... Créeme que yo también estoy consternado, pero así es esta enfermedad... Es incierta — abrió la carpeta donde estaban los informes y se las mostró.— El trasplante funcionó por un periodo de tiempo, pero al parecer tu tipo de leucemia no se rindió y con el paso del tiempo solo durmió hasta que todas las células que ayudan al crecimiento del feto la hicieron despertar.

— No es verdad... Prometiste que estaría mejor... Lo hiciste... — Summer no podía controlarse, lloraba y lloraba de angustia sin importarle quien la viera, en especial su esposo que no sabía qué hacer, su mente simplemente estaba en blanco.

— ¿Que podemos hacer? — pregunto preocupado y asustado a la vez.

— Tiene que empezar las quimioterapias nuevamente, pero está vez los medicamentos que pondremos ahí serán más fuertes lo que puede afectar al bebé en gran manera, te sugiero que consideres tu salud y la del pequeño Summer, o alguno de los dos puede...

— ¡¿Me estás sugiriendo algo?! Por qué eso se escucha a qué o sobrevive mi bebé o yo... — bramo molesta para guardar silencio, comprendiendo el punto de Michelle — ¿Quieres que aborte? — musitó.

— Summer...

— ¡No eso jamás Michelle! ¿Cómo puedes pedirme semejante tontería?

— Amor, no haremos eso, pero tienes que calmarte, si el doctor lo dijo es por algo... — Samuel también se sentía preocupado por ello, habían pasado muchos años hasta que al fin pusieron tener un bebé y justo ahora cuándo ella estaba embarazada... ¿Debían dejarlo ir? ¡No eso no!

— Escuchen es una opción y eso evitaría que pudiera nacer con malformaciones genéticas o inclusive tú te vieras más afectada Summer, ya viste las consecuencias de las quimioterapias y no quieres hacerle pasar eso a tu bebé, además él se alimenta de ti y tu sangre radiada puede hacerle daño... — sabía que les estaba pidiendo demasiado, pero, no quería ver morir a Summer, aún se preocupaba por ella en su corazón.

— No lo haremos así Michelle — dijo Samuel — esté bebé es un milagro para nosotros en este momento y no creo que haya venido para que lo desechemos así — Samuel miro a su esposo con alegría, él tampoco quería perder al bebé, le agradeció en silencio.

— Samuel tiene razón, no lo voy a abortar, haré las quimioterapias con el medicamento que tengas, aunque sea muy débil, este bebé es un milagro para nosotros y no lo puedo desechar así Michelle — sus lágrimas seguían corriendo por su mejillas lo que hablando el corazón de Michelle — por favor encuentra una forma de salvarnos a mí y a mi bebé.

— No importa el costo, puedo pagar por ello. A dónde tengamos que ir para que Summer este sana y salva, iremos — respondió con decisión, su prioridad ahora era su familia, Summer y su hijo así que haría lo que fuera para mantenerlos a salvo a los dos y con vida.

— Bien entonces así será — suspiro algo derrotado — hablaré con Molly y buscaré la opción de medicamentos más tranquilos y no tan agresivos, pero debes saber que no prometo nada, la situación en esa así que deben estar preparados para cualquier cosa que se venga.

Summer y Samuel se tomaron de la mano y salieron de la oficina del Doctor Hansen, sus mentes estaban hechas un lío, pero no sé darían por vencidos, ambos cruzaron miradas y se aferraron a la calidez que sus manos entrelazadas se daban.

Una vez que llegaron al auto los dos lloraron abrazados, sus corazones estaban desechos y más sus almas. No entendían por qué tanta desgracia les daba la vida, apenas estaban saliendo de una prueba cuando otra cayó en sus vidas como si los quisieran bombardear o peor aún, separar.

— Estamos juntos en esto mi amor — le prometió Samuel mirándola a los ojos, ambos derramaban lágrimas de angustia, pero él quería ser fuerte para ella — estaré contigo en todo momento aún si tengo que trabajar desde casa y el doble ya vi que, si puedo hacerlo, aunque duerma poco.

— Samuel no... Te estás desgastando mucho amor lo vi estos meses, cuidándome en las quimioterapias y después de ellas y aún trabajabas de noche, no quiero que tú también te enfermes — acaricio su rostro, ella estaba viendo la dedicación de su esposo y sabía que estaba llevando una carga muy pesada.

— Oye está bien, te prometí que te daría lo mejor de mí y que tú serías mi prioridad. Aún si mis ojos están llenos de ojeras mientras tú estés bien, no me importa lo demás.

— ¡Ay Samuel! — lloro más fuerte lanzándose a sus brazos ¿Que más nuestra de amor quería? Ya nada más... Su esposo había demostrado total fidelidad y devoción por ella.

— Ya mi Reina, ahora debes estar tranquila. El bebé siente tus emociones y debes relajarte ¿Sí?

— Lo sé, perdón aún no puedo creerlo — se acarició su vientre emocionada de traer una nueva vida a este mundo producto del amor tan especial que había en su matrimonio.

— Anda vamos a comer algo que se te antoje, son las 11 am y podemos darnos una buena escapada — sugirió poniendo en marcha el auto saliendo del hospital.