Los aullidos a la luna

Epílogo Parte II

Estoy mejor
🌙🌙🌙

Demian

– es lo mejor – articule para el fondo de pantalla donde estaba ella. Angelic sonreía mirando el cielo mientras nieve apenas caía. Recuerdo el día que tomamos esa foto mi pequeña estaba contenta de volver a casa. Recuerdo que le tome la foto y ella corrió hacia mí para verla. Confesó que sería un lindo fondo de pantalla para mi laptop. Tenía razón si fue un lindo fondo para mi pantalla y si soy un estúpido insensible.

Quién deja a su novia que vive a kilómetros por una video llamada. No me quedaba otra alternativa, Angelic merece ser feliz y no mantenerse atada a una idea que tal vez nunca llegase a funcionar. Sera doloroso al principio, pero luego ella entenderá que fue lo mejor y espero que no me odie. Como yo me estoy odiando en estos momentos.

¿soy un cobarde o alguien que hace lo correcto?

Escuché alguna vez que si amas a alguien quieres que esa persona sea feliz, aunque no sea contigo. Tal vez fue un poco egoísta terminar la relación sin pensar lo que sufriría ella. Pero a la larga sé que hubiera sufrido peor extrañándome y manteniendo esperanzas en algo que se veía sin futuro desde un principio.

Me levante para irme al apartamento de Alec, tome la correa de Duque y lo llame. El apareció moviendo su cola muy contento le coloque su collar y caminamos a la puerta. Fuimos directo al ascensor esperando y Duque parecía estar algo impaciente.

Estando frente la puerta de su apartamento toque timbre barias veces hasta que se dignó a abrirme revolviendo sus cabellos con la mano. No llevaba remera y estaba en bóxer seguro que lo moleste en su siesta.

– Demian, ¿qué pasa? – se apartó dejándome pasar. Solté a Duque que se fue por el pasillo de las habitaciones olfateando el lugar ya conocido para él.

– lo hice – mencione sentándome en la sala y como si un balde de agua fría cayera sobre mi quede estático. Pensando en qué demonios acabo de hacer.

– ¿Qué fue lo que hiciste? – todo rastro de sueño desapareció de la cara de Alec.

– termine con Angelic – como su alguien me empujara me levante del sofá caminado de un lado a otro. Mi amigo no dijo nada camino hasta la cocina donde escuche como habría placares y cerraba cosas. Por la puerta de la cocina apareció mi amigo con una botella de tequila en la mano y dos vasos en la otra.

– creo que necesitas ahogar tus penas – hablo el futuro psicólogo dejando los dos vasos sobre su mesa ratona y abrió la botella sirviendo en los dos vasos. Tome el vaso que me tendió sin muchos ánimos. Tomamos de una el trago y sentí mi garganta escocer, pero aun así pedí otra copa. Alec me acompaño a la par bebiendo mientras escuchaba lo que hablamos con Angelic. El recordar a mi pequeña con esas lagrimas… ya no la puedo pensar como si fuera de mi propiedad yo mismo la deje volar.

– ¿tú crees que hice bien en dejarla? – pregunté a mi amigo que estaba tirado a mi lado con una caja de pizza a medio comer.

– no puedo decirte que está bien y que no hermano es tu vida no la mía, pero como amigo te digo que hiciste mal en dejarla – abrió otra lata de cervezas bebiendo todo el contenido. Tomé mi lata dando un sorbo tal vez si hice mal en dejarla. Estando absortos en mis pensamientos no escuche el timbre de la casa hasta que Alec me arroja una lata vacía a la cabeza.

– abre la puerta – me grito arrojándome otra lata a la cara

– pero yo soy el que esta depresivo ve tu – me defendí tirándome en el sillón

– es mi casa yo mando ahora ve – metió un trozo de pizza a su boca y el timbre volvió a sonar.

– soy tu futuro alfa ve tu – con esas palabras mágicas Alec se levantó rechistando por lo bajo. Abrió la puerta intercambiando unas palabras con la persona que estaba del otro lado. No me moleste en mirarlo hasta que una voz conocida se escuchó. Haciendo un escándalo en la puerta donde Alec también comenzó a gritar.

– déjame pasar Alec él también es mi amigo – grito Liz desde la puerta. Enseguida me puse en pie caminando hacia la puerta donde la pelirroja luchaba con Alec para poder pasar. En cuanto me vio freno su lucha con mi amigo y lo empujo corriendo hacia mí. – estoy aquí Demian – me abrazo escondiendo su rostro en mi pecho. Sentí la calidez de sus brazos y por primera vez me sentí a gusto con un abrazo de Liz.

– ¿porque tanto escándalo? – nos giramos viendo a Bailey con una camisa de Alec y calcetines de color rosa. Mi amigo cerró la puerta rápido y camino hacia ella abrazándola de una forma protectora. – ya suéltame Alec que… – sus ojos se abrieron mirándonos a los dos intrusos que invadimos en la casa de su novio.

– Bai puedo explicar – la castaña se fue alejando lento hacia atrás hasta que giro corriendo y pudimos oír el claro portazo que dio.

– enseguida regreso – mi amigo siguió el mismo camino que hizo su novia. Con Liz nos quedamos viendo en el apartamento solo se escuchaban los pasos de Alec. Liz agacho su cabeza cuando escuchamos que Alec golpeaba la puerta diciéndole a su novia que lo deje pasar. La discusión que estaban teniendo cada vez fue subiendo más de tono hasta que Bailey apareció gritando en la sala.




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