Los Caídos: El alado

CAPITULO 2

JEFFREY

El despertar una mañana de un lunes siempre era duro y aún más para alguien como Jeffrey que en los domingos se acostaba a altas horas de la noche y siempre pagaba caro los lunes. La luz del sol entraba por la ventana de su habitación a primeras horas de la mañana, al principio Jeffrey pensaba que era algo místico que lo primero que viera fuera la luz del sol, pero todo eso fue una completa estupidez y lo único que lograba era maldecir el sol cada mañana cuando lo despertaba incluso antes de que sonara su despertador, había pensado en reacomodar su habitación para que no le pasara eso más, pero siempre que lo iba a hacer le ganaba la pereza y no hacía nada, cada mañana se despertaba y lo primero que pensaba era “hoy reacomodo mi habitación” aunque en el fondo sabía que no lo iba a hacer; molesto de no poder conciliar el sueño se levantó de su cama tomó ropa que tenía sobre su pila desordenada de ropa y se dirigió al baño para ducharse, después iba a salir a desayunar e ir a apoyar a Gerous en el partido, al terminar de ducharse se dirigió a desayunar, al llegar a la cocina se encontró con su mamá dándole un puré a su pequeña hermanita, una pequeña de 1 año de edad llamada Alicia, esa pequeña era todo su mundo desde que nació, nunca imaginó llegar a querer tanto a alguien y aún más alguien que recién conocía, pero sin llegarlo a entender la amaba, talvez el simple hecho de que ella fuera su hermana provocaba eso o talvez era otra cosa, como fuera la quería y era lo único que le importaba ahora, Jeffrey la alzó y la besó mientras la pequeña reía

¿Vas a desayunar? – preguntó su madre Sara

Por supuesto

Dale de comer a Alicia mientras yo te sirvo el desayuno

Sara le entregó la cuchara con la que le estaba dando de comer a Alicia y se levantó para servirle el desayuno

¿Por qué vas tan temprano a clases? Pensé que hoy entrabas más tarde

Hoy juega Gerous

¡Ah Sí!, me habías dicho antes ¿Cómo va Gerous en el equipo?

Pues ya ha estado en cinco juegos y ha jugado muy bien – Jeffrey lo dijo en un tono alegre ya que de verdad se alegraba por su amigo

¿A qué hora sales hoy?

Salgo a las 4:00pm

¿Tienes dinero para comer más tarde? – Jeffrey sabía perfectamente que seguía después de esa pregunta

No, solo tengo para el transporte – Jeffrey mentía, en realidad tenía suficiente para dos días normales

Sara puso el desayuno de Jeffrey en la mesa frente a él y salió de la cocina en dirección a su cuarto, un par de minutos después Sara apareció por la puerta de la cocina con unos dólares en su mano

Ten esto – dijo Sara mientras colocaba el dinero frente a Jeffrey

Gracias ma

Procura que te dure más en esta ocasión

Lo intentaré

La madre miró con un gesto de frustración a Jeffrey mientras este solo reía. Jeffrey terminó su desayuno y subió a su habitación para terminar de alistar lo que ocuparía en el día y lo metió en su mochila, después bajó con todas sus cosas y se despidió de su madre y su hermanita, salió a un paso lento de su casa rumbo al instituto.

 

NICOLE

Nicole se encontraba en la gradería de la cancha esperando a que los equipos saltaran al campo y darle apoyo a Gerous, Mariza estaba a su lado y unos minutos atrás ella no paraba de hablar sobre Gerous hasta que llegó Jeffrey y se sentó al lado de ella, a ella le gustaba Gerous y no era algo de lo que quería que todos se enteraran

¿Cómo te fue ayer con tus papás? – preguntó Jeffrey a Nicole después de saludarlas a ambas

Lo normal – dijo Nicole en tono molesto. – mi padre solo me preguntó dónde había estado y nada más, a ellos no les importa nada con respecto a mí

No es así, de seguro ellos te aman, no todos los padres hacen las cosas igual – dijo Mariza intentando consolar a Nicole

No, con sus padres se puede ver el amor que les tienen, en mi caso no está – Nicole apretó los puños con fuerza

No es así…

No importa – sentenció Nicole interrumpiendo a Mariza. – no quiero hablar sobre eso

Un silencio incómodo les rodeó a los tres

Jeffrey – habló Nicole, rompiendo el silencio. – ¿Cómo va tu hermanita? hace mucho que no la veo

Está muy grande, ya hace intentos a hablar, no me extrañaría que lo haga dentro de poco

Ella es toda una ternurita – dijo Mariza en un tono agudo

Jeffrey iba a hablar, pero un abucheo estruendoso se escuchó en casi todas las graderías, Mariza, Jeffrey y Nicole clavaron sus miradas en la cancha donde salían de los camerinos el equipo visitante, el comentarista apenas y se escuchaba ante tal abucheo, era la costumbre de los estudiantes hacer eso a los equipos visitantes metiendo algo de presión y temor, esa costumbre llevaba varias generaciones y aunque a algunos maestros no les agradaba ya no se podía detener, de repente el abucheo cambió por gritos eufóricos de apoyo cuando el comentarista dijo que el equipo local saltaba a la cancha, Nicole y Jeffrey también gritaban toda clase de apoyo que se les ocurriera, Mariza prefería no gritar nada ya que le daba algo de vergüenza a pesar de que lo quería hacer, pasaron varios minutos antes de que el juego iniciara, hasta que por fin empezó el juego y el equipo local daba la patada inicial.




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