Los Errores Que Cometimos (y como los arreglamos)

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HARRIET

Es diez de diciembre, el cumpleaños de mi mamá.

Sabía que este momento llegaría, el momento donde todos estaríamos juntos de nuevo. Mis padres han preguntado un par de veces porque ya no nos juntamos como antes pero todos tenemos distintas excusas o mejor dicho, mentiras.

Tomas dice que sus gustos han cambiado y ahora prefiere ir al cine o a los museos con Mia que a las fiestas. Yo digo que he estado de voluntaria en el albergue, lo cual no es mentira, pero para que me creyeran mucho más dije que era para algo de la escuela.

Ellos no pensarían que yo voluntariamente iría a un albergue.

Esta vez la fiesta será organizada por Stella así que nos estamos alistando para ir a la casa de los Moore. Tomas no se ve emocionado y yo mucho menos, no creo que él sepa todo lo de Fletcher y yo pero sé que él y Fletcher se pelearon así que bueno, todos estamos separados.

Menos Elthon y yo, estamos más unidos que nunca. Es raro.

— ¿Lista? —pregunta Tomas mientras termina de peinar su cabello.

Suspiro. Hoy pasamos por Jana a la guardería para arreglarla, le puse un bonito vestido y la peiné con dos colitas de cada lado. —Sí, vamos.

Nos subimos al auto y yo me siento rara, tomo mi teléfono y le respondo el último mensaje a Albert. Ahora tengo nuevos amigos y son los chicos del albergue, me siento mucho mejor cuando estoy con ellos.

Antes de bloquear mi teléfono veo que los mensajes para Fletcher se han quedado hasta abajo, cuando normalmente estaban siempre de primero. Siento un golpe en el pecho pero ya no como antes, ha pasado más de un mes desde que todo ocurrió y aunque aún me siento mal y lloro de vez en cuando, es más fácil de sobrellevar.

Ya no siento que me ahogo ni siento que quiero eliminarlo de la faz de la tierra, solo me siento indiferente con él. Ahora para mí es un extraño, ya no somos quienes solíamos ser.

—Harriet… —Tomas habla—. ¿Sabes quién es Bianca?

Sí, es ella.

—Ah, si… ¿Por qué?

—Pues —suspira—, Mia dice que hoy estará allí.

¿Qué? — ¡¿Qué?! Pero no, digo, es el cumpleaños de mi mama, ¿Por qué estará la novia de Fletcher ahí?

Se encoje de hombros. —Según lo que Mia me dijo tu mamá le dijo que estaba bien, que la quiere presentar a la familia.

Aprieto mi puño con fuerza. ¿Por qué no simplemente la presentó a su familia? ¿Por qué tiene que hacerlo cuando yo estaré ahí? Mi respiración comienza a agitarse.

—Pero…

Niega. —Ya sé, mira… desde que ustedes pelearon él ha estado con esa chica y no hay nada que podamos hacer, supongo que es normal. Nadie de nosotros lo ha hecho antes pero bueno, solo serán unas horas.

— ¡Ella no me agrada! —y eso es decir poco.

—No creo que me agrade mucho tampoco —asegura.

Entorno mis ojos y volteo mi rostro. — ¿Qué? ¿Por qué dices eso?

—No sé, digo, siento que Fletcher está demasiado enfocado en ella. Entiendo que no me hable y eso, que esté molesto con nosotros en realidad, eso lo entiendo pero ahora ni siquiera le presta atención a Mia.

—Porque es un tonto.

Se ríe. —Que interesante es que lo llames así sin que lo digas de broma.

—Sabes que ya no somos amigos —suspiro—. Me di cuenta que él no es realmente un buen amigo.

— ¿Por qué exactamente pelearon? —me pregunta sin verme.

Jana está en el asiento de atrás y escucho que va jugando con una tableta. —Porque… —no puedo decirle—, no sé, me mintió muchas veces y solo piensa en él mismo.

—Pero eso no es nada nuevo —me recuerda.

Bajo la vista. —Cosas que pasan, no podíamos ser amigos por siempre.

Él niega. —Eso no es cierto, mira todo el tiempo que nos conocemos —suelta—, tú lo conoces desde que naciste básicamente.

Eso me provoca dolor en el corazón. —Ya no quiero hablar de eso.

—Bien —y así la conversación termina.

Por supuesto que me duele, no solo que Fletcher esté con Bianca sino que todo lo que éramos se haya desvanecido en un segundo. Ya no tengo a mi amigo, a mi mejor amigo. Eso me causa dolor.

 

Llegamos a la casa de los Moore y se me hace tan extraño estar aquí sabiendo que Fletcher estará adentro. Cierro los ojos cuando Tomas baja del auto y camina del otro lado para bajar a Jana.

—Ven, Harriet —me pide Jana.

Tomo aire y lo retengo. —Ahora voy.

Salgo del auto y aliso mi vestido verde oscuro, muy del tono de los pinos de navidad. Siempre me gusta vestirme con colores navideños para celebrar el cumpleaños de mamá, es diciembre y esta es mi época favorita.

Normalmente Fletcher llegaba a la casa y nos ayudaba para decorar, junto con Mia y Elthon. Era toda una celebración para las dos familias, todos decorábamos y era tan emocionante y divertido. Este año él ya no me ayudará a decorar el árbol como siempre.

Entramos a la casa luego que Mia nos abriera la puerta y tomara a Jana entre sus brazos. —Pasen, mamá aún está arreglando todo.

Mantengo la guardia en alto, lista para retirar la mirada si Fletcher se aparece. Caminamos hasta la cocina donde está Stella con su delantal de papá Noel, terminando lo último de la cena para mamá.

No tengo que preguntar, sé que está haciendo lasaña y sopa de hongos. La comida favorita de mamá junto con su vino tinto y el pastel de nuez que tanto le gusta, creo que lo he comido todos los diez de diciembre como si fuera una tradición.

— ¡Chicos! —Stella saluda con una gran sonrisa—. Qué bueno que ya están aquí, ya casi termino solo se está terminando de hornear.

Sonrío. — ¿Necesitas ayuda?

Ella niega. —No, Harriet bella, estoy bien aquí —señala la mesa—, ¿Podrían ayudarme a poner todo?

Asiento. Tomas y yo empezamos a colocar los vasos y los platos, junto con los cubiertos y las servilletas de tela roja con bordados dorados. Mia se acerca a la mesa con un vaso extra y lo coloca al lado de la silla de Fletcher.




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