Capítulo Doce:
Catalina:
Oscuridad.
Al despertar y abrir los ojos no vi absolutamente nada, sin importar cuánto parpadeara, la oscuridad seguía frente a mí. Me tomó por unos momentos sentir la venda sobre mi cabeza. De inmediato, intenté levántarme, pero no pude, aún me sentía mal. Mi pecho subió y bajó con rapidez mientras se acelera mi respiración, el pánico se asentó dentro de mí.
Mi mente entró a un montón de recuerdos sobre lo último que recordaba: imágenes del vehículo negro, el bosque, el rescatista que me cargaba, el símbolo. Ya estaba empezando a recordar, soplé una y otra vez, intentando calmarme.
Abriendo los ojos completamente, veo que me encuentro en una habitación grande y lujosa. Estoy acostada en una cama muy suave, a mi alrededor hay una gran sábana cubriendo mi cuerpo. La habitación es de madera fina, color café oscuro, con lámparas alrededor, y una ventana grande. Tiene también una alfombra alrededor de la habitación, y a la par de mí hay una mesa bien decorada.
“Para estar secuestrada, estaba muy cómoda”.
Me levanté de la cama, para observar mi alrededor. Al principio me costó levantarme, mi pie estaba aún lastimado por la caída.
Empecé a buscar a mí alrededor, tenía que salir de aquí de alguna manera. Busqué por todos lados, pero nada, hasta intenté abrir la puerta pero estaba cerrada. ¿Qué quieren ellos de mí?, tenía que escapar de aquí y rápido.
Empecé a buscar en la mesita que estaba a la par de la cama, y lo que encontré me sorprendió muchísimo. Era mi collar rosado pálido que utilicé en la fogata, ¿Cómo llegó mi collar aquí? No recuerdo haberlo puesto, más bien hace días que lo andaba buscando.
En ese mismo momento me recuerdo que no estaba sola en el agujero, ¿Dónde está Teresa? En la habitación solo estoy yo y nadie más, espero que cuando escape de aquí, la pueda encontrar viva.
Mi cabeza no deja de dar vueltas, necesito encontrar a Teresa y escapar de aquí lo más rápido posible. Mi única opción para poder salir de aquí, puede ser por las ventanas. Lo he visto mucho en películas, espero que me funcione a mí.
Voy directo hacia la ventana, comienzo a mover la persiana y me doy cuenta de dos cosas: la primera es que la ventana tiene rejas, no será nada fácil salir de aquí, La segunda es que es de noche, podría perderme en el camino. ¿Cómo salgo de la habitación?
Escucho algunos pasos y murmullos del otro lado, me alejo rápidamente de la ventana y me acuesto en la cama y finjo que estoy dormida.
Después de varios segundos que para mí fueron una eternidad, abren la puerta.
Se oyen pasos hacia mí, donde alguien pone algo en la mesita y se aleja un poco. Después se oye que están hablando de algo.
―Hasta cuándo va a despertar, ya lleva más de 24 h dormida.―Dice una voz femenina un poco molesta.
―Cuando se le dé la gana.―Dice el chico.―Ni se te ocurra despertarla, si no quieres ver a Van Hart de mal humor y eso es peor ¿no?
―Si lo sé, pero me desespera no poder encontrar la llave. Además que los hermanos Ferrer nos están siguiendo los pasos, un mínimo error y todo se va a la basura.―Comentó la chica, sonando desesperada.
Yo estaba completamente confundida, ¿Qué tiene que ver los Ferrer en todo esto?, Por qué ellos conocen a los hermanos?, mi cabeza no para de dar vueltas. No sé cuánto tiempo llevo aquí, espero que me estén buscando.
―Lo sé, por eso tenemos que ser cuidadosos.―Comentó el chico.
―Si a cuidadosos te refieres a una muerte, no pueden saber que regresamos al pueblo.― Añadió la chica exaltada.
―Cállate, si quieres lo gritas a los cuatro vientos.―Dijo el chico, en voz bajita.―Si van Hart te oye, te va a ir mal.
―Todavía se lo advertí, y no quiso escucharme. Además le dije que era mi compañera de clases, y aun así no me hizo caso y la mató.―Dijo la chica.
―No me digas que te importa la chica que murió, fue su culpa por acercarse a van Hart.
―No me importa, solo hay que cuidarnos.―dijo la chica molesta.
Silencio.
Después ya no se escuchaba ningún ruido.
Después de esperar cinco minutos, abrí mis ojos y observé que ya no había nadie.
Al levantarme poco a poco de la cama observé en la mesita un plato, en él había un sándwich y un vaso de jugo, y una pequeña nota.
Al acercarme a la mesita, recogí la nota y la leí.
“Que tengas un rico mini desayuno”.
No lo podía creer, estoy completamente segura de que tengo que salir lo más rápido posible. No quiero que me pase lo mismo que a Sofía, ellos la mataron.
No puedo ir a la policía, no tengo pruebas de que ellos fueron. La policía no me va a creer, más si ellos son más listos que yo.
Agarré el sándwich y lo iba a tirar por la ventana, no vaya a ser que tenga algo malo a dentro. Cuando lo agarré para tirarlo por la ventana algo cayó al suelo, algo pequeño y plateado. Me agaché a recogerlo y no lo podía creer, era una llave.
Esta llave era importante, tal vez era mi oportunidad de salir de aquí, ¿Pero cómo llegó la llave hasta aquí? Hay alguien que me quiere ayudar, ¿Pero quién? Muchas gracias a esa persona.
Agarré el sándwich y lo puse otra vez en su lugar, no pueden sospechar que desperté.
No sé cuánto tiempo llevo aquí, tengo que planear mi escape sin que me descubran. Pero no antes de buscar a Teresa, lo más seguro es escapar de noche.
*********
Estuve esperando mucho tiempo, ya estaba desesperada de esperar. Quiero salir de este lugar lo más rápido posible, por alguna extraña razón este lugar me trae mala vibra.
Estoy parada enfrente de la ventana, viendo como cae la noche. Cuándo a lo lejos escucho unos ruidos que vienen hacia mí, rápidamente y con cuidado por mi pie me acuesto otra vez en la cama.
Cruje la puerta, y se abre.
― ¿Aún no ha despertado?―Preguntó una voz masculina, una voz más ronca y suave a la vez.
―Aún no señor.―Respondió la otra voz masculina.
Editado: 17.12.2022