Los Frutos del Tiempo Relatos Cortos

Las mentiras de la radio y la televisión

En la radio el locutor hablaba con gran desesperación sobre la gran catástrofe que se avecinaba.

El mar estaba enloquecido, las lluvias no paraban, el sol calentaba más y el tiempo era cada vez más impredecible.

— Puro alarmismo— dijo el compadre Alcívar.

Apago la radio mientras la lluvia arreciaba afuera, dejando apenas lugar para escuchar una conversación en voz alta y oído atento bajo el techo de zinc.

— Cuando yo vivía cerca del mar, ya existían los oleajes, las mareas altas y a menudo parecía que se iba a salir de la orilla, pero nunca lo hizo. El mar se queda en el mar y de ahí no sale.

Si pones tu casa en la playa, el mar tarde o temprano se la llevara, porque la playa es del mar y el mar es del mar y de ahí no sale.

— Pero compadre – replico el compadre Filomeno— en las noticias dicen que esta vez se acerca un problema climático que inundara la ciudadela.

— ¡Alarmismo sensacionalista! – replico inmediatamente el compadre Alcívar.

Se levantó de su silla y se asomó a la ventana para observar la lluvia.

— En mis días, también llovía, esto no es nada, para esta época debería estar cayendo agua como si el mundo se fuera a acabar, ahora no llueve tanto como antes.

— pero compadre, el agua está subiendo rápidamente.

El compadre Alcívar observo bajo la ventana y vio que efectivamente el agua se estancaba y ascendía por los pilares de la casucha de caña y zinc.

— No seas alarmista, no te dejes engañar por la televisión y la radio. Cuando era joven, el agua subía mucho más alto y aprovechábamos para salir y nadar un rato. Ahora los jóvenes se encierran en sus habitaciones y nunca dejan esos aparatitos del demonio que los controlan más aún que la televisión o la radio.

— ¡pero compadrito, el agua ya ha entrado en la casa!

El compadre Alcívar observo nuevamente y confirmo que el nivel de verdad había subido, pero exclamo.

— No sea tonto compadre Filomeno, esto seguro ha de pasar pronto, además es buen momento para desempolvar la piragua que tenemos abajo.

— ¡Pero compadrito, el agua ya sale por las ventanas altas, tenemos que salir de aquí!

— De acuerdo compadrito, pero que conste que esto solo son ilusiones alarmistas de la televisión y la radio.



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En el texto hay: tristeza, ciencia ficcion, relatos cortos

Editado: 09.08.2018

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