Decima Séptima parte

Todos se quedaron en silencio, emocionados y expectantes. Nadie sabía si eran o no uno de esos portadores.

· Vosotros sois los siete portadores que hemos estado buscando durante siglos -dijo la voz-. Vosotros sois los elegidos para cumplir la profecía. Vosotros sois los herederos de los Antiguos.

Todos se quedaron en silencio, incrédulos y asustados. Nadie sabía qué era lo que tenían que hacer.

· La profecía dice que un día vendrán los siete portadores de las piedras, que restaurarán el equilibrio entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte, entre el orden y el caos -dijo la voz-. La profecía dice que los siete portadores se reunirán en la torre de los Antiguos, donde conectarán sus piedras y sus espíritus, y despertarán la magia que hay en su interior y en el mundo. La profecía dice que los siete portadores cambiarán el destino de todos.

Todos se quedaron en silencio, maravillados y nerviosos. Nadie sabía cómo iban a hacer eso.

· Ese día ha llegado -dijo la voz-. Hoy es el día en que se cumple la profecía. Hoy es el día en que elegís vuestro destino. Hoy es el día en que cambiais el mundo.

Todos se quedaron en silencio, ansiosos y decididos. Nadie quería perderse esa oportunidad.

· ¿Qué tenéis que hacer? -preguntó la voz-. Tenéis que ir a la torre de los Antiguos, donde están las siete piedras y los siete espíritus. Tenéis que subir a la gran sala, donde está el centro del poder y del conocimiento. Tenéis que colocar vuestras piedras en sus respectivos pedestales, donde se activarán y se conectarán. Tenéis que pronunciar las palabras sagradas, que os darán acceso a la magia y al secreto.

Todos se quedaron en silencio, atentos y dispuestos. Nadie quería fallar en su misión.

· ¿Qué palabras sagradas? -preguntó la voz-. Las palabras sagradas son las siguientes: Aran, Ragnar, Nara, Terra, Luna, Nox, Aura. Los siete espíritus de los Antiguos. Los siete elementos del mundo. Los siete portadores de las piedras. Los siete herederos del destino. Los siete cambiadores del futuro.

Todos se quedaron en silencio, memorizando y repitiendo las palabras. Nadie quería olvidarlas ni equivocarse.

· ¿Estáis listos? -preguntó la voz-. ¿Estáis listos para cumplir la profecía? ¿Estáis listos para elegir vuestro destino? ¿Estáis listos para cambiar el mundo?

Todos asintieron con la cabeza y gritaron con una sola voz:

· ¡Sí, estamos listos!

Entonces, todos dejaron de luchar y corrieron hacia la torre de los Antiguos, donde esperaban las siete piedras y los siete espíritus. Todos querían ser parte de ese momento histórico y mágico. Todos querían ver qué iba a pasar después