Estoy sentada a una orilla de la vereda, pensando un poco todo. Nadie ha tenido más de un don, eso nunca había pasado, solo conocemos los derivados de los dones. Por ejemplo, mi hermano que manipula a las personas, el hace todo tipo de cosas con las personas, puede borrar sus recuerdos y hasta puede de controlarlos con la mente, o mi tío que manipulaba los astros, aunque solo sabía controlar la teletransportacion y la deducción de otros mundos paralelos. Se supone que yo tengo el mismo don de mi tío, lo cual todos creen que no es así, pero lo que se ahora es que no solo tengo el don de manipular los astros, sino también de manipular la tecnología. Si bien creemos que sea la evolución del mismo, yo creo que es un nuevo don.
Al poco tiempo suena mi móvil, atiendo y es mi madre, llamaba para decirme que podía volver.
Tomé el bus de regreso y fui para mi casa.
Al llegar veo a mi madre haciendo unas valijas...
—¿Nos vamos? —es lo que me sale de mi boca al ver esa escena.
—Tu no —me responde subiendo las escaleras, por lo cual la sigo.
—¡¿Que!? —… —¿A dónde irán o por qué?
—Es mejor que no lo sepas...
—¿Por qué?
—Porque arruinaras todo como siempre. —responde mi hermano interponiéndose en nuestra conversación, mientras bajan a la planta baja.
Y ahí veo a mi madre y hermano salir por la puerta principal...
Debo arreglar lo que he causado...
Ya hace varias horas que se han ido, y que estoy buscando por las redes sociales al muchacho que sabe de nosotros. Y aún no hay rastros de él. Quizás si voy a la tienda puede averiguar algo de él, pero también pueda que todas las personas de allí me recuerden...
He intentado volver utilizar mi don para saber que ha pasado, o que pasara. Quizás lo de hoy temprano solo fue mi imaginación.
Vuelvo a concentrar y unos golpes en la puerta me distraen...
—¡HABRAN! —oh no, los líderes del clan, debo abrirles...
—¿Hola? —pregunto al abrir la puerta
—Señorita Maia queda implicada en la revelación, a los terranos, de sus dones.
—¿Cómo? Eso no es así.
—Tenemos testigos.
—¿Testigos?... YO SOY TESTIGO —levanto la voz tratando de defenderme.
—Mmm... ¿Dónde están su madre y hermano?
—No lo sé...
—Es verdad señor, Maia no sabe del paradero de sus responsables. —hablo Ethan interrumpiéndome. Ethan es el hijo del líder principal del clan, llevo enamorada de el toda mi vida —Y sus responsables están ausente no puede haber un juicio.
—En ese caso su madre y su hermano John, se llevarán todos los cargos y se prófugos ante nuestra ley, mientras que la señorita Maia será llevada con su padre y los guerreros. —¿mi padre es un guerrero? Wow mama te lo tenías bien guardado.
—No creo que haga falta seré responsable de mí misma, y mis actos.
—Como usted quiera señorita. —dicho esto Ethan y su padre se retiraron.
Mi madre nos había ocultado quien era nuestro padre, no indagamos mucho ya que los del clan no pueden relacionarse de esa forma entre sí. Pues las mujeres deben buscar a un guerrero o a un terrano para poder tener un hijo, nunca vuelven con el mismo hombre y desaparecen de sus vidas luego del encuentro íntimo. En cambio, los hombres solo buscan hijas de guerreros para tal encuentro, pero ellas se deben comprometer al cien por cien al clan para criar a sus hijos. Los hombres tienen totalmente prohibido estar con alguna terrana ya que creen que se podría perder los dones.
En el caso de los guerreros ellos pueden estar tanto con terranos como con los del clan, pero nos discriminan porque sus hijos ya no podrán ser guerreros. Hoy en día es muy raro que haya un hijo de alguien del clan como de los guerreros, así como que dos o tres hijos sean del mismo padre, ya que los guerreros también quieren su descendencia y los terranos no deben saber de nosotros.
Mi hermano John y yo somos uno de esos casos raros, pues somos gemelos. Por ser gemelos siempre están vigilándonos.
Ahora debo enfrentar un juicio y tratar de resolver todo, si tan solo obtuviera la ayuda de mi hermano o la de Ethan. Pero mi hermano ha escapado dios sabe dónde, y Ethan será jurado en el juicio. Aunque yo seré testigo debo hacerlo por mi familia y por John.