Llegada

Magne se presenta ante Frey y Vanir, pide hablar con ambos a solas y ya solos el rubio de golpe suelta la verdad a los reyes.

_Gracias por decirnos señor de Asgard. Vanir, debemos preparar la armada para ir a ayudar.

_Desde luego, Magne, reune a lo que quede de tu gente.

Jötumheim

La tormenta era de proporciones bíblicas al menos para los jóvenes príncipes pero los Jöthun ya están acostumbrados, vientos de más de 80 km/hr, nevadas hasta de un metro de altura sin embargo con ayuda de los muchachos la velocidad de los vientos, así como las precipitaciones se triplicaron los vientos hasta 300 km/hr o más provocando cero visibilidad, así como un drástico descenso de la temperatura de -60°c a – 90°c haciendo que todo se empezara a cristalizar tanto flora como fauna e incluso varios kilómetros del ríos y riachuelos. Los habitantes de Jöthunheim a pesar de estar acostumbrados a ese tipo de climas, no pudieron pasar por alto el cambio brusco de temperaturas ni los efectos nocivos, la población en general comenzó a resguardarse en incluso a los animalitos tanto domésticos como salvajes, aquellos que viven aislados en las montañas ven todo eso como mal presagio, en palacio la servidumbre se moviliza para dar resguardo, a propios y extraños, los elfos oscuros con su magia también cooperan haciendo más confortable la estancia para los no nativos de Jöthunheim, los ruidos propios de los bosques poco a poco se fueron apagando solo el sonido de los vientos se podían escuchar, causando temor en muchos incluyendo a Helbledin aquel que quería reiniciar todo ve todo desde la ventana.

Los minutos pasaron dando paso a las horas sin que el mal clima cediera por lo contrario parecía que cada vez era peor, eso preocupaba a más de dos dentro de palacio, mientras en el bosque los hermanos seguían crecer más y más la tormenta, el primero en parar fue Tristán, si el nuevo señor del trueno ya estaba por llegar a su límite, dejando con la responsabilidad al menor de los tres, que dicho sea de paso lo estaba haciendo más que bien, y así pasaron un par de horas más sosteniendo la tormenta como él en pie, a pesar, de ya empezar a sentir dormidos sus brazos nueve horas pasaron ya no pudo más por fin el cansancio se apoderó de su cuerpo, dejando que la tormenta siguiera su propio curso natural más tranquila, más benevolente, Loki chaquea los dedos hace dormir a sus mayores mientas Fenrir les da calor.

Ellos en Jöthunheim, Frey en Alfaheim con su armada lista, él a la cabeza da la orden de marchar o en este caso de zarpar, suben a los diferentes buques de guerra, más de diez mil se embarcan. En fracturada y recién recuperada Vanaheim Vanír aún medita lo que debe o no hacer, ve su habitación que está completamente sola, sus hijas, su esposa resguardas ya, se deja caer en la cama ve por varios minutos el techo gris, se lleva las manos al rostro, tocan a su puerta eso lo saca de sus pensamientos, el mismo abre, eran sus seis generales cada uno de ellos dispuesto a defender la vida solo esperaban la decisión de su Rey, este palmea el hombro a cada uno de ellos, a siente con la cabeza los seis se retiran para alistar la marcha en no menos de tres horas se pondrían en camino.

El pedido que se le había hecho a Odder aún no estaba listo, no, de hecho, detenido la producción, Alviss aún no entendía por que Odder detuvo la producción, no fue hasta que supieron que Frey, Vanír ya se había puesto en marcha que Odder, dio la orden de llevar lo que ya estaba listo mientras seguían fabricando lo que hacía falta.

Viendo toda su inmensa riqueza Farner, llama a sus hijos, habla con ellos, a diferencia de los demás no la pensó mucho por lo contrario les ordenó que fueran a su lado, solo dos de sus hijos se quedarían en casa, el resto emprendieron el vuelo.

Loki hace que sus hermanos despierten, la tormenta ya había finalizado dejando a su paso destrucción, propia del meteoro los seis siguen su camino a la muralla ciudad, faltando un kilómetro detienen su marcha, de nuevo inician vientos huracanados provocando por los hermanos, cuando los vientos llegan a los 200 km/ hr, París con la ayuda la espalda inicia a calentar el viento, Loki le ayuda, Fenrir se planta bien se concentra lo suficiente un rayo cae del cielo dando en su cabeza, ese rayo viaja hasta sus pies de sus pies a lo profundo del suelo, subsuelo hasta llegar al magma, Tristán, toma el martillo con ambas manos concentra toda su fuerza en un golpe, golpe que da en el suelo haciendo un gran orificio, pero no expandido sino hacia abajo como si de un conducto se aire se tratara.

Los vientos que eran gélidos ahora son cálidos al grado de los cristales ya comenzaba a derretirse, pero no era suficiente los vientos huracanados deberían de consumir lo que toque, quemar, incinerar cosa, planta o animal. El fuego de la espada parece ser insuficiente, Annika abraza a París al tiempo que susurra una oración acto seguido el fuego se triplica, no es que ella fuera de fuego, Loki, su padre atreves de ella pudo canalizar un poco de su poder y trasmitirlo a París por ende a la espalda.

Los ardientes vientos ya comienzan a hacer mella en la recién azotada ciudad, ahora de la nada los techos arden en llamas, el castillo que se hizo a partir de los primeros hielos que se suponen son eternos gotear, de ciertas partes, la preocupación se hizo genuina cuando la cúpula principal cayó en medio del castillo.,

Helblidin, se dirige para afuera, ver qué es lo que pasaba ¿Cómo era posible que el viento de congelar pasará a quemar?

Sin embargo, no puede dar un paso fuera del castillo, precisamente el viento no le permite salir le bastó con un pie fuera para que su bota se quemará, habla con las brujas alumnas de Laufey ya que Helblidin creía que era cosa de magia, cosa de Loki, no supo cómo tomar las cosas cuando ellas le dijeron que el viento era natural pero que el fuego que acompañaba al viento no lo era pero que tampoco era mágico ya que fuego ardiente emanaba de la misma naturaleza.