Reencarnación

Reencarnación

Los ocho dioses que no debieron nacer y que por siglos fueron relegados a adoptados son ahora los protectores de los nueve reinos bajo las órdenes de su hermano mayor y rey Magne, los ocho dejaron su mortalidad a un lado para regresar a casa, cuando por fin se integraron a la nueva vida la verdad se les fue revelada, sus padres Thor y Loki nunca volvieron a la vida todo fue parte del plan de las diosas madres para que ellos encontraran su verdadero propósito como nuevos dioses, sus abuelas eran quienes se hicieron pasar por sus padres y fue gracias a eso que los ocho tomaron su lugar en el universo.

El sentimiento de los ocho era el mismo, tristeza, decepción por no poder estar juntos como familia, con esa tristeza cada uno de los ocho continua su vida en Asgard a lado ya de sus familias propias, cierto día antes de que dé comienzo la cacería salvaje ahora comandada por Magne los ocho salen al patio trasero para disfrutar de la fría noche.

_Cierto es que nuestros padres no revivieron, pero también es verdad que han reencarnado como simples mortales.

_¿Qué has dicho Annika?

_Cuando nuestras abuelas nos dijeron la verdad busqué en el libro de los muertos, pude leer que reencarnaron como simple humanos para nunca más reencontrarse.

_Espero de corazón estén bien los dos.

_De seguro lo están.

Rügen, Alemania.

Unos oficiales de policía llegan para detener una pelea nada justa cuatro contra uno.

_¡Largo a tu país pobre tercer mundista!

_Prefiero ser tercer mundista que un asesino nazi.

De nuevo los cuatro chicos alemanes se abalanza sobre el extranjero rubio que para sorpresa de todos y a pesar de sur de LATAM era demasiado alto y blanco, nada tenía que envidiarles los chicos alemanes al rubio de piel porcelana de casi dos metros de estatura, y por supuesto el joven no temía agarrarse a golpes. Los oficiales detuvieron a los cinco, en la estación de policía testigos explicaron la razón de la pelea, los alemanes se burlaron del latino he hicieron pedazos su bicicleta, fueron los chicos alemanes quiénes golpearon primero, el latino solo se defendió, dejaron ir al chico los otros se quedaron detenidos y pagaron la bicicleta, el rubio sale directo a buscar donde comprar una bici nueva la suya quedo inservible, al tener la nueva monta en ella para seguir su recorrido por la playa, él era estudiante de universidad, estudiaba ingeniería en mecánica automotriz en su vacaciones como no podía volver a su tierra ya que era becado se dedicaba a recorrer el país en su bici y tener trabajos temporales, sigue su andar hasta ya entrada la noche, va por uno de los caminos menos transitados, le gustaba la soledad y el contacto con la naturaleza, va escuchando música pedaleando feliz, alcanza a divisar un A8L Horch azul metálico y aun joven pateando sin cesar el neumático del lado del piloto, llega hasta donde se encuentran el auto y el chico, es un chico un poco bajo que él casi tan blanco como él, de cabellos rizados, rubios rojizos, ojos grandes demasiado expresivos de color verde de finas facciones, de espigada figura.

_Si sigues así te vas a lastimar el pie.

_No sé qué le pasa a esta cosa, de la nada se apagó y por más que le hago el intento no enciende.

_Es un auto moderno, deberías llamar a la grúa para que lo lleven a la agencia.

_Eres un genio, no lo había pensado – le muestra el celular- _Batería muerta, tarado.

_¡Ay no! - se pone en marcha-

_¡Oye! ¿A dónde vas? Se supone que me debes ayudar, no dejarme aquí solo en medio de la nada.

_- Detiene su andar- _ Los tuyo ya me han ofendido demasiado para soportarte también a ti.

_- Corre a alcanzarlo- _ En verdad pido disculpas, estoy enojado es todo, no quise ser grosero, tengo hambre, tengo frío, llevo horas aquí solo mi cel se descargó me pelee con mis padres, perdón por desquitarme contigo.

_ Mal día ¿he? También yo – desmonta la bicicleta – _Ven conmigo - señala- _Ahí podemos descansar un poco.

_Si, gracias. Me llamo Loring Wicker- extiende la mano-

_ Tomás Montero – estrechan manos-_ Siéntate aquí conmigo. En lo que vacío mi mochila, cuéntame tu día ¿por qué te peleaste con tus padres?

_Por mis hermanos, soy el mayor y me tratan como apestado por no ser como ellos ¿Qué culpa tengo yo de ser guapo?

_¿Qué?- le da una barra de chocolate ambos ríen a carcajadas- _ ¿Quién te dijo que eres guapo?

_Yo mero, soy guapo, peor no, no me pelee por eso, problemas familiares es todo. ¿Cuántos años tienes? ¿Eres de aquí?

_Tengo veinte, estudio ingeniería, soy becado, soy de Santiago de Chile.

_Yo tengo diecisiete también estoy en la universidad, pero en la facultad de historia. Ya sé, soy muy joven...pero soy demasiado inteligente para los estudios así que me adelante varios años.

_Eso lo explica todo, toma, café helado.

_Gracias, me has salvado.

_De nada, apúrate para regresar al pueblo y llamar una grúa.

Tomás espera a que termine de comer, finaliza se pone en marcha, Loring se adelanta va cantando, jugando con una piedra, Tomás niega con la cabeza porque su compañero improvisado de viaje es inquieto y el ama la paz y la tranquilidad, el chico da una patada a la piedra pierde el equilibrio y cae de nalgas al pavimento, Tomás se apresura a ayudarlo, Loring se queja, alza la mirada ve al rubio que ofrece su ayuda, por unas milésimas de segundo, el rubio se vuelve pelirrojo, su pantalón de mezclilla y su camiseta sin mangas cambian por un pantalón de cuero y una camisa de seda roja, en sus ojos azules cree ver rayos. Tomás se coloca a su altura, parpadea varias veces al ver en los finos labios de su acompañante nueve cicatrices como si le hubieran zurcido los labios, ambas manos se tocan, se ponen de pie, el delgado joven agradece se queda parado procesando lo que vio, ve que el rubio se aleja, no sabe porque y un impulso lo hace corres hasta al cansarlo abrazándolo por detrás su cabeza queda exactamente en el omoplato izquierdo, recarga la cabeza en él, Tomás posa sus manos en las manos de él, no sabe porque pero ese abrazo le causa paz.