Capítulo I

La música llenaba el elegante lugar en donde ahora mismo me encontraba. Mientras caminaba por los escalones comencé a divisar a los típicos viejos verdes, rodeado de mujeres con vestidos tan asfixiantes como un marido celoso. Las mesas de juego estaban llenas menos el espacio que ella ocuparía. Le hice una seña disimulada a paola, era la chica perfecta para atrapar la atención de un sujeto como Marcos basili. Me acerqué a la barra mientras tonteaba con el barman. Que por cierto estaba bastante bueno. Con mi parloteo y risitas coquetas logré distraerlo lo suficiente para que Cuando diera  la vuelta no fuera testigo  de lo  que le eché al trago   que tenía como  destino la mesa donde ahora mismo estaba paola.  Agarré una servilleta y la doble en ambas puntas. Paola entendería cuando la viera. Cuando terminé  La coloqué en la bandeja. El barman que por cierto no sabía su nombre, miró lo que hacía.

— Así se ve más bonito, bombón. Agarró  la bandeja mientras mi mano azotó su trasero. Guiñó un ojo mientras continuaba su camino.  Mientras fingía estar concentrada en mi trago capté la mirada de paola. Metí un mechón de mi cabello para que ella pudiera entender mi señal. Vi cómo llevaba el trago a sus labios mientras le pasaba un vaso a Marcos, quien parecía verdaderamente entretenido con la presencia de paola. Encendí el pequeño micrófono y comencé a escuchar las palabras del desgraciado a quien  pertenecía la voz.

— ¿Que hace una jovencita en lugar como este?

Me llevé la mano a la frente. Este tipo tenía cero de creatividad. Era la típica pregunta de viejo verde haciendo papel  de moralista. Vi la expresión de paola, quería reírse y lo disimuló llevando el vaso  a la boca.

— podría preguntar lo mismo sabe. Pero eso sería bastante aburrido.

Sonreí, esta chica se estaba mereciendo un aumento.

— entonces si vienes por algo.

Cada vez que este sujeto abría la boca, solo me entraban ganas de echarle lejía.

—¿ Acaso usted a venido a verle la cara al barman? Porque yo no. Supongo que es bueno conocer cosas nuevas. Marcos río y alzó su vaso.

— brindemos entonces por conocer cosas nuevas . Paola alzó  también  su vaso. 

Corté la transmisión cuando comencé a ver el movimiento de todas las fichas en la misma dirección. Era mi momento de desaparecer.