Los Misterios en Zenobia

Capítulo 21 - ¿Quién es ella?

La noche se me hizo eterna pensando y analizando cada teoría posible que podría estar pasando en nuestras vidas. No podía conseguir el sueño y peor era que cada vez que cerraba mis ojos recordaba la misma escena que ocurrió ayer.

Miro la ventana como caen pequeñas gotas de lluvias y el cielo se iluminaba poco a poco por truenos que resonaban por todo el lugar. Una segunda melodía podía escuchar y era distinta al sonidos de los truenos. Era la lluvia que ya empezo a nublar todo el lugar a travez de mi ventana y no pude seguir viendo el ambiente que en vez en cuando lo hago para pensar y analizar mis problemas.

Un tercer ruido capto mi atención por completo dejando mis pensamientos a un lado para capturar esa hermosa melodía que escuchaba a lo lejos de mi habitación.

Me levanto de la cama sin hacer ni un solo ruido para no despertar a Alice, que se encontraba muy profundamente durmiendo como siempre de costumbre la veo dormir cada noche.

Salgo de la habitación buscando esa melodía que capto tanto mi atención y hace una melodía fantástica con el mal clima que hace hay afuera logrando una armonía perfecta de sonidos ambientales.

Siguiendo la melodía me llevaba a un balcón decorado de hermosas flores negras y marchitadas con sus ojas rotas haciendo que con el viento se espalsiera poco a poco su pedazos volando por el ambiente. En el suelo habia pequeñas pisadas que desaparecía de inmediato haciendome ver un caminó donde me conduciría a unas pequeñas escaleras que habian al lado del balcon.

Subi y subi hasta que el sonido que habia escuchado anteriormente, en mi habitación lo escuchaba más claro que antes haciendome llegar a un pasillo donde empezo a ponerme a temblar de frío. El pasillo estaba rodeado de una neblina repentinamente haciendome pensar que esta vez me voy a encontrar. Veo otra vez la misma pisadas que antes hasta que llegue a una puerta misteriosa con el grabado de "S" en escursivo. Lo que me puse a pensar y analizar de quien podría ser está habitación.

Abro delicadamente la puerta sin hacer mucho ruido y tan rápido que abrí la puerta una neblina salió de repente y con mi mano cubri mi rostro por lo mucho que salió repentinamente.

Luego que se fue y ya sólo había una pequeña neblina cubriendo mis pies descalsos haciendo que sintiera más frio de lo que ya tenia antes de salir de la habitación.

Mi vista se enfoca en ver el lugar lleno de telarañas, hay mucho polvorin en el suelo y un bonito juego de cuarto que seguia recogido del mismo modo que fue hecha desde la última vez que se limpio esta habitación. Pero mi vista se sentra en una luz tenua y azulada que iluminaba toda la habitación. Me asomé un poco para ver de quien se trataba esa misteriosa persona de la melodía que me atrajo hasta aquí.

Era la mism mujer que caminaba por los pasillos con su traje largo y blanco tocaba el piano con tanto sentimiento y a la misma vez estruendoso para lograr una perfecta combinación de misterio. Ella sabía que estaba hay y paro de tocar para mirarme con una sonrisa de lado a lado invitándome a sentarme a su lado por lo cual no opte en decir que no.

- ¡Hola Amelia! -dice haciendome que me sorprenda de una al decir mi nombre- Porfin nos conocemos en persona. -hace una pausa para luego tocar mi cabello y seguir hablando- Ya deseaba conocer a la pequeña y misteriosa chica que le gusta investigar entre mis libros que deje por hay escondidos.

No podía ni decir ni una sola palabra, por lo que solo me sale la típica pregunta que le haces a alguien que dice tu nombre. Pues normal ¿no?

- ¿Cómo sabes mi nombre? -pregunte con curiosidad.

Ella sigue tocando pequeñas melodias mientras me sonreía de vez en cuando y conversaba conmigo.

-Hablan mucho de ti querida y las paredes hablan sobre lo que intentas hacer para ayudar al mundo. -dice mientras algunos sonidos se reflejaban en signos musicales que con el humo las formó poco a poco como un truco de magias bien hecho.

-Y ¿tu quien eres? -dije ahora más tranquila por lo que no tenía miedo si no curiosidad de saber cada respuesta que escuche de su voz angélical.

- ¡Me llamo Sofy! -dice- Soy la esposa de Carlos. -mi cara de sorpresa se reflejo en mis rostro al saber que ella era Sofy la mejor amiga de mi madre.

Dijo ella mientras que seguía tocando las teclas de cada teclado haciendome sentir nostalgica de repente y sintiendo su pena desde su corazón. Recorde la historia que me habia contando Alice antes de llegar a Zenobia y decidí preguntarle algo que rondaba por mi mente hace un buen tiempo ya...

- ¿Pero no dijeron que tu estabas dentro de un espejo sin poder salir? -dije mirandola a los ojos y ella paro en seco al tocar su melodía triste. Me miro y sujeto mis manos que estaban muertas del frio pero al sentir su tacto; es como si ella me pasara calor para no morir de frio.

- Si, es verdad que vivo cada día dentro de un espejo sin poder salir o poder irme en paz como lo eh deseado desde hace mucho tiempo atrás antes que tu nacieras -dice- No te has dado cuenta que el lugar que tanto estuvieron buscando tu lo encontraste. -dice haciendome pensar en el tallado de la puerta que decia una "S" y en lo segundo que me fije de esta habitación fue un espejo en la puerta donde no me percate que cruze a este portal por la misteriosa curiosidad que tenia por buscar esa melodía que tanto atrapo mi corazón- Bienvenida al cuarto prohibido Amelia y al espejo donde vivo cada día y cada noche esperando un día poder salir en paz.

Me asombre por lo que logre y al mismo tiempo tenia un sin fín de preguntas que me rondaba por la mente.

- ¿Cómo es que pude entrar al espejo?

-Estabas hinoptizada con mi melodía por eso me encontraste y pudiste entrar al espejo. Pero si no lo estuvieras jamás hubieras encontrado mi lugar secreto. -dijo parandose del piano y hiendo al balcon que tenia en su habitación por lo cuál yo la seguí- Sabes el motivo por el que estoy aqui es que mi esposo me quiere revivir y me temo lo peor. Él esta tan segado por recuperarme que cada día la oscuridad se aprovecha de él haciendole que su maldad siga creciendo y perdiendole para siempre. Eh visto tanto que me duele el corazón y sólo hubiera querido no haber muerto para no verle así de triste. -dijo haciendo caer algunas gotas de lágrimas que se esparcen por sus mejillas blanca.




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