B U N N I E
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Despierto por el sonido de mi alarma, pero apenas si tengo fuerzas para estirar mi brazo y apagar la alarma de mi celular. Usar mis poderes anoche fue un gasto de energía que todavía no repongo necesitaré al menos descansar unas doce horas para que mi organismo recupere lo que perdió. Pero como mi padre desconoce que salí anoche, hago un esfuerzo y salgo de mi cama, todo mi cuerpo me duele por el cansancio. Aun estando dormida me doy una ducha para despertarme del todo y que mi cuerpo se relaje, estoy agotada tanto física como mentalmente, usar mis poderes me agota porque no los uso mucho, ni tampoco entreno como debería.
Baje cerca de la hora de irme el autobús pasaría y no me esperará por llegar tarde, sin tiempo para desayunar me voy corriendo de la casa saludando con la mano a mi familia. Tenía mucha prisa no quiero tener que caminar al liceo, ya estoy cansada como para sumar a mi cansancio una larga caminata. Llego a la parada donde me estaba esperando Lila que con una amigable sonrisa me ofrece un poco de agua y una manzana. Tomo la botella de agua y la manzana sin comprender por qué ella me está dando la fruta.
— Vienes corriendo como una loca es obvio que no tuviste tiempo ni de desayunar – alega la castaña volviendo su mirada a la calle para ver si ya venía el autobús. Tomando un trago de agua cierro la botella y se la devuelvo, no me negaré a la manzana necesito energías para continuar con este día o me terminaré durmiendo en clases y eso no será bueno para nadie.
— Gracias por todo Lila – contesto al tragar mi primer bocado de manzana, en verdad tengo mucha hambre y sé que es porque gaste muchas energías y necesito recuperarlas con descanso y comida. Lo bueno es que no llegue a cruzarme con mi padre, él logra reconocer cuando mi cansancio es por usar mis poderes es como si fuera un detector humano. Entreno cuando voy a casa de mi madre y papá se vuelve loco porque odia que use mis poderes lo que me lleva de nuevo a la misma pregunta de siempre.
¿Por qué se casó con mi madre?
— Despierta que el autobús ya viene en la esquina – la mano de Lila moviéndose ante mis ojos me trajo de nuevo al mundo mortal y presto atención a lo que ella me dijo.
Una vez dentro del autobús termino de comer mi manzana, Lila me pide que no tire lo que quedo de la manzana y lo guarda en un taro de plástico con forma de manzana. Es un buen abono para sus hortalizas, sin cuestionarla le entrego el corazón de la manzana y me pongo a observar por la ventanilla el paisaje. Siento los parpados pesados, pero no me puedo dormir por el ruido de las personas dentro del autobús. No hablamos mucho con Lila, ya que cada una va metida en sus propios pensamientos y el viaje se siente bastante más largo que otras veces por lo que batallo contra el sueño.
El resto del día me la paso estando algo adormilada, no respondo como siempre y me la paso distraída porque tengo sueño. Del cual acabe cediendo en el momento en que caí dormida en mi banco durante la clase de Lengua. Fue algo vergonzoso cuando la profesora golpeo su mano contra mi mesa llamándome y yo salte en mi asiento volviéndome el objeto de burla de mis compañeros.
— Bunnie si tan aburrida es mi clase podrías ir a visitar al director – escupe con enfado la profesora a un lado de mi pupitre mirándome con decepción. Algo avergonzada intenté disculparme en verdad estaba muy cansada, mis poderes me consumieron ayer y hoy apenas si podía mantenerme despierta necesito descansar – ¿Te encuentras bien? – cuestiono ella apoyando una mano sobre mi hombro, no comprendí su pregunta hasta que sentí como algo mojaba mis labios y por instinto lleve mi mano a la nariz. Al ver mis dedos tenía manchas de sangre, de inmediato me alarmé, esto no es para nada normal es decir antes he usado mis poderes y nunca me sangro la nariz.
La profesora dejó a mis compañeros con una tarea y me acompaño a la enfermería, la profesora Cuevas se preocupa por sus alumnos aunque algunos sean demasiado irritantes. En la enfermería me dijeron que pudo haber sido por el sol, o que mi presión arterial se subió debido a una descompensación y me dejo ir luego de que la hemorragia paro. Me dijo que fuera a ver al doctor si me volvía a sangrar la nariz, me dijo que tuviera cuidado porque a mi edad no es normal que sangre mi nariz de la nada. Le agradecí por su ayuda, sabía que mi sangrado tenía que ver con mi uso de poderes excesivo anoche y quizá hable con mamá para visitar a Apolo.
Por mi condición de semidiosa mis poderes son algo limitados, no puedo forzarme mucho o me haría daño y con la falta de práctica, al usar mis poderes debo esforzarme el doble porque no puedo controlarlos. Es lo que mi padre no entiende, yo simplemente no puedo ser una chica normal, va en contra de mi naturaleza y todo mi ser pide que sea libre. Pero no puedo, me encantaría poder quedarme con mamá, pero ella no pasa mucho tiempo en la tierra simplemente su lugar no es este, sino que lo es el cielo y la entiendo, es por eso que vivo con mi padre.
Cuando salí de la enfermería el timbre de la salida sonó y tuve que volver al salón de la profesora Cuevas en busca de mis cosas. Pasando a mis compañeros fui a mi lugar guardando todo, me sentía bastante cansada y solo deseaba volver a casa para dormir. Camine desganada por el pasillo hasta salir fuera, estaba lista para irme en el primer autobús, pero vi el auto de mi padre estacionado afuera. Y estaba tan cansada que me importo poco si mi padre se daba cuenta de que use mis poderes.
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Editado: 02.10.2021