T A D E U S
🌊🌊🌊
No entiendo la actitud de Nova, desde que me dio esa cachetada no he podido hablar con ella, siempre que intento acercarme ella me evade o algo pasa que debo alejarme. Intente por todos los medios contactarla, pero Nova parece no querer hablar conmigo y luego de unos constantes rechazos opte por darle su espacio y dejar de buscarla. Aún seguía muy confundido, no sabía qué hacer y hablar con mis hermanas no es una opción ellas tan solo me dirán te lo dije y no necesito que me digan cosas obvias.
— ¿Entendiste todo Paulette? – pregunto a mi sobrina que como había prometido continuaba dándole clases para ayudarla con las materias que se le dificultan.
— Si, tío – responde ella cerrando su cuaderno para irse dejándome recogiendo mis cosas para marcharme. Quería regresar a casa de Ylenia y con suerte llegar a ver a Bunnie entrenar... que estoy diciendo, solo quiero llegar a la casa y meterme al mar a recargar energías.
— ¿No quieres quedarte a cenar? – la voz de mi hermana hace que salga de mis pensamientos y me giró al verla, Electra estaba apoyada contra uno de los marcos de la puerta. Su mirada no era la típica divertida y chispeante, sus ojos estaban apagados y se notaba mucho que se esforzaba por sonreír.
— Me gustaría, pero tengo que ir a casa de Ylenia al parecer estarán todas las amigas de Mar y ya sabes cuantos más estemos para proteger la casa de cualquier inconveniente mejor – respondo encogiéndome de hombros, mi hermana asiente y no insiste. Sin saber muy bien si es que tiene problemas con mi cuñado, con su trabajo o la vida en general la abrazó con fuerza. Electra me rodea con sus brazos y escucho como unas cuantas lágrimas se escapan de sus ojos, retiene los sollozos y mantiene su rostro oculto en mi pecho. No sé qué es lo que le pasa, pero continúo abrazándola por mucho tiempo, sus lágrimas empapan mi camiseta, pero no me importa y Electra poco a poco deja de llorar.
— Lo siento te dejé la camiseta llena de baba y mocos – comenta con la voz rota ella cinchando las mangas de su blusa para pasarlas por mi buzo. La detengo haciendo que ella me mire a la cara, tiene los ojos rojos al igual que su nariz y se nota que en cualquier momento volverá a llorar.
– Mi camiseta es lo de menos, ¿dime por qué lloras? – sin soltar sus muñecas veo como lágrimas nuevas se deslizan por sus mejillas y Electra se rompe.
– Los encontré – dice finalmente, todo su cuerpo tiembla y tengo que soltar sus muñecas para sostenerla y evitar que se caiga, arrastrándola la llevó hasta el sofá donde la siento para ir por algo para que no se descompense. – No, espera... no quiero que me dejes aún. Necesito que Paulette no se entere de esto, nadie en realidad, por lo menos hasta que yo misma lo procese – sus palabras dolorosas me hicieron no moverme de su lado, sus manos temblorosas tomaron las mías y apoyando su frente en mis manos ella habló. – Después de tantos años logré encontrar a mis verdaderos padres – confiesa soltando mis manos y pasándolas por su rostro, quería borrar el rastro de lágrimas, pero resultaba contraproducente cuando no dejaba de llorar.
– ¿Te refieres a sus tumbas? – pregunto intentando entenderla y contenerla, si es verdad que Electra no es mi hermana de sangre yo la considero como mi hermana. Por muchos años estuvo buscando alguna pista de sus padres, si estaban vivos o muertos y lo último que había sabido es que estos habían fallecido. Solo le quedaba encontrar sus tumbas y buscar algún familiar si es que le quedaba alguno, necesitaba descubrir la verdad de sus orígenes. Mi hermana había tenido siempre una pregunta rondándola desde que supo que mi padre no era su papá biológico y durante años busco y busco. Hasta que al parecer al fin encontró lo que tanto estaba buscando, pero al parecer no es lo que ella estaba esperando.
– Ojalá hubiera encontrado eso. En realidad, mis padres ellos... están vivos, tengo dos hermanos menores y cuando fui a conocerlos me rechazaron. Dijeron que me abandonaron porque no tenían para mantenerme, que luego de mucho lograron establecerse y tuvieron dos hijos más, pero que esa pequeña que habían abandonado no les importaba. Jamás me buscaron y dijeron que no los contactara más que sus vidas estaban bien antes de que llegara y que no necesitaban de mí – Electra nuevamente rompió en llanto uno tan dolido y desgarrador que alarmó a mi sobrina que vino de inmediato a ver a su madre. Paulette abrazo a su madre junto conmigo, sin entender qué le pasaba le prometió a su madre que las cosas mejorarían y con lágrimas en los ojos prometió a su madre ser una buena niña. Electra lloró aún más intentando calmarse, pero lo que le había dicho su hija la hizo llorar aún más. Mi cuñado no tardó en llegar y yo los dejé hablar, de camino a casa no pude dejar de pensar en mi hermana y en lo doloroso que debió haber sido que la rechazaron. Luego de tantos años buscando una respuesta, un algo que justificara que la abandonaran ella lo encontró, pero fue un duro golpe. A veces saber que te abandonaron es menos duro que saber que aun pudiendo regresar por ti prefirieron borrarte de sus vidas y seguir adelante como si tú jamás hubieras existido.
Lo que pasaba mi hermana inevitablemente me hizo recordar a Bunnie, a ella no la abandonaron, pero si le mintieron toda su vida, la obligaron a vivir como algo que no era y no llegó a dimensionar lo triste que es. Viendo estas realidades pude llegar a comprender el enfado de mis padres conmigo, durante mucho tiempo fui un niño caprichoso que si no conseguía lo que quería se enfadaba y realmente fui un dolor de cabeza para mis padres. Por Zeus fui demasiado egoísta todo este tiempo, solo pensando en lo que quiero y nunca en los demás, siendo cegado por ese amor hacia Nova termine convirtiéndome en un monstruo. Uno caprichoso y destructivo.
#22500 en Fantasía
#47247 en Novela romántica
amor pasion, dioses griegos amor y adolescentes, aventuras mar luna poseidon y selene
Editado: 02.10.2021