Cielo gris

El gris de un cielo solitario,

en donde las aves ya no vuelan

porque temen que los relámpagos

dañen sus ligeras alas

con el sentir del viento.

Un sol que ya no se aprecia,

pero se nota la hermosura

de las nubes negras

con su pintura de tristeza,

de emociones que se

dividen en mitades

como la noche y el día.

Lágrimas vacías caen

de un corazón roto,

que apenas es iluminado

por un pequeño naranjal

de flores imaginarias

que pintan su agonía

con una gota roja

de ardiente felicidad.

El cielo vuelve a levantarse

de todas esas tormentas cambiantes

repletas de tornados y huracanes

que se llevan consigo almas humanas.

Almas.

Su luz se pierde en la noche,

sus nubes grises se

convierten en algo invisible.

Y la luz despierta el cielo,

recordando vagamente que

un gris alguna vez espanto

a más de una vida,

con belleza negra y furia

de la madre naturaleza.