Me estoy quemando por dentro,
estas enloqueciéndome.
Te odio, pero te vuelvo a querer.
En mis pensamiento te encarcelo,
en mi espíritu te anhelo.
Tus dibujos me enamoran,
tu voz me abriga.
Y es que...
Eres un total desastre
al no creer en mis palabras.
Pero yo si creo en lo que digo,
y sé que te destruiré con un suspiro,
hasta que entiendas que me
matas lentamente con tu
frialdad, tus cambios de humor,
tu enojo que me fascina,
y esa risa que pocas veces
escucho con sinceridad.
Pero encantas así, tan confundido...
Tan incrédulo, tu insistencia,
esa inocencia que te abarca a veces.
Tus lados tiernos me
endulzan y amargan.
Pero eres así, distinto...
Extraño como un meteorito
proveniente de algún lugar desconocido
en el espacio.
Tú, inseguro de ti,
creyendo en tonterías.
Amándome aún en la distancia.
Así te quiero.
Artista temperamental
escondido entre la penumbra
y el latir de mi corazón.
Estas palabras llegarán
a ti cuando rías,
llores, cuando cantes
tu canción preferida.
Las recordarás repetidamente;
sabes que te lo diré una vez,
sólo una vez.
Por eso, no podrás evitarlo.
Será el momento que
más marcado te dejará.
Divagando entre la sorpresa,
arrancando tus cabellos
hundido en la frustración;
sin entender, soñando
con oírlo una vez más.
Esas dulces palabras
con las que sólo
la dama de hielo
puede lograr
hacerte estremecer.
Querrás besarme
apasionadamente
cuando nuestras
miradas se encuentren.
No habrá posibilidad de
evitar todo ese querer retenido
que se forma como un
nudo en tu garganta.
Éstas enamorado de
mi amor repentino.
Así te quiero.
De mis extraños afectos que
pocas veces te doy, para
que luego reclames más.
Los que sólo te daré
cuando me plazca,
porque te mantendrá
unido a mí,
esperando esos instantes.
Oh, porque ya estás ansioso,
no sabes cuando será el siguiente.
Odias a la dama de hielo
que tanto te hace esperar,
pero la amas así,
porque en el fondo ella te fascina.
En ese dilema me encantas,
tu indecisión me es adictiva.
Así te quiero.
Buscando la razones
para poder explicar lo que soy.
Intentando cavar profundo,
hallando más complicaciones.
Te gusta la rareza que habita en mí.
Desconoces mis reacciones,
conmigo los adelantos no existen.
Lo sabes, quieres saber
de mis verdaderos pensamientos, no
puedes ni imaginarlos.
Yo también te busco, analizo,
te grabo detalladamente
en mis memorias.
Fotógrafo, quieres plasmar
mi ser en imágenes, pero el
vendaval se mueve de prisa.