Los pensamientos de una joven

El sueño de la muerte

Soñé con espadas.

Un ejército me atacó el corazón,

lloré ante el dolor...

Mi cuerpo colapsó por completo.

 

En medio de lágrimas de sangre,

admiré a aquel artista dibujar

con su lápiz la blanca nieve

que caía sobre mi cuerpo.

 

Me observa frío,

concentrado en plasmar

en su lienzo la realidad

cruda que sus ojos miraban.

 

El llanto alcanzaba sus oídos,

pero parecía querer ignorarlo.

Mi artista de ojos cafés

se alejaba con cada trazo

que su lápiz ejercía;

 

Aquel ejército terminó

por ganar la guerra.

Acabaron con el general...

Supe en ese instante,

que la muerte solo quería

mostrarme el más cruel espejismo.

 

Respiré hondo, el aire

que salía de mis pulmones

se tornaba blanco, parecía humo.

«Te amo» Logré susurrar,

aun sintiendo que

me daba la espalda.

 

Y entendí, que aquella

guerra había valido la pena,

aunque hubiese perdido.

Pues mi amor,

guardaría mi muerte por

siempre entre sus dibujos.

 

Ningún soldado alcanzó

a ver la hermosa escena

que se ejecutaba.

Sonreí, y ahí en ese instante

el dolor se detuvo, recibí a

cambio el mismo gesto de su parte.

 

El famoso artista me había sonreído,

caminó hacia mi moribundo cuerpo,

me sostuvo de las manos y jaló de mí.

Miré atrás, aun se veía la sangre

brotar de mi carne,

pero yo... ya no estaba ahí.

 

Me había ido al paraíso con él.

 

—Para el chico de los dibujos.

 




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