CAPITULO 71 “Un baile,  por el cumpleaños pospuesto.” (Segunda parte)

(Julio 24, 2013, Venecia, Italia.)

(Ahmanet)

            Bajamos y llegamos ante la puerta del salón de baile en donde Giacomo nos anuncia.

-La honorable signorina Ahmanet Pequeña Nube Prince Goodnees y el Capitán Steve Rogers.

            Todos en el salón voltean a vernos, y de inmediato Mauritzio viene hacia mí, y me abraza diciendo.

-querida niña mía, es hora de que recibas los presentes de tus invitados, y para ello debes tomar tu sitio de honor.– dice tomando mi mano izquierda del brazo de Steve y llevándome hacia un sitial más parecido a un trono egipcio, en el que me hace tomar asiento.

            Veo venir hacia mí a Marco con su esposa y sus dos hijos, quienes hacen una ligera reverencia y dicen

-A pesar de que tu cumpleaños fue hace meses y que por cuestiones fuera de tu control no se celebró en su momento, hoy celebramos tu nacimiento y te llenamos de obsequios, este es el nuestro.– veo a Josefine acercarse y darme una caja elegantemente adornada. María que ha aparecido a mi lado, la toma de mis manos y la coloca en una mesa.

-Gratzie Marco, tú y tu familia son muy amables, espero que se diviertan en el baile.

            Después pasa Piero con su esposa y sus dos hijos y la escena se repite, siguiéndolo Fabritzio con su esposa y su hijo, después comenzaron a pasar algunos de los invitados, ya que no todos se les pasarían pero aquellos que llevaron obsequio pasarían, los demás solo saludarían.

            Cuando toco el turno al Príncipe Giovanni Sforza, la sorpresa de todos fue mayúscula, pues su obsequio era muy especial.

-una dama como tú Ahmanet, merece un obsequio muy especial y dado tú nombre y tú gusto por el Antiguo Egipto, me parece que una noble dama cuyo guardia es un perro entrenado, bien puede tener un par de ligres entrenados.– dijo y en ese momento un mozo aparece llevando un par de enormes y hermosos ligres de unas correas rojas.

-valla, ligres, había escuchado de ellos pero nunca los había visto Príncipe Sforza.–  le digo

-son dos animales dignos de una princesa como usted, se llaman Cleopatra y Ramsés.–  me dice el príncipe.

-creo Alteza que se ha equivocado, ella se llama Sejmeth y el sí es Ramsés.– hago un ademan con las manos y ambos ligres avanzan hacia mí, y se recuestan a mi lado.

-valla, los ha dominado sin siquiera la instrucción apropiada, usted es especial.– dice el príncipe Sforza.

-grazie por el obsequio, si ha sido algo increíble.

-creo que mi obsequio no es tan impresionante pero espero que sea de su agrado.– dice Federicco Spada, haciendo un ademan llamando a un mozo que lleva de unas correas doradas a un par de panteras negras.

-cielos, son hermosas esas panteras. Grazie signore Spada.

-están entrenados y sus nombres son Basteth y Bek.-  Me informa

-dignos nombres, gracias por ellos.– digo y hago un ademan con la mano y ambas panteras se colocan a mis pies y se recuestan.

-con esta guardia personal, solo un tonto se atrevería a atacarla signorina Ahmanet, pero aun así creo que mi obsequio le agradara.– dice Enzo Auditore, y un mozo presenta un hermoso estuche alargado. Veo al propio Enzo abrir el estuche para mostrar su contenido.  Enzo deja ver un par de hermosas espadas enjoyadas.

-sé que es una excelente espadachín, signorina y creo que estas espadas serán de su agrado.

-grazie signore Auditore, es usted muy amable.

            Siguieron pasando personas con obsequios, hasta que por fin dio inicio el baile, todos mis guardias se quedaron junto a mi asiento, mientras yo comienzo a bailar, en algún momento libre entre el bailar con los hijos de Mauritzio y con él, voy a conversar con Steve, Tony y los demás.

-señores, por favor diviértanse, Tony saca a bailar a Pepper, y que sea más de dos piezas seguidas, solo abrazarla no dejara claro a todos estos hombres de que son pareja.

-Que quieres decir? – pregunta Bruce

-simplemente que, esta gente se mueve según costumbres, es normal que los hombres solteros saquen a las mujeres casadas a bailar, pero difícilmente lo harán con una soltera, y mucho menos por más de una pieza musical, eso iniciaría a las lenguas ociosas a moverse, hablando de algún posible romance o sobre las pretensiones de un caballero, sobre una dama, sobre todo si es soltera.- le respondo

-entonces por eso, ningún hombre baila con las mujeres por más de una pieza, pero bailaste dos con Mauritzio? – me dice Nat.

-él está reconocido por todos como algo parecido a mi tutor, por eso no cuenta, y por el mismo motivo no acepto bailar por más de una pieza con nadie, no quiero que me comprometan o se hable mal de mi reputación, por eso he sido llamada la doncella más deseada de Venecia, por darme a desear y no permitir avances en sus galanteos.