Capitulo Uno

Capítulo 1

15 de enero 2009

Me duele la cabeza, intento abrir mis ojos pero mis parpados se sienten demasiado pesados y fracaso.

Escucho murmullo de voces lejanas, se escuchan algunos ruidos mas pero no logro distinguir nada.

16 de Enero 2009

Frunzo el ceño, mi cuerpo me pesa, siento como alguien me sacude. Intento abrir mis ojos y esta vez puedo, pero solo unos segundos, la luz me lastima.

Intento abrirlos nuevamente y esta vez, por fin lo logro.

Miro a mi alrededor, estoy en algo que parece ser una habitación, pero no hay nada que me indique que lo sea. Estoy en una esquina, sobre un colchón muy delgado.

Mis manos están atadas al igual que mis pies.

¿Qué diablos esta sucediéndome?

Observo al tipo frente mío, el lleva una máscara negra donde solo tiene a la vista unos ojos muy oscuros. Me tiende una bandeja con comida.

-¿Dónde estoy? –Pregunto con preocupación. Mi voz sale muy ronca. No parece mía.

-Eso no importa, estarás con nosotros una buena temporada. Espero y seas una buena chica que sepa lo que los hombres queremos. –Me dice mientras rie. Lo miro sorprendida. –Aliméntate. –Me ordena.

-No tengo hambre. –Digo en un susurro.

-No te lo he preguntado. –Dice tirando de mi cabello, gimo de dolor. –Yo no te pido que te alimentes, te lo ordeno. Así que come maldita mierda, ¿Lo entiendes de una puta vez?

Deja la bandeja de forma bruta haciendo que un poco de comida salga del plato. Respiro hondo, intentando no entrar en pánico, intentando no perder la compostura y ponerme a llorar.

-No puedo comer, me tienes atada.

-Usa esa linda boquita, come como la perra que eres. –Dice poniéndose de pie y saliendo de la habitación.

Otra vez estando sola, no puedo evitar sollozar. Las lágrimas salen sin control.

¿Qué fue lo que hice? Intento recordar lo último que hice pero solo recuerdo un fuerte golpe y todo ponerse negro.

Mamá, papá por favor. Vengan por mí. Ayúdenme.

21 de Enero 2009

Observo nerviosa todo a mi alrededor, no quiero que ellos vuelvan a venir.

No quiero que ellos vuelvan a tocarme.

No quiero.

Me siento totalmente sucia, completamente mal.

Quiero estar con mi familia. ¿Por qué demoran tanto en venir? No quiero seguir aquí.

Me lastiman.

La puerta se abre y me tenso.

Otra vez no, por favor.

Me sorprendo cuando veo que es un niño el que entra a la habitación. Me mira un poco angustiado, ¿Sera como ellos? ¿Lo estarán preparando?

-Lo siento. –Me susurra en un hilo de voz, lo miro confundida. –Ellos me obligaron.

-¿A qué? –Pregunto intentando saber.

-Ayudarlos. Ellos me hicieron ayudarlos para atraparte. –Dice apenado .- Toma. –Extiende su bracito y me da una barra de chocolate.

Me queda mirando unos segundos, luego, con timidez, pasa una mano por mi cabello.

-Lo siento.

Lo veo darse vuelta e irse rápidamente.

Tomo la barra de chocolate y muerdo un poco. Esta rica, tengo mucha hambre.

Me quedo en la soledad de esa habitación hasta por lo menos una hora más, entonces, la puerta vuelve abrirse y uno de ellos entra.

Este no lleva mascara, ya no.

Eso me quita esperanzas, si estas dejando que vea sus rostros es porque… No voy a salir viva.

El sonríe, es una sonrisa bastante retorcida. Me hace saber que viene a continuación. Niego con la cabeza asustada, pero su sonrisa únicamente se hace mas grande.

-¿Preparada para un buen polvo, cariño? –Pregunta mientras se desabrocha el cinturón y comienza a sacarse los pantalones.

Y ahí estoy de nuevo. Lagrimas salen sin control y se deslizan por mis mejilla.

Siento como entra y sale de mi cuerpo sin ningún tipo de lastima.

Besa mis pechos, le pega a mi trasero con sus palmas.

Siento como se deja ir dentro mío.

Asco. Asco de él, asco de mi, asco de todos esos tipos que ya me lo hicieron. Asco de mi familia por no venir a rescatarme. Asco de mi maldita vida.

Siento asco de todo, prefiero a que me maten a que me tengan así. Siendo violada todos los días, manoseada y maltratada.

No quiero vivir así.

No merezco vivir así.

Nunca hice nada malo, y aunque lo hubiese hecho, nadie merece esto.

Nadie merece ser torturado.