Los días fueron pasando rápido hasta que se volvieron semanas y pronto estarían en el penúltimo mes del año.
Liam había tratado de invitar a una cita a Lissa en repetidas ocasiones, pero siempre que lo hacía por alguna razón le salía mal hasta ese día.
—Bien, aquí voy —dijo tomando impulso.
Había terminado el día de clases y Liam caminaba rumbo a los casilleros donde estaba la pelirroja.
—Hey Lissa —saludó nervioso— ¿Qué tal tu día?
Melissa sintió los nervios del chico, pero no dijo nada, se limitó a responder lo que él preguntaba.
— ¿H-harás algo…e-esta tarde?
—No, tenía una tarea de filosofía, pero la maestra no asistirá mañana ¿por?
—Pensé que…quizás podríamos ir a comer algo en la tarde —aclaró su garganta—, abrió un lugar nuevo de comida italiana…
—Oh si, Lydia me dijo —asintió nerviosa—, también dijo que es bueno.
Liam se quedó callado unos instantes esperando algún otro comentario de la chica, pero ella no dijo más.
— ¿Entonces…q-quieres ir conmigo a ese lugar?
— ¿Los dos solos? —Preguntó con las mejillas ruborizadas— ¿C-como en una cita? —Bajó la mirada por pena.
—Si…justo eso —afirmó conteniendo sus nervios.
Melissa alzó vista y asintió con una sonrisa timida.
Ese día en la tarde hubo una lluvia muy fuerte y Liam no había visto el pronóstico por lo que, aunque corrió de igual forma llegó empapado al lugar donde Melissa lo esperaba afuera ya que estaba muy lleno.
—No creo que me dejen entrar ¿cierto? —Bromeó.
—Ni siquiera hay lugar —añadió riendo—, al parecer hay que reservar antes.
— ¿Qué? ¡Ah! Lo siento, lo arruiné…
— ¿De qué hablas? ¡Ven!
Melissa sujetó la mano de Liam y lo jaló para ir corriendo bajo la lluvia mientras ambos reían.
Por su parte estaba Mason que con el tiempo seguía mejorando su trabajo como alfa a pesar de que tenía que estar ocupado gran parte del día para ponerse al corriente con lo que John sabía, además también indagaba sobre el asunto de Jace y Miranda en secreto.
—Hola señor alfa —saludó Miranda al entrar al estudio.
Mason no estaba solo en su nueva tarea, Miranda había estado presente ayudándolo ya que tenía conocimientos sobre algunos contactos que pudieran servirle a Mason como alfa.
—Eso sono muy vergonzoso ¿no? —Dijo ella frunciendo la nariz— Olvídalo.
Mason se rio y trató de negar para no avergonzarla más.
— ¿Qué te trae por aqui hoy? Creí que hoy entrenabas con Alec —expresó confundido— ¿Sucedió algo malo?
—No, no, no —respondió rápido—. Vine porque quería decirte algo que tengo en la cabeza desde cuando…
Él la vio sin entender, pero asintió señalando que se sentara.
—Hace tiempo que quería disculparme por lo que ocurrió ese día —comentó nerviosa.
—Shhh no sigas, eso quedó en el olvido Miranda.
—Pero no quiero que lo haga, necesito que sepas cuanto lo siento y que…lo que te dije ese día no era realmente lo que quería decir —confesó cabizbaja—, y me arrepiento desde entonces de haberlo dicho.
Mason calló unos segundos por la sorpresa de lo que escuchó.
—Yo también lo siento, tampoco quise decir esas cosas —admitió apenado—. Creo que es buena hora para empezar de nuevo ¿no crees?
—Si…me encantaría —sonrió.
Mason se paró y le extendió su mano.
—Será un placer conocer solo a Miranda, sin titulos ni apellidos…
—Lo mismo digo… ¿Mason? —Actuó como si recién supiera su nombre.
Estrecharon sus manos con risas mientras se veían con ojos brillantes el uno al otro.
Melissa había estado aprendiendo a pelear cuerpo a cuerpo con Miranda y Alec, aunque de vez en cuando lo hacía con Jace, Lexi y unas dagas. También estaba mejorando en el uso de sus habilidades con ayuda de Elijah que le enseñaba y usaban a Liam para ponerlos en práctica.
Un día Melissa entrenaba con Jace y Miranda en el gimnasio.
— ¡Vamos Lissa! —Animó desde abajo del ring Lexi— ¡Patea sus traseros rubios!
Ambos rubios extendieron sus brazos haciéndose los desentendidos.
—Es una demente competitiva —les comentó Alec refiriéndose a Lexi.
— ¿Me llamaste competitiva? —Protestó.
— ¿No te quejas de “demente”?
Lexi empezó a perseguirlo por el gimnasio hasta que salieron corriendo de ahí y en su lugar fue entrando Liam que observaba el entrenamiento.
“¡Demonios!”
Melissa había logrado derribar a Miranda sin armas y luego esquivó el ataque de Jace pasando por debajo de él para luego lanzarle una daga a la pierna.
“¡Agh!”
— ¡Wuu! —Festejó la pelirroja saltando— Liam… —Dijo sorprendida al verlo— ¿viste eso? ¿no fue genial?
Liam recargado en una de la rejas del ring la vio orgulloso y le asintió sonriendo.
—Lo has hecho increíble —afirmó—. ¿Vienes conmigo y Elijah o quieres descansar?
— ¿Bromeas? ¡Andando!
Bajó apurada y se fue con Liam al bosque donde los esperaba Elijah.
— ¿A ti también te dolió que nos pateara el trasero? —Comentó Miranda en el suelo cruzada de piernas.
—En definitiva, me dolió algo…pero no sé si fue mi pierna o mi orgullo.
Con los años de vida que poseía Elijah había conocido a cientos de personas, desde humanos hasta distintas clases de seres sobrenaturales, por lo que no era sorpresa que hubiera conocido a brujas invasoras y que haya aprendido sobre ellas.
— ¿Qué es ese olor? —Se quejó tapando su nariz— Huele a animal muerto….
Ambos chicos quedaron perplejos al ver a un zorro muerto en el suelo junto a Elijah.
— ¿Mataste al zorro? —Preguntó triste la chica.
—No, lo encontré a unos veinte metros de aquí…y servirá para la clase de hoy.
—Para abrir animales muertos puedo ir a biología —expresó sarcástico Liam— ¿Qué se supone que haga con el zorro muerto?
—Necesita localizar seres vivos y muertos con su sentido de energia emocional y a menos que quieras que te mate aquí mismo…el zorro es la única opción —habló irritado.
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Editado: 13.01.2024