Capítulo 36.

Diciembre.

“La cuenta regresiva empezará pronto…”

—Señor Hale, ¿está todo listo para la transmisión?

Liam asintió.

El día de fin de año llegó y todas las personas estaban esperando la cuenta regresiva con ansias acompañados de sus familias o amigos. Había sido justamente hace un año cuando el equipo de Liam todavía estaba unido y había celebrado seguramente el mejor año nuevo que pudieron tener hasta que poco a poco se fueron distanciando luego de la muerte de Jace y Miranda.

Liam estaba asistiendo al reportero en campo como parte de sus últimas clases del semestre; Lydia celebraba en Nueva York junto con sus padres; Elijah se quedó cerrando su cafetería para irse a casa; Melissa estaba sola en su casa viendo la transmisión del noticiero donde estudiaba Liam, por su parte Mason estaba encerrado en su estudio.

—Mason, los chicos quieren encender los fuegos artificiales, ¿no vendrás?

Monik intentó abrir, pero la puerta estaba asegurada así que solo le habló por fuera, como no tuvo respuesta del chico se fue desanimada.

“5…4…3…2…” “¡Feliz año nuevo!” 

La bulla surgió enseguida y el cielo se cubrió de fuegos artificiales de varios colores.

—Buen trabajo a todos y feliz año nuevo —comentó el reportero—. Buenas vacaciones a todos los aprendices, los vemos el próximo semestre.

Liam tomó sus cosas y pidió un taxi. Marcó a Mason para felicitarlo por su cumpleaños veintidós, pero no atendió luego recibió la llamada de su amigo Oliver y charlaron un rato hasta que este colgó y entonces Liam contactó a Melissa para desearle un feliz año nuevo.

Su madre no estaba en casa así que no había una cena especial, se calentó las sobras de la comida y luego se dio un baño para irse a dormir.

Enero 2026.

Lydia fue de vacaciones unos días a Richmond para visitar a sus tías, así como Elijah que estaba de vuelta para ver como andaba su cafetería. Durante su estancia se reunieron con Melissa y Liam en dicha cafetería.

—Ahora entiendo muchas cosas —expresó jocoso Liam—. ¿Todos los vampiros son así de ricos?

Elijah se rio recargándose en su silla.

—Si algún día te vuelves uno podrás averiguarlo por tu cuenta.

— ¿Soy la única que sabía tu secreto millonario? —Protestó Melissa viéndolo.

— ¿Tú sabias? —Alegó sorprendido— ¿Por qué no me dijiste?

Melissa encogió sus hombros y bebió de su frappé para hacerse la inocente.

— ¿Y Lexi? Pensé que estaría aquí —dijo extrañada Lydia—, ¿saben cómo le fue en sus vacaciones?

—Me felicitó en mi cumpleaños —comentó Liam—. Luego desde octubre no se ha vuelto a comunicar.

Continuaron su plática hasta pasado el mediodía y luego cada par se fue por separado. Elijah y Lydia dieron un paseo por la plaza antes de que la acompañara a casa de su tía.

— ¿Todo resultó bien en sus últimos días de clase?

—Si, me gustó estar ahí —expresó indecisa.

—Pero algo no la convence… —Observó la expresión de la chica— ¿Ha intentado postularse a otras universidades? Me refiero por una beca.

—El programa ofrece la posibilidad de un intercambio a universidades extranjeras…solo si gano la beca.

— ¿Por qué no lo intenta? ¿No le gustaría ir a…Inglaterra? —Sugirió entusiasmado— Tiene muy buenas universidades.

Lydia bajó la mirada y jugó con sus manos nerviosa.

— ¿Cree que no podrá conseguirla? —La miró con ternura— Inténtelo y si no cree en sí misma yo lo haré por usted.

La chica elevó su vista hasta chocar con el gris de los ojos del vampiro. El aire revoloteó el cabello ondulado de Lydia ayudándola a cubrir el sonrojo de sus mejillas.

—Además…creo que le gustará mucho estar allá —añadió orgulloso—. Me ofrezco como su guía turístico, le enseñaré museos, acuarios, las plazas, incluso los mejores lugares de comida y sus costumbres…

—Lo haré —afirmó sonriendo—, me postularé para la beca el próximo semestre y me enseñarás tu hogar.

Elijah esbozó lentamente una enorme sonrisa.

Del otro lado de la plaza estaba un auto negro deportivo estacionado frente a un restaurante. Adentro estaban dos vampiros, uno rubio y uno moreno.

—Mira a quien tenemos ahí —dijo en un tono maquiavélico—, el vampiro ejemplar…

— ¿Esa es la humana que retuvimos para fastidiarlo?

—Es linda, ¿verdad? —Entrecerró sus ojos Kalisman— Es como un ángel…el ángel que domó al demonio.

—Tch. ¿Siempre tienes que ponerles un apodo a las personas? —Resopló— Iré a ver si ya está la orden.

«Tu punto débil Elijah Loughty…eso acabará con ella o contigo tarde o temprano» Pensó regocijándose.