KILLIAN
Ella odia que la toquen.
Y rechaza cualquier contacto mío, a pesar que deba estar sintiendo lo mismo que yo en este momento. Porque la conexión no es algo que no se sienta, se ignore o desaparezca. Así que me da por pensar en que le ha podido pasar algo más, otra cosa después de pasar por la pérdida de su familia.
Su cuerpo está cubierto de magulladuras, marcas de dedos y sus piernas estaban cubiertas de sangre.
Su olor está recubierto por varias esencias masculinas que revolotean por su cuerpo.
La idea que pasa por mi mente me hace apretar la mandíbula como un jodido demonio. ¿Cuándo pasó esa chica antes de venir aquí? Aprieto mis dedos mientras observo la pradera oscura, parece tranquila, hasta que los gemidos de dolor y suspiros agónicos llenan el espacio. Me hace sentir satisfecho. Después de que tratarán a Stella como un monstruo y casi le hacen una pequeña rozadura en la piel, no pude evitar tomar medidas.
Siento una presencia detrás de mi, se va acercando y posicionando en la misma zona que estoy. No me preocupa, sigo liderando y observando cómo va todo.
—¿Qué has hecho con los guerreros, Killian? ¿Los has mandado a decapitar?
—No. Los he despedazado directamente.
Angelica se traga un quejido lastimero.
—Son tus guerreros, ¿no crees que merecen respeto? —cuestiona ella, me observa mientras mantengo mi mirada al frente —. Todo el dolor que están sintiendo, sus gemidos de dolor. Son tu gente, ¿no te apena?
—Solo les he cortado un par de extremidades, se regenerarán en un par de horas.
Ella abre los ojos de la impresión. Me impresiona que ella se asombre por cosas que ella misma ha hecho.
—Pero el dolor que están sintiendo es agónico —se queja.
—Tu has hecho lo mismo, ¿no te dieron pena esas hadas que capturaste?
—No les hice daño. Y eran hermosas —se intenta justificarse —. Además no eran mi gente.
—Así aprenderán a obedecer mis órdenes.
—Lo que más me impresiona es que estás haciendo esto por una insípida humana, ¿tanto te gusta? Debe chuparte bien la...
—¿Quieres acompañar a tu "gente"?
Ella se queda callada por un segundo, intentando comprender la indirecta que le he mandado. Da un paso hacia atrás, porque aunque parezca una persona fuerte, en el interior está cagada de miedo porque a no ser por el pacto, yo podría traicionarles.
—No, Alfa.
—Respeta, Angelica —mascullo, porque la ira empieza a vibrar dentro de mi.
—Respétame también, Killian. Serás el duque más importante de la realeza condecorado por liderar el ejército más peligroso del mundo, pero yo soy la hermana del rey y puedo hacerte mucho daño.
Angelica es la hermana de mi primo Devon, el próximo rey de los licántropos. Lo que dice es cierto, ella tiene poder sobre mi porque está ligada directamente a la sangre pura real. Su fuerza y resistencia es mayor a la mía, aunque haya trabajado años para superarme. Pero mi línea de sangre, es cierto grado más lejana y está mezclada. Ella está aquí para observar todos mis movimientos, hace años me acusaron de acciones que no hice y ahora estoy en el punto de mira. Me sentí ofendido de que pensaran que, yo hice esas cosas tan estupidas.
¿En tan pésimo lugar me tienen?
Digamos que soy la oveja negra de mi familia y ella es mi niñera, me mantiene en una buena línea para no dar más problemas a mi familia. El rey ya me ha salvado de muchas ya, una más sería mortal para mi.
–¿Ella es tu pareja predestinada? —pregunta ella curiosa.
—No.
—Espero que me digas la verdad, es una humana y tú un alfa real —pincha para que hablé, supongo que aprendió de mi manipulación —. Sabes cuáles son las consecuencias.
—Simplemente es mi protegida, no quieras rascar más. No hay nada.
—¿Seguro? —cuestiona. Ella sabe algo más.
Asiento con el ceño fruncido.
—Entonces el bebé que lleva en su interior no es tuyo.
—Puedes descubrirlo por ti misma, ¿no? Habla con ella y que te diga la verdad.
—Sácala de aquí antes de que te arruine la vida, primo —me aconseja.
Nadie entendería por qué Stella es mi pareja predestinada, no tampoco aceptarían al hijo que lleva en su interior. Los Alfas no pueden criar a hijos que no son suyos biológicamente, así que si ella y yo llegamos a estar juntos algún día, tendría que desaparecer.
Que Stella esté embarazada solo empeora más la situación.
Pero, ¿no puedo hacer nada para solucionar eso, verdad?
Jamás. Deshacerme de ese feto sería hacerle daño a una parte de ella. Tengo que buscar otras soluciones para resolver mi problema.
☾
STELLA
Cuando él me toca me olvido de lo que esos bandidos me hicieron.
Cómo si borrara cada rastro que dejaron en mi cuerpo.
Cada recuerdo horrible de ese suceso.
Sentir los dedos cálidos de Killian, me sana las heridas que tengo por dentro. Estoy increíblemente asustada con este hecho porque jamás leí algo parecido, no sabía que los licántropos podían sanarte así. Debe ser porque son seres sobrenaturales. No es que tenga muchos conocimientos sobre hombres-lobo, en realidad nulos, pero lo que he descubierto es asombroso.
Después de que los soldados entraran en el baño de Killian, no he sabido más de él. Echó a todo el mundo con un sonoro grito cruel, me acompañó hasta una alcoba en el tercer piso y me dijo que vendría después a hablar conmigo, que tenía que resolver algunos problemas.
Ha pasado varias horas después de eso.
Intento peinarme los rizos que se ondulan como les da la gana, mientras me encuentro sentada en una cama enorme con un cabecero acolchado con detalles blancos que se curvan haciendo unas figuras elegantes hacia arriba. La habitación es totalmente blanca, está decorada por elementos neutros. En lo alto del techo, habita una lámpara de araña, debajo de sus candelabros penden unos diamantes. ¿Serán de verdad? En la mesita de noche hay un florero con unas flores muy bonitas, son peonias rosas. Tengo una puerta con un baño propio, y otra que da a un pasillo que conecta con varias puertas con una única puerta más y si vas más allá, está la escalera para bajar.
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Editado: 02.12.2024