Luz de luna

15

—Alfa respecto a sus sospechas por su compañera ,yo..

—No es nada de lo que pensaba Steven —lo interrumpo— si así fuera, ya estaría aquí junto a mi.

O al menos es lo que más deseo en mi corazón.

—¿Pero el aroma que me menciono...

—Olvidado, solo eran suposiciones mías, no ha vuelto a pasar — lo interumpo otra vez— ¿Cómo van los preparativos para la cena que viene? — cambio el tema.

—Bien, solo faltan unos detalles, Rosy se está encargando.

—Bien, gracias, puedes retirarte.

Odio el trabajo de oficina, me mantiene aquí, en mi escritorio, leyendo y escribiendo documentos, todo mantiene a flote la manada y para prosperar, peor es aburrido y agotador.

—¿Sabe que puede contar conmigo para cualquier cosa? Lo apoyaré bajo cualquier circunstancia, como el Alfa y como mi amigo.

—Lo se —lo miro— no tienes que decirme, se donde esta tu lealtad..
, Gracias.

—Con su permiso.

Se que no me cree, pero no puedo decirle, no aún, ella debe ser un secreto para todos.

El próximo mes, mi hermana y su familia vendrán, es el cumpleaños de nuestra madre y como cada años cenamos y celebramos juntos en bosque, donde mis padres contrajeron matrimonio, al día siguiente con toda la manada.

Al terminar con mis responsabilidades, con intenciones de ir al bosque y ver entrenar a los cachorros, me digia a la entrada, pero me detienen a mitad de camino, Lily una miembro de mi manada, encarga de la organización de la casa, me comenta que la princesa Jasmine se irá, regresará a su hogar.

La última vez que hablamos le dije que ella no era parte de esta manada, me arrepiento de eso, mucho en realidad, ella ha sido una gran amiga y no la quiero lejos.

Toco la puerta de su dormitorio dos veces, escucho pase.

¿Entonces es cierto?

—Ya no puedo quedarme más, mis padres no lo van a permitir.

—¿Te casarás con el entonces?

Deja de empacar y respira profundo con lo ojos cerrados. Ella huyó de su hogar esa noche que llegó, por qué sus padres arreglaron un matrimonio, sin siquiera conocerlo.

—Ya veré qué hago —responde al fin.

—No tienes que hacerlo, quédate —me acercó hasta quedar a su lado.

—¿Por qué lo haría? Solo estás de paso, las visitas en algún momento deben irse.

—Llevas seis meses aquí, ya no eres visita, todos van a echarte de menos, incluyendome.

—¿Enserio? ¿Tu? —dice burlona.

—Perdon... No debí decir eso.

—Solo lo dice por de de ella —dice un poco más despacio.

—No, te equivocas, se que no hablaras de ella con nadie, confío en ti, eso no me preocupa, lo que si preocupa, es que ellos controlen tu vida, tu solo deseas ser libre u aquí lo eres.

—Si me quedo, solo traeré problemas a tu manada ¿Es eso lo que quieres?

—No, pero los lobos protegemos a los nuestros.

Me observa con los ojos llorosos, no quiere irse, eso se nota de lejos, pelea consigo misma por una decisión.

—Ven —agarro su muñeca y la empujó fuera hasta llegar fuera de la casa.

Los amigos que ella hizo aquí, están uno a la lado de otro esperando.

—Ellos no quieren que te vayas y no lo van a permitir.

Se acercan a ella y la abrazan.

—Eres parte de esta manada ahora Jasmine y la manada protege a sus suyos —le digo— ¿Estas dispuesta hacer lo mismo? ¿Protegeras a los tuyos?

Observa a sus amigos, que le sonríen asientiendo con la cabeza.

—Lo haré, lo prometo.




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