Luz de luna

18

Mi hija ah estado muy agitada últimamente, lo extraña, necesita su presencia, ya han pasado cuatro días y no hemos sabido nada de él, más allá de las noticias que nos llega de el pueblo, el rey y su familia aún están aquí. Ya nos había advertido de su llegada y por eso no iba a venir los próximos días.

Caminó hacia mi cuarto, es de noche y tengo mucho sueño, por cada mes que pasa, el cansancio es mayor, aunque no tanto como los humanos, me alegra mucho no ser como ellos, nosotros somos más fuertes y recistentes.

—¿Vas a dormir ya? —me pregunta mi esposo.

—No ha dormir, pero si quiero estar acostada ¿Vemos una película?

—¿Alguna en especial? —camina hacia la televisión, debajo de esta, hay varios CD de películas.

—La que desees amor

Me quedo observándolo, está concentrado leyendo los títulos. No puedo evitar recordar cuando nos conocimos.

Yo vivía con los humanos, en una de sus ciudades, son pocos los lobos que lo hacen, la mayoría como en mi caso, éramos sin manada. Ahí cuando estaba en una fiesta, lo sentí, su olor me embriago por completo, empuje a todos los que estaban en mi camino hasta llegar a el, al verlo literalmente me tiré a sus brazos y jamás lo volví a soltar.

Cuando elige al fin una película, se saca sus zapatos y entra a la cama conmigo. Me acercó a él y me dejó abrazar.

Todo está bien, pero un dolor en mi vientre me desconcentra de la película.

—¿Todo bien?

—No lo creo —digo con miedo.

Otra vez, pero está vez es una fuerte punzada. Me quejo y una lágrimas aparecen.

—Amor ¿Que sucede? ¿Por qué te está doliendo?

No entiendo que sucede, no me había pasado en todos estos meses, mi hija, mi pequeña hija. Otra punzada, pero está vez un sentimiento de tristeza y dolor me invadió.

Ya sé que sucede.

—Amor —me llama desesperado.

—Armando ella no lo entiende.

—¿Que cosa? —acaricia mi vientre.

—Ha pasado mucho tiempo lejos de su compañero, lo extraña, necesita su presencia, creo... Creí que siente que la abandonó.

—Pero no es así.

—Nosotros lo sabemos, pero ella no lo comprende.

No puedo seguir hablando, las punzadas me lo impiden.

—Amor —se dirige a nuestra hija— el ya vendrá, también te extraña, solo debes esperar.

—Ve por el —me mira alarmado— es la única solución, no podemos perderla.

—No puede ser.

Me descubre las piernas, hay sangre en ellas.

—Ve, tráelo.

Se levanta, deja un beso en mis labios y sale corriendo del cuarto.

Para encontrarlo tiene que ir a la manada, nuestro secreto corre un gran peligro.

 

 

 

 


Es una noche hermosa, perfecta para unos juegos bajo las estrellas y bajo la Diosa Luna.

Gran parte de la manada está aquí, en especial los jóvenes, hacemos concursos, retos y peleas. Es cosa de orgullo, mostrar quien es el más fuerte, sin perder la diversión en ningún momento, por supuesto.

—¿Donde esta el pequeño Edrien? —le pregunto a mi hermana.

—Duermiendo, cayó agotado en su cama.

—Nuestra exploración por el bosque lo dejo muerto —dice Noah abrazando a mi hermana.

¿Cuando podre hacer yo eso? Tenerla en mis brazos es mi principal deseo en estos meses.

—Hijo creo que que ya tienes un rival —observa al joven lobo que ganó la última pelea.

Todos gritan y aullan animandolo, el me observa e inclina la cabeza en respeto.

—Es muy guapo —dice Jasmine— es una lastima que ustedes estén predestinados a una persona.

—Eso dices ahora, si solo...

No termino lo que iba a decir. Un fuerte mal presentimiento me invadió por completo.

—¿Todo bien hijo?

Observó hacia el bosque.

—Alguien se hacerca —dogo serio.

Steven y otros miembros de la manda, se percatan de estado de alerta, con ellos el resto de la manada. Todos observamos al mismo lugar atentos.

Yo olor conocido llega a mi, mezclado con el de mi lobita... No puede ser.

—¡Quiero! —grita Steven.

Todos están listos para atacar en cualquier momento.

¿Que hace aquí? No debería estar aquí, menos en su forma lobuna, me quedo congelado de solo pensar en las consecuencias y más aún el porqué se arriesgaría a venir.

Armando ignora a Steven por completo y solo me observa a mi.

—No des ni un paso más —Amenaza Steven.

Pero armando solo camina otra vez hacia a mi. Esta alterado, agitado y agitado ¿Le sucedió algo a mi lobita? ¿Será realmente eso?




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