Marcos: La verdadera historia

Aventuras en el fin del mundo

Corría el año 2012 ¿se acuerdan? Calendario maya, la pelicula esa de Yellowstone donde todo se iba al carajo y el nacimiento de los primeros memes. Fue algo hermoso eso, y en ese contexto por supuesto que todos tenemos alguna que otra anecdota interesante. La mía por supuesto contiene alcohol y noches, me he tomado la licencia de no contar nada de mis otras experiencias fuera de esos ambientes, siendo lo interesante que el resto de los aspectos de mi vida se mezclan bien con esos dos componentes (como por ejemplo ser escritor) Pero al punto, año 2012: Fin del mundo.

Con mis amigos siempre tuvimos dos aficiones muy marcadas: usar cualquier excusa para iniciar una borrachera explosiva y leer noticias bizarras en internet. En esa semana se conjugaron el fin del mundo como excusa y la noticia de unos borrachos que habían secuestrado a una llama (así es, el animal) para llevarla de fiesta, como detonante de lo que sin dudas sería una de las noches mas inolvidables de ese 2012.

No les voy a recomendar, para nada, hacer lo que hicimos esa noche. Tampoco creo que puedan tener oportunidad alguna de hacerlo, los fines del mundo ya no son lo que eran; fijense como en el 2012 era tan brillante nuestro fin del mundo, un meteorito que caeria justo el 12 de Diciembre acabando con todo. Hoy tenemos este virus cochino y cobarde, que nos mata de encierro y aburrimiento; estos fines del mundo de la nueva decada nunca podran igualar a un clasico. Arrancamos "tranqui", como se dice cuando se quiere convencer a un amigo a una salida extra fin de semana, con algo de vino mezclado con fanta porque la noche estaba en pañales. Luego siguió la ronda de tequilas, un salud al cielo con nubes que se iban formando grises y esponjosas (casí como si fueran premonición de lo que iba a ser mi cabeza durante toda esa noche) y ya no me acordé más.

En charlas posteriores hicimos la reconstrucción de los hechos y no hubo tantas cosas sorprendentes que uno pudiese esperar, a menos que precisamente las maravillas nocturnas se hubieran guardado casi selectivamente en nuestra amnesia de borrachera como un intento consciente de guardarnos de la verguenza. Supimos que a mi hermano no le habían dejado entrar al baile por su estado y que tuvimos que sobornar al guardia. También nos hicimos muy amigos de una pareja con la que bebimos hasta el amanecer y luego, ya a la vuelta, nos robamos un escobillon. Pero la maravilla llegó al mediodia del dia siguiente, la unica pieza de toda esa reconstrucción que no termina de encajar en toda la nebulosa de alcohol en la que nos vimos envueltos. A las 12 del mediodia, mi amigo Diego encontró un perro caniche en su balcón. Jamás nos habremos de enterar como termino ese peludo en el balcón, lo que si sabemos es que su dueña apareció a la hora a buscarlo y entre risas se lo devolvimos. Nuestra teoria principal es que el perro, totalmente ajeno a nuestra juerga, se pasó de un balcon a otro mientras correteaba persiguiendo algún gato. Esta por supuesto es la explicación logica y menos fantastico. Pero como para darles una visión mucho mas interesante y surrealista nosotros nos quedamos con la idea de que, a punto de recibir en un impacto el fin del mundo decidimos desafiar todo y al igual que los muchachos de la noticia con su llama fiestera, nostros decidimos llevarnos a ese perro y comapartirle algo de nuestra locura juvenil, llevarlo a pasar la mejor noche de su vida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.