Más oscura que tu conciencia (libro 1 Saga Mas)

Capítulo 19 (Final)

—¿Dónde está? Te aconsejo que comiences a cooperar —mientras el aludido reía malicioso sin intención de confesar.

Observando el interrogatorio desde el otro lado de la pequeña sala, Lance no pudo soportarlo más y se saltó cualquier protocolo antes de ir y estrellar a Douglas contra la pared mientras este permanecía esposado.

Salió arrestado de esa audiencia al develarse todas las trampas y canalladas en las que había incurrido.

—¡¿Dónde está?! —aunque intentó mantenerse neutral, su desesperación salió a relucir, Nathy llevaba varias horas desaparecida y eso lo estaba trastornando— Si algo malo le sucede. ¡Te juro que te vas a arrepentir cada maldito día de lo que te reste de vida!

Ángelo, Andrew y Dandy se apresuraron a alejarlo del prisionero antes de que lo estrangulara, pero era muy difícil separarlos.

—¡¡Dónde está!! —no había forma. El detenido sabía que, confesara o no, igual, pasaría el resto de sus días confinado en una celda y todo por culpa de esa gata sarnosa. Y pensar que estuvo tan cerca de lograr su objetivo, de cerrar el trato con el consorcio hotelero y tener el suficiente dinero para vivir feliz, lejos de ese mugroso pueblo.

«La gata sarnosa se quedaría dónde sea que la hubiesen llevado los ineptos de sus lacayos. ¡Nadie la mandó a ser tan rebelde y desobediente!».

Douglas no entendía cómo, en un pestañear, todo se había ido al mismísimo infierno, todavía recordaba el ceño fruncido del idiota Gay Veccio cuando lo vio entrar a la audiencia junto a sus abogados…

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—¿Quiénes son todos esos? —preguntó Lance.

—Los representantes del consorcio hotelero—replicó a la vez uno de sus abogados y el CEO casi explota del coraje al saber que ellos participarían, eso lo complicaba todo, esa gente ni siquiera miraba para los lados antes de salirse con la suya.

Miró, preocupado a su alrededor, recordó que Nathy y Andrew, estaban conversando en privado con algunos de los afectados por la avaricia de Douglas, todos estaban más que dispuestos a testificar en su contra para intentar recuperar sus propiedades robadas. No sabía que tanto podía conversar su primo Dandy con Giorgio, su abogado principal, cuando ambos deberían estar concentrados en lo único importante, salvar la posada de Matilde.

—Giorgio, ¿los documentos están en orden? ¿Tienes el poder firmado? —no sería el CEO del corporativo GayVeccio si no tuviese la necesidad de tener todo bajo control.

—No se preocupe. Todo está en orden, no tendrá ningún problema para estar presente, tiene todo el derecho —el abogado miró de una forma que Lance no supo interpretar, pero tampoco tenía tiempo para perder.

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Esa mañana, antes de salir de la posada, Andrew y Nathy hablaron con su madre, quien permanecía en la clínica bajo estrictos cuidados después del procedimiento al que fue sometida y al que gracias a Dios estaba reaccionando muy favorablemente.

Seis días habían pasado desde la operación, por fortuna la enfermera que cuidaba de Matilde actuó de forma rápida y eficiente porque en caso contrario la historia habría sido muy diferente. Aunque no querían despegarse de su madre ni un solo instante, los hermanos debieron dejarla en la ciudad, ya que no era conveniente movilizarla a tan pocos días de la intervención y menos bajo las condiciones tan inciertas en las que regresaban a Cata Linda.

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En la audiencia, llevaban más de media hora entre argumentos y contra argumentos, en los que Douglas pretendía ignorar el primer documento firmado por el padre de los Riot, el cual nunca había sido impugnado, aunque él tuviese en su poder uno nuevo.

El juego parecía trancado hasta que Giorgio comenzó a basarse en el nuevo documento. El Valverde se mostraba más que complacido con ese cambio, pero, aunque Nathy y Andrew tenían su mirada nerviosa clavada en Lance, este último confiaba en que, si realizó ese giro, algún as bajo la manga debía tener su abogado.

—En la cláusula quinta de la segunda acta registrada se especifica textualmente lo siguiente: «Queda debidamente estipulado que, al contraer matrimonio, el (o los) inmuebles de la DEMANDADA, identificada en este documento, pasarán a ser propiedad compartida junto a su esposo, en caso contrario, la referida DEMANDADA pierde todo derecho sobre el (o los) inmueble antes mencionado…».

—Y la demandada no cumplió con su parte del trato. ¡Fin de la historia! —replicó Douglas sin poder ocultar su satisfacción por lo que escuchaba.

—Se equivoca, Sr. Valverde —Giorgio entregó al juez un documento—. Consigno acta legal del matrimonio entre la Sra. Nathalie Riot de Gay y el Sr. Lance Gay Veccio, celebrado en el lugar y fecha indicada ante una multitudinaria asistencia.

«¡Ya después inventaremos un divorcio falso!».

«¡Dandy!». Recordó la pareja al mismo tiempo y se miraron sorprendidos, aunque permanecieron quietos y en silencio para no invalidar el argumento del abogado. Ella miró a su hermano y este desvió su mirada, lo que la llenó de sospechas. Lance enarcó una de sus cejas con confusión, pero sonrió ladino y satisfecho antes de besarle el dorso de la mano, alborotando todas las mariposas en el estómago de su ahora esposa.



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En el texto hay: romance, locuras, racismo

Editado: 07.10.2021

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