Que vértigo tengo, ¿Qué hora es? Tengo unas inmensas ganas de orinar, pero no puedo moverme, una vez escuche a mi madre decir que cuando una persona despierta y no puede moverse es porque se le ha subido el muerto, supongo que es eso. Siento que pasan 5 minutos y por fin el muerto se me ha bajado, me rio por mi pensamiento cómico. Meto la mano debajo de mi almohada para ver la hora en mi celular, ¡Sí! Las 4:20 am aun puedo dormir un poco más. Me acuerdo que tengo que ir al baño y me levanto lo más rápido posible. Sacio mi necesidad fisiológica y ahora me da sed, bajo a la cocina por un poco de agua.
- ¿No puedes dormir?
Doy un pequeño brinco del susto.
- ¡Mama! No vuelvas hacer eso. -Le reprocho por hablarme de la nada en medio de la oscuridad.
-Lo siento escuche un ruido y baje a ver. -Me responde un poco somnolienta.
-Solo baje por un poco de agua, tengo la boca seca.
-Bueno, apresúrate ya sabes que a estas horas los fantasmas salen a la cocina. -Me dice mientras sube las escaleras dispuesta a seguir durmiendo. Piensa que me puede asustar con los mismos cuentos que cuando era niño y bajaba para comer en la madrugada comida chatarra del refrigerador.
Tomo mi vaso de agua y me lo llevo a la recamara, la verdad es que si me asusto un poco lo que me dijo. Me acuesto para seguir durmiendo y quedo rendido en 5 minutos.
Escucho la alarma a lo lejos y poco a poco va subiendo de volumen, solo quiero seguir durmiendo. ¿y si me tomo el día libre? ¿y si no voy a la escuela? La idea parece tentadora, pero recuerdo que tengo practica de futbol, una exposición y dos exámenes. Para llevar 3 meses del último año de preparatoria es una avalancha de responsabilidades.
-Buenos días solecito bello. –mi madre abriendo la puerta de mi habitación sin tocar, es una manía que odio, pero no le puedo reprochar.
-Buenos días mama- respondo levantándome.
- ¿Te asustaron los fantasmas? - oigo sarcasmo en su voz.
-Ya tengo 17 años, te digo que esos juegos ya no me asustan- respondo valientemente.
- ¿Así? Entonces valientemente decidiste traer el agua y tomártela aquí en lugar de seguir en la cocina- me dice señalando el vaso de agua que deje en el buró.
- ¿Eso que tiene que ver? –Le digo desinteresadamente. –Me da mucha sed en las madrugadas. – Aunque yo sabía que realmente si me un poco de miedo el asunto de los fantasmas.
-Bueno te creo, ¿Te llevo a la escuela?
-No, Ricardo pasara por mí.
-Está bien, desayunas antes que te vayas y lavas los platos por favor, me voy a trabajar.
-Si ma’. Respondo acomodando mi mochila.
-Te veo en la tarde- me dice cerrando la puerta de mi cuarto.
Me apresuro para arreglarme e ir a la escuela, no soy vanidoso, pero me gusta verme bien, me siento afortunado de tener un físico agradable cabello castaño, piel morena clara, ojos cafés, cuerpo atlético y alto que más puedo pedir. estamos en la época en la que no se juzga cuando un hombre le gusta arreglarse.
Me asomo a la ventana y veo a mi mama arrancando su coche me dice adiós con la mano y le devuelvo el gesto. Amo a mi madre, supo cómo sacarme adelante siendo madre soltera y la admiro mucho por eso a pesar de tenerme muy joven sin la ayuda de nadie estudio, trabajo y se superó, Bravo ma'.
Termino de arreglarme, me veo en el espejo y hago poses frente a él, tengo esa costumbre. Bajo a desayunar, wow mi mama me preparo el desayuno, iba preocupado de que tenía que preparármelo yo mismo y vaya sorpresa, ella lo dejo listo, jugo de naranja, café, fruta picada y panqueques.
Termino de desayunar y escucho un claxon repetidas veces, Ricardo le encanta ser escandaloso. Ni modo no lave los platos, si llego antes que mi mama no tendré problemas. Tomo mi mochila y cierro la puerta, tengo que cerciorarme de cerrar bien.
-Apúrate que el sargento troncha toro nos dejara afuera. –Me grita desde el coche, lo sigo pensando le encanta hacer escándalo.
-Cuando se entere como le apodas, podría apostar que te suspenderá 3 semanas. –Le digo subiendo al carro.
- ¿A mí? Toda la prepa le dice asi. Aparte ella se lo gana por amargada. -Continua en tono burlón.
Arturo es mi amigo desde el jardín de infantes, siempre fuimos a las mismas escuelas y al mismo salón, hasta estamos en el equipo de futbol. Es el típico todas mías de la escuela y aunque odie admitirlo, pero es más atractivo que yo.
-Como sea, se llama Verónica y a mí se me hace linda. - La prefecta de la prepa es un tanto estricta supongo que me agrada porque a mí nunca me ha llamado la atención.