Comienza como una brisa que recorre hasta el último rincón, poco a poco logra abarcar las terminaciones nerviosas de tu cuerpo, sientes una irresistible necesidad de sonreír, un brillo inconfundible se asoma en tus ojos para que el mundo pueda ver el cambio que se ha dado, tu corazón se estremece por la aceleración, y suspiras, lo haces con lentitud ya que estas agradecido. Deseas que ese momento dure hasta el fin de los tiempos, que el mundo entero sepa lo acontecido; eres feliz, y eso siempre se debe compartir.