Matrimonio No Consumado Libro 1

Cap 6 Los dieciocho años

El sol calentaba en todo su esplendor, se sentía la brisa fresca de la mañana, el canto de los pájaros y el bramido del mar. Allison asomada en la ventana contemplaba el cálido paisaje.

Su cumpleaños número dieciocho había llegado, pero en su interior sentía una tristeza inexplicable, primero porque sus padres no han estado en sus últimos cumpleaños y segundo porque debe cumplir la promesa que le hizo a Benjamín, esto último la estaba atormentando desde hace días. No era la misma chiquilla de catorce años, aquella que con solo escuchar la pregunta contestó inmediatamente.

         «Si Benjamín, nuevamente me pregunta si me quiero casar con él, mi respuesta sería "No"» pensaba ella.

 El matrimonio no estaba en sus planes, ama a Benjamín, lo ama con todo su corazón, pero es un sentimiento de una hija hacia un padre. Allison ve en Benjamín a ese padre que ella perdió siendo niña, el saber que nunca va a amarlo como una pareja, la hacía sentir desdichada, él siempre ha estado ahí, nada le ha hecho falta.

 Ella se juró que no lo defraudaría, la decisión estaba tomada y no daría marcha atrás.

 Sale de sus pensamientos, se termina de arreglar y baja al primer piso, al pasar por el despacho, escucha que Benjamín está hablando por teléfono, por su tono risueño y cariñoso parece que habla con uno de sus hijos.

         — ¡Marcos! Ocúpate también de la bolsa de valores, no te descuides, porque los precios bajan y suben constantemente, y en el momento oportuno, tendremos más rentabilidad.

         — ¡¿También te distes cuenta?! Casi termino de recuperar el dinero invertido. — Respondía su hijo entusiasmado en la conversación.

         — Te felicito por tus logros has llevado la empresa a un alto nivel, le has dado duro a la competencia. Ese matrimonio te ha favorecido, cuida mucho de Lucy. ¡Una mujer como ella no encontraras jamás! —Benjamín sentía que se esforzaba en la conversación, hacía pausa en cada oración y tomaba aire para hablar. Tosiendo un poco continúa diciendo:

         — ¡Hijo! Tú eres mi mano derecha en la empresa, el día que yo falte, sé que tu seguirás mi legado; Joseph también, aunque es un poco acelerado, sé que algún día sentará cabeza, los dos tiene un gran potencial en el mundo empresarial.

         — Gracias papá por confiar en mí, pero si me escucharas por primera vez…—Benjamín no lo dejo terminar

         — ¡Oh no! No se habla más del asunto. La fecha ya está establecida, en un mes contraeré matrimonio, mi deseo es que mis hijos me acompañen en ese día especial.

         — Papá, porque no regresas con mamá y te olvidas de cometer ese error, las decisiones que has tomado siempre la hemos respetado e inclusive mi madre, que estaba tan ilusionada con tu regreso, ella ahora está más tranquila. Pero papá, esta boda nos coge de sorpresa a todos, aunque mamá no lo demuestra sé que está sufriendo por dentro. ¡Nosotros tus hijos no aceptamos tu matrimonio! Lo siento mucho papá. ¡No podemos asistir!

         — ¡Yo lo siento más! Marcos, créeme que estoy pagando mis errores. Algún día entenderán mis decisiones y espero me perdonen por hacer sufrir a su madre—. Benjamín tose y casi no le sale la voz—. Tengo que colgar, hablamos después.

         — Adiós, papá, cuídate. Toma algo para el resfriado— dice Marcos colgando el teléfono.

         — ¡Benjamín, que le he dicho sobre tener las dos ventanas abiertas de tu oficina! — decía Allison apurándose a cerrar las ventanas.

         — El clima está muy frío afuera y usted está muy delicado de salud—.          Acercándose a Benjamín este le da un beso en la frente.

         — Mi pequeña Allison ¡feliz cumpleaños! Mi ángel guardián que Dios te conceda las peticiones de tu corazón y te de larga vida y salud — decía abrazándola con la poca fuerza que tenía.

         Últimamente, la salud de Benjamín había empeorado, debía caminar por el despacho con un oxígeno portátil por la falta de respiración, también había bajado de peso drásticamente y se sentía débil, sin fuerzas.

         Todavía no tenía las agallas para decirle a sus hijos la verdad y eso lo consumía, ya sentía que pronto se iría de este mundo, pero antes debía dejar todo arreglado.

         Era el cumpleaños de Allison y Benjamín quería que fuera un día especial para ella, ordenó a sus empleados que decoraran el salón con bombas inflables, guirnaldas, pompones, farolillos, manteles, y una deliciosa torta. Allison estaba en la cocina ayudando a Katia y a Margarita con los pasabocas.

         — Niña, ve a cambiarte, ya están llegando los invitados—. Le dice Margarita entrando en la cocina con una bandeja.

         Allison subió rápidamente, se coloca un vestido color violeta, unos zapatos negros y se deja el cabello suelto, cuando baja, sus amigas de la universidad ya habían llegado, una de ellas es Laura su mejor amiga, se acerca a felicitarla, también llegaron algunos amigos. Ella invitó solamente a los amigos con los que más compartía en clase. 

         La fiesta estuvo padrísima. Benjamín la acompañó un rato y le dio su regalo de cumpleaños: una pulsera de oro con un dije de corazón. Él mismo se lo coloca en el cuello, le besa la frente y la abraza.

         — Ya me voy a dormir, quédate disfrutando un poco más de tu gran día— le dice.

         Ella asiente.

         Lo acompaña hasta el pasillo, Katia se acerca y se va con él subiendo las escaleras. Allison se queda mirando hasta que suben el último escalón. Su salud cada día deterioraba más, eso la quebrantaba a ella.

 

Madrid-España

EMPRESA COLUNGA

  — Marcos, quisiera saber qué es eso urgente que tienes para decirme, ya que estropeaste mi viaje de negocio—. Dice Joseph entrando apurado a la oficina de Marcos.

         — ¡Tenía un vuelo hace 20 minutos directo a Hawái y me has hecho cancelarlo, espero que tengas una buena justificación!




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