Cap 9 La Boda

El día más esperado llegó, para Allison vestir de novia significaba mucho para ella, era un momento que nunca olvidaría y estaba segura que ese matrimonio era una sola vez en su vida. 

Después de tanto razonar y vagar en sus pensamientos, aceptó casarse, el hombre que compartiría con ella su futuro, era una persona especial, cariñosa, de buen corazón.  

¿Por qué no? ¿Porque no corresponderle a él de la misma forma?

Se quedaría a su lado y lo acompañaría hasta el final de sus días.

Ella, una chica joven no sabía lo que era el amor a primera vista, tampoco sabía lo que era sentir mariposas en su estómago por alguien, cuando hablaba con sus amigas los temas de conversación eran  sobre sus vidas amorosas, pero ella no tenía nada que contar solo se dedicaba a escucharlas.

Había conocido a muchos chicos guapos en la escuela y en la universidad, ella no tenía ojos para nadie, solo se concentró en sus estudios y a cuidar de Benjamín cuando tenía sus recaídas.

Recordaba una vez que un chico se le declaró, ella se sintió apenada al decirle que no podía corresponderle porque ya estaba comprometida.

Desde ese día huía de los chicos, no hablaba ni se acercaba a ellos, a tal punto que llegaron a decir que era una chica engreída y vanidosa, era mejor a que dijeran eso a que fueran objetos de burlas por sus rechazos.

Desde su interior anhelaba que en este día sucediera algo especial y que el matrimonio no se efectuara, anhelaba ser un ave, volar lejos y desaparecer en el viento.

«En estos momentos...quiero encontrarme con el caballero dorado y quedar paralizada por el eclipse de su mirada» pensaba suspirando.

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El Blanco vestido de novia le llegaba hasta el suelo y arrastraba una larga cola, Allison se veía muy hermosa, con un suave maquillaje, cabello recogido, y el velo cubriéndole la cara, se dirigía a la gran sala donde iniciaría la ceremonia.

Benjamín estaba parado junto a la entrada cuando la ve llegar, sus ojos se llenan de lágrimas de emoción.  

Allison buscaba en sus ojos ese eclipse que la paralizara, pero no estaba, se sintió decepcionada y siguió caminando hacia él con una pequeña sonrisa.

—¡Estas preciosa mi niña! — dice acercándose a ella, dándole un beso en la mano —eres perfecta y sé que he tomado la mejor decisión, solo quiero que confíes en mí. ¡Me haces el hombre más feliz de este mundo por concederme este honor de desposarte en matrimonio!

Entrelazaron sus brazos y ambos caminaron al altar. No había muchas personas, entre ellos el juez, el abogado Robert, los dos testigos y varias amigas de Allison de la universidad.

La ceremonia dio inicio en la mansión del mar, en la sala amplia, con una gran recepción, armoniosamente decorada con grandes cortinas azules y unas flores de lirio blanco en las esquinas.

Allí se juraron los votos, se firmaron los documentos, se entregaron los anillos (el famoso anillo de madera que había llegado de Madrid, que Allison le encantó). Y.… se dieron el gran beso. (Benjamín la besó en la frente).

«Es mi boda, no un funeral, se decía para sí, ¿porque me siento tan desdichada?»

—Allison, muchas felicidades—se acercaba Laura su amiga de confianza, y apartándola un poco del resto. 

—Amiga, pero ya quita esa cara, es tu boda, deberías estar muy feliz.

—¿Tanto se nota? — tocándose la cara, recomponiendo su cabello, saco su mejor sonrisa— no puedo defraudar a Benjamín, no ahora.

—Así se habla amiga venga vamos a celebrar y se fueron a la sala de recepción por unas copas.

Benjamín siente que le vibra el celular y toma la llamada.

—¿cómo estas Ramón? ¿Ha pasado algo en la empresa? ¿A qué se debe el placer de tu llamada? 

—Benjamín, me perdonaras porque te estoy llamando a esta hora teniendo en cuenta las diferencias horarias, pero he tratado de comunicarme con Marcos y no me contesta, es urgente contactarlo porque hoy debemos cerrar el contrato con Fuentes y Fuentes.

—Ramón, no te preocupes ya le digo a Marcos que se ponga en contacto con tigo. Cuelga la llamada.

—Robert! Grita Benjamín haciendo que todos los presentes miren hacia él.

—Robert! Comunícate con Marcos inmediatamente y dile que lo necesitan en la empresa. Robert asiente, saliendo del recinto.

Cuando Robert regresa, le da una noticia a Benjamín que lo deja en Shock, casi se cae pero Robert lo sostiene y Allison llega para ayudarlo a sentarse.

—Pero ¿qué ha pasado? Pregunta ella, que observa a Benjamín agitado, como si no pudiera respirar. Sirve un poco de agua y le da a beber, luego le afloja el saco y la camisa para que le entre aire.

—Robert ayúdame a subirlo a su habitación. Entre los dos levantaron a Benjamín y lo acompañaron hasta el segundo piso. 

Allison vuelve a bajar para disculparse con los invitados, ya se daba por terminada la celebración. Se fue despidiendo de cada uno.