¡¡Mis estimados lectores traigo un nuevo extra!!
Les cuento que quedé super picada, con respecto a la boda que ellos no pudieron tener, ni tampoco la luna de miel...
y... aquí viene con todos los detalles de esa maravillosa boda.
Escena realizada en Madrid cuando Allison y Joseph, regresan de sus vacaciones de Dubái y se quedan en casa de Helena.
Les cuento: el capítulo 26 no era luna de miel, eran unas cortas vacaciones que querían disfrutar juntos.
MADRID ESPAÑA
Allison estaba en su habitación terminando de cambiarse, Chantal la estaba ayudando a ponerse el traje de novia.
—Te ves preciosa Allison!— le dice peinándole el cabello.
Allison frente al espejo recordó sus palabras de la boda anterior:
«En estos momentos...quiero encontrarme con el caballero dorado y quedar paralizada por el eclipse de su mirada»
—Ya tengo mi caballero dorado, y solo quiero que el matrimonio se realice, esta vez no quiero ser un ave que vuele lejos, ni que desaparezca en los vientos. Quiero una vida junto al hombre que amo— dice llevándose las manos al abdomen, un bebe se estaba formando, y sería bien recibido en la familia.
—vamos querida, es hora de salir— le indica Chantal que le da el ultimo retoque de maquillaje. Llevaba un vestido blanco largo y escotado, Un ramo de flores, el cabello recogido y un velo cubriendo su cara maquillada.
Cuando llegan a la entrada ve a Joseph al final del altar, se ve elegante con ese traje color beige. Marcos se le acerca a ella, la saluda y le cruza el brazo. Los invitados estaban sentados, Helena y Lucy se sentaron adelante, Chantal llega después y se ubica en la banca de atras, los pajecitos entran primero, caminando rectos al compás de la música, arrojando pétalos al piso y llevando los anillos.
Allison y Marcos seguían a los niños, mientras caminaba recuerda que Benjamín la esperó en la entrada de la recepción para llevarla hasta el altar, una lágrima se le salió, cerró los ojos y lo imaginó nuevamente guiándola para entregarla a su hijo.
«—Estas preciosa mi niña!— dice acercándose a ella, dándole un beso en la mano— eres perfecta y se que he tomado la mejor decisión, solo quiero que confíes en mi.
¡Me haces el hombre mas feliz de este mundo por concederme este honor de desposarte en matrimonio para mi hijo Joseph!.» palabras de Benjamín recordadas por Allison imaginando las últimas líneas.
—Confío en ti, mil veces más, en esta vida y en otra vida, si te vuelvo a encontrar. susurraba a través del velo en voz muy baja, que Marcos no podía escuchar.
Cuando llegan, Joseph le dan un apretón de manos a su hermano y luego le levanta el velo a Allison, ésta al verlo a los ojos tiembla de emoción al ver a su Caballero dorado que la eclipsó con su mirada, sonríe contenta, y una lágrima se le escapa, Joseph se da cuenta, saca su pañuelo y le limpia, se miran y él le indica con la mirada que todo está bien, ella le sonríe y se ubican en posición frente al sacerdote.
Los hijos de Marcos que son los pajecitos de la boda entregan los anillos, esta vez, Joseph, le compró el anillo más bonito que pudo ver en la joyería.
"Recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti"
Mientras se dan los votos jurándose amor eterno, los dos lloran, Joseph llora por tratarla mal y le pide perdón, ella asiente y lo abraza.
Allison también llora porque Benjamín no está presente, y no pudo ver la boda de su hijo con aquella chiquilla traviesa, como la llamaba él.
Después del Si acepto, las manos de Joseph rodearon su cuello con suaves caricias, lentamente la atrajo hacia él y le besa apasionado y deseoso, con toque de caricias, con sus respiraciones mezcladas, como si se dijeran cada uno "me perteneces".
En vista de que el beso se alargó y no se detenían, los invitados comenzaron a aplaudir, haciendo que ellos se separaran.
La fiesta fue en un salón de eventos, donde sólo estaban allegados de la familia y algunos amigos. Todos felicitaban a la pareja. El baile nupcial también dio su presentación.
—Primera vez, que bailo en una boda!— le dice Allison.
—déjate llevar cariño mío— le guiña un ojo y la mira coqueto. —estas con el mejor bailarín, que te enseñara muchas cosas que no habías hecho en tu vida.. prepárate esta noche porque no te voy a soltar!— le dice en su oído, con esa voz varonil que la vuelve loca.
Allison se ruborizó y siguió bailando apretada a él.
Salen afuera a tomar aire fresco, la noche se sentía tranquila. Ambos se sentaron en un parque, alzaron sus ojos al cielo mirando las estrellas luminosas y la luna redonda alumbrando con intensidad.
—Todavía le guardas rencor a tu padre?— pregunta ella, que tiene sus dedos enlazados con los de él.
—No! Creo que nunca fue rencor, mas bien fue rebeldía. Yo quería ser igual a mi padre!.
—El hablaba mucho de ti.
—ah si! ¿Que decía?
—decía que eras tosco, que eras acelerado, que algún día sentarías cabeza.
—Mi padre decía todo eso! se me cae la cara de vergüenza— levanta el brazo y la abraza.
—¡Cariño, te prometo que seré un buen padre para nuestro hijo!
—de eso no cabe la menor duda.—le da un beso en los labios, Joseph le toca las mejillas, intensificando más el beso. Ella jadea, atrayéndola más hacia él
—Vámonos! — le dice él entre besos y caricias. Ella se detiene, se levanta, lo toma de la mano y los dos se van del lugar.
LA LUNA DE MIEL
Dos días después de la celebración, Joseph y Allison viajan a las Exóticas playas de Cancún Ciudad de México. Se alojaron en un hotel frente a la playa, que tenía una increíble vista nocturna, se gozaron de su estadía en ese lugar quince días, visitaron el arrecife coralino, una admiración de la naturaleza, y visitaron las pirámides mayas.